Se recomienda la vacunación a partir de los 3 meses post-trasplante para que el sistema inmune se haya recuperado lo suficiente para generar una respuesta a la vacuna. En caso de que se tenga programado un trasplante renal de donante vivo, es recomendable recibir las dos dosis de la vacuna antes de la fecha del trasplante.
La vacuna para el COVID-19 es segura en los trasplantados renales. Todos los efectos secundarios registrados son equiparables a los que se han observado en la población general y en la mayoría de los casos son de grado leve. El efecto secundario más frecuente es el dolor en la zona de la administración de la vacuna, seguido por el cansancio y la fiebre. Aproximadamente el 25% de los pacientes trasplantados que han recibido la vacuna ha necesitado tomar medicación analgésica (paracetamol) para controlar los efectos secundarios.
No, en ningún caso se ha observado empeoramiento de la función renal, rechazo o producción de anticuerpos específicos contra el órgano trasplantado después de la vacuna.
Los datos publicados hasta ahora indican que las vacunas a mRNA sí generan una respuesta inmune (anticuerpos o linfocitos), que es posible detectar prácticamente en la mitad de los pacientes trasplantados de riñón.
Hay poca información sobre la eficacia de otro tipo de vacunas, aunque los datos indican que la respuesta es menos efectiva respecto a las vacunas a mRNA. Aun así, dada la seguridad de cualquier tipo de vacuna, es recomendable vacunarse con la que se tenga a disposición teniendo siempre en cuenta las recomendaciones proporcionadas por las autoridades sanitarias.
Hoy en día, se desconoce cuánto tiempo va a durar el efecto protector proporcionado por las vacunas en los trasplantados renales. Los datos disponibles se registraron justo después de la segunda dosis y, de momento, no existen estudios con un seguimiento a medio-largo plazo (6-12 meses).
Por este motivo, y porque en algunos casos no es posible medir la respuesta inmune a la vacuna en los trasplantados, se recomienda seguir tomando las medidas de precaución de acuerdo al estado epidemiológico del momento y a las indicaciones de los profesionales sanitarios.
Se han reportado casos de COVID después de recibir la vacunación en la población general y también en población trasplantada. En la población general la infección después de la vacuna es muy infrecuente y en la gran mayoría de los casos cursa de forma asintomática. En los trasplantados renales se desconoce todavía la incidencia de infección después de la vacunación y no se excluye que la enfermedad pueda manifestarse con síntomas más importantes que en la población general.
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Información documentada por:
Antoni TrillaConsultor Sénior del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología
Eduard Vieta PascualPsiquiatraJefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología
Gema Maria Lledó IbáñezMédico internistaServicio de enfermedades autoinmunes
Jacobo Sellarés TorresNeumólogoServicio de Neumología y Alergia Respiratoria
Josep M. Miró MedaMédico Enfermedades Infecciosas, HCBPresidente
Josep Maria PeriPsicólogo clínico
Maica RubinatEspecialista en Medicina del DeporteSecretaria General del Deporte y la Actividad Física de la Generalitat de Catalunya
Mariona ViolanEspecialista en Medicina del DeporteSecretaria General del Deporte y la Actividad Física de la Generalitat de Catalunya
Publicado: 12 de marzo del 2020
Actualizado: 12 de marzo del 2020
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