26 de septiembre del 2024
- ¿Qué es?
- Genética del Cáncer
- Historia natural
- Impacto del Cáncer
- Tipos de cáncer
- Causas y factores de riesgo
- Prevención
- Signos y síntomas
- Tratamiento
- Hábitos saludables
- Quimioterapia
- Radioterapia
- Hormonoterapia
- Inmunoterapia
- Terapias dirigidas o diana
- Evolución de la enfermedad
- Cuidados paliativos
Efectos adversos de la Quimioterapia
La quimioterapia se distribuye por todo el organismo por lo que los efectos secundarios pueden afectar a todo el cuerpo y no solo donde está localizado el tumor. Los efectos varían en función del tipo de quimioterapia y del paciente. La mayoría de los efectos secundarios desaparecen de forma gradual al finalizar el tratamiento, aunque en ocasiones pueden producir daños permanentes.
Fiebre
Puede aparecer como efecto secundario directo de los fármacos administrados. Por lo general, aparece en las primeras horas tras su administración y desaparece de manera rápida. También puede estar asociada a una infección producida por la bajada de defensas (inmunosupresión) que provoca el propio tratamiento y que requiere un tratamiento antibiótico.
Si durante el tratamiento aparece fiebre por encima de los 38º C, sobre todo si se acompaña de tos con expectoración purulenta, fatiga, dolor o hemorragia al orinar, inflamación de la zona del catéter o cualquier otro síntoma asociado, se debe consultar de urgencia con el equipo sanitario.
Inflamación de las mucosas (mucositis)
Consiste en una inflamación de la mucosa que puede generar llagas o úlceras dolorosas. La localización más frecuente es en la mucosa de la boca, sobre todo, en los labios, la lengua, el paladar y la garganta. Aunque puede afectar a otras mucosas como la anal, la vulvar o la vaginal.
Si aparece dolor o se observan cambios en la boca durante el tratamiento del cáncer es importante hablar con el equipo de salud.
Recomendaciones:
- Utilizar cepillos de dientes con cerdas suaves y pasta de dientes con alto contenido en flúor.
- Mantener una buena higiene bucal. Realizar enjuagues con una solución de bicarbonato, agua con sal, agua de tomillo o un colutorio que no contenga alcohol.
- Hidratar los labios con crema labial o cacao.
- Beber pequeños sorbos de agua durante el día.
- Tomar, preferentemente, alimentos blandos, fríos o a temperatura ambiente.
Evitar:
- Tomar alimentos secos e irritantes (pimienta, cítricos…).
- Utilizar sedas o cepillos interdentales.
- Fumar y las bebidas irritantes como el alcohol o café.
- Limpiezas bucales y extracciones dentales.
Náuseas y vómitos
Son los efectos secundarios más comunes y pueden aparecer incluso a pesar del tratamiento farmacológico preventivo. Hay que tener en cuenta que cada quimioterapia es específica para cada paciente y que la frecuencia e intensidad de estos síntomas dependen del tratamiento y de la sensibilidad individual de cada paciente.
En este sentido, el equipo de salud, antes de su inicio, informa sobre la posibilidad de la aparición de estos efectos secundarios y los fármacos más adecuados para su prevención. Además de los fármacos que impiden el vómito y la náusea (antieméticos), puede ser de utilidad emplear ansiolíticos y técnicas de relajación que ayuden a reducir el nivel general de ansiedad.
Recomendaciones:
- Comer en un ambiente tranquilo y agradable.
- Repartir la comida en pequeñas cantidades, 5-6 veces al día.
- Tomar alimentos de fácil digestión, con textura blanda, sabor suave y de preparación sencilla como el yogur, el queso fresco, el flan, las natillas, las cuajadas, el sorbete de frutas, helado, gelatina, tostadas, galletas, bocadillos, tortilla francesa o huevo duro, pollo, pasta, patata cocida o puré.
- Los alimentos salados se suelen tolerar mejor.
- Tomar al inicio del día alimentos secos como galletas o tostadas.
- Es aconsejable que las comidas estén a temperatura ambiente o frescas, ya que las calientes pueden favorecer la aparición de náuseas.
- Beber líquidos fuera de las comidas para evitar la sensación de plenitud.
- Ingerir bebidas que estén a temperatura ambiente o fría, a pequeños sorbos.
- Descansar después de cada comida, preferiblemente sentado, al menos durante una hora.
- Preparar platos con antelación y congelarlos envasados de manera individual, para tener recursos aquellos días en que no se tengan ganas de cocinar o que molesten los olores.
Evitar:
- Cocinar o preparar comidas con náuseas.
- Alimentos con olores fuertes y penetrantes.
- Alimentos ácidos, picantes o muy condimentados.
- Comidas ricas en grasas (frituras, salsas, quesos grasos, leche entera…) ya que dificultan la digestión.
- Ropa que apriete u oprima el estómago.
- Tumbarse después de comer.
Diarrea
Cuando la quimioterapia afecta a las células que recubren el intestino, su funcionamiento se puede ver alterado. Como consecuencia, el intestino pierde la capacidad de absorber el agua y los distintos nutrientes, lo que da lugar a la diarrea. El equipo sanitario prescribe fármacos que previenen la aparición de diarrea o la interrumpen lo antes posible. Seguir una dieta astringente basada en alimentos bajos en fibra como el arroz o pescado hervido, manzana asada, etc., ingerir de manera lenta los líquidos, evitar lácteos y derivados, eliminar bebidas irritantes, como el café o el alcohol, pueden ayudar a controlar este síntoma. En ocasiones, la diarrea puede ser importante tanto por su duración como por el número de deposiciones al día. En estos casos, para evitar la deshidratación, es preciso contactar con el equipo sanitario para que prescriba el tratamiento más adecuado.
Recomendaciones:
- En las primeras horas tras el inicio de la diarrea es preferible realizar una dieta absoluta (no comer) para que el intestino descanse.
- Pasadas 2-3h empezar a introducir líquidos progresivamente y a pequeños sorbos: líquidos como agua, infusiones (manzanilla, tila, poleo), zumos (manzana, zanahoria) sin pulpa y con poco azúcar, agua de arroz o zanahoria, bebidas isotónicas tipo Aquarius®.
- Sustituir la leche de vaca por leche sin lactosa o leche de arroz.
- Cuando la diarrea empieza a desaparecer, introducir alimentos en pequeñas cantidades, sin grasa y fáciles de digerir (arroz hervido, arroz con zanahoria, puré de patata, carne blanca o pescado blanco a la plancha o hervido, jamón cocido, puré de manzana, manzana rallada oxidada o membrillo).
- Preparar los alimentos cocidos, al vapor o a la plancha.
- Comer frecuentemente y en pequeñas cantidades.
- Consumir alimentos ricos en potasio (plátano maduro, melocotón en almíbar, albaricoques…).
Evitar:
- Fritos y guisos, condimentos irritantes (pimienta, pimentón, nuez moscada) carnes rojas, zumo de naranja o frutas ácidas.
- Alimentos que produzcan flatulencias (col, coliflor, brócoli, pimientos, cebolla cruda) y verduras, legumbres u hortalizas crudas.
- Café, chocolate y bebidas alcohólicas.
- Alimentos grasos (aguacate, aceitunas, productos de bollería industrial).
-
No se deben tomar antidiarreicos sin consultar previamente con el equipo de salud.
Estreñimiento
Se habla de estreñimiento cuando la defecación ocurre menos de 2 veces por semana y la consistencia de las heces se altera, presenta dureza y causa dolor al expulsarla. Se trata de la complicación intestinal más frecuente en los pacientes con cáncer y afecta hasta al 40% cuando la enfermedad está avanzada y al 90% cuando hay consumo de morfina, codeína y tebaína (opiáceos) para calmar el dolor o la tos. En ocasiones, el estreñimiento puede indicar un problema más grave que requiere más pruebas, por lo que se aconseja hablar con el equipo de salud sobre cualquier síntoma de estreñimiento o cambios que se puedan experimentar.
Recomendaciones:
- Aumentar la ingesta habitual de líquidos.
- Aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra (como pan o cereales integrales, frutas, verduras, legumbres).
- Estimular la motilidad intestinal:
- Tomar en ayunas una cucharada de aceite de oliva, un vaso de agua tibia, una infusión de menta poleo, manzanilla, melisa o un zumo de naranja sin colar, un café o 2-3 ciruelas.
- Ingerir líquidos fríos (agua o zumos) seguido de líquidos calientes (café con leche o infusiones). La ingesta de leche y de cítricos.
- Tomar suplementos de fibra que no fermenten, como las semillas de lino.
- Hacer ejercicio suave y de manera regular, como caminar 30 minutos al día.
- Intentar mantener un horario fijo para ir al baño para educar el intestino.
- Mantener una posición que favorezca el esfuerzo de la pared abdominal e intentar relajarse.
- Realizar suaves masajes en el abdomen siguiendo las agujas del reloj.
Evitar:
- Los condimentos fuertes y picantes (pimienta y guindillas).
- Alimentos ricos en taninos (membrillo, te, vino tinto y manzana).
- Posponer el momento de la defecación.
- No tomar laxantes, supositorios o enemas sin consultar previamente con el equipo de salud.
Pérdida de apetito o anorexia
Es la sensación de no tener hambre ni deseos de comer y/o probar ningún alimento.
Recomendaciones:
- Comer pequeñas cantidades y un mínimo de 4 o 5 veces al día.
- Enriquecer los platos con la finalidad de aportar el máximo de nutrientes:
- Sopas y purés: queso en porciones, huevo duro picado, picatostes, tacos de jamón, frutos secos, nata, mantequilla, leche en polvo, harina de avena o aceite.
- Verduras: aceite de oliva crudo, salsa bechamel, mayonesa, sofrito de jamón, frutos secos.
- Arroces: salsa de tomate, yema de huevo, sofrito de jamón serrano, ajos o cebolla.
- Pastas: salsa de nata o de tomate, queso parmesano, beicon o mantequilla.
- Postres: azúcar, miel, mermelada, nata, chocolate, leche en polvo o condensada, frutos secos, yogurt con compota o batidos.
- Preparar comidas vistosas y agradables a la vista.
- Aprovechar las horas del día en las que más apetito se tiene como el desayuno, para hacer una ingesta más completa.
- Tratar de comer en un ambiente que sea agradable.
Evitar:
- Evitar comidas pesadas, grasosas o fritas y que provocan gases.
- Evitar los olores que resultan repugnantes o molestos mientras se come.
Boca seca (xerostomía)
Se produce cuando las glándulas salivales no producen suficiente saliva. Es una sensación subjetiva. Dado que la saliva es necesaria para masticar, tragar, saborear y hablar, estas actividades pueden ser más difíciles con sequedad en la boca.
Recomendaciones:
- Extremar la higiene bucal. Utilizar cepillos de dientes con cerdas suaves y pastas de dientes con alto contenido en flúor.
- Realizar enjuagues con solución de bicarbonato, agua con sal, agua de tomillo o un colutorio que no contenga alcohol.
- Ingerir pequeñas cantidades de líquido frecuentemente (zumos de fruta ácidas, infusiones con limón, agua con esencias, bebidas bicarbonatadas).
- Para estimular la salivación o para humedecer la boca, masticar trozos de frutas (piña), chupar cubitos de hielo, caramelos o chicles con xilitol sin azúcar.
- Tomar alimentos blandos triturados en caldos o salsas: flan, natillas, helado, yogur, sopas, guisados, zumos, fruta en almíbar o compota.
- Aliñar con limón o vinagre.
- Los hidratantes bucales (saliva artificial) pueden ser un sustituto beneficioso.
Evitar:
- Alimentos secos y fibrosos (frutos secos, galletas, tostadas, carnes o pescado a la plancha o parrilla…), aceitosos y espesos que requieren grandes cantidades de saliva para masticar y tragar.
- Alimentos muy condimentados y salados.
- Alcohol y los enjuagues alcohólicos.
Alteraciones del gusto (disgeusia)
Es la modificación del sabor de determinados alimentos. Se puede notar disminución de sabor de algunas comidas, o bien percibir un gusto metálico o amargo (sobre todo con los alimentos ricos en proteínas, como la carne y el pescado). Los cambios en el gusto pueden producir pérdida del apetito, disminución del peso y aversión a la comida. Se debe informar al equipo de salud si se experimentan cambios en el gusto que afectan a la capacidad de comer.
Recomendaciones:
- Preparar comidas con buen aspecto y olor agradable.
- Realizar enjuagues antes de comer.
- Suele tolerarse mejor el pollo, pavo o huevos que la carne roja, ya que tienen un olor menos intenso.
- En caso de tener sabor metálico, sustituir los cubiertos habituales por unos de plástico.
- Emplear especies o condimentos suaves en la preparación de las comidas.
- Servir la comida a temperatura ambiente (desprende menos olor).
Evitar:
- Los alimentos con olores penetrantes y fuertes como las coles y el pescado azul.
- Los olores ambientales y los lugares donde se cocina.
Alteraciones de la médula ósea
La médula ósea es un tejido que se encuentra situado en el interior de determinados huesos y se encarga de producir las células de la sangre como los glóbulos rojos, los leucocitos y las plaquetas. Estas células se dividen de forma rápida lo que las hace muy sensibles al efecto de la quimioterapia. La pérdida de células sanguíneas (glóbulos rojos y blancos) es especialmente importante, ya que tiene un impacto en los mecanismos de inmunoprotección o en el transporte de oxigeno.
Bajada de defensas (neutropenia). Es la disminución de los glóbulos blancos en la sangre, que puede favorecer la aparición de infecciones que se manifiestan con fiebre.
Recomendaciones:
- Incorporar rutinas de higiene, hidratación y protección solar, tanto corporal como facial, ya que la piel suele ser más sensible y vulnerable a las infecciones.
- Lavarse las manos antes de manipular alimentos o después de ir al baño.
- Mantener las uñas limpias y cortas.
- Cambiar el cepillo de dientes mínimo cada 3 meses.
Evitar:
- Compartir utensilios de comida, bebida e higiene personal.
- El contacto con los excrementos de animales de compañía.
- Ponerse vacunas sin antes consultar con el equipo médico.
- En la medida de lo posible, evitar el contacto directo con personas que estén pasando por un proceso contagioso (gripe, sarampión…).
Bajada de glóbulos rojos (anemia). Es la disminución de los valores de hemoglobina y hematocrito en sangre que se manifiesta con sensación de cansancio, debilidad o fatiga intensa.
Recomendaciones:
- Mantener una vida tranquila y evitar situaciones estresantes o que requieran esfuerzo físico importante.
- Procurar un descanso adecuado y un sueño reparador por la noche.
- Realizar algo de actividad física durante el día, en la medida que sea posible y sin que suponga un sobreesfuerzo.
Bajada de plaquetas (plaquetopenia). Es la disminución del número de plaquetas en sangre. Puede provocar la aparición de hematomas y hemorragias.
Recomendaciones:
- Tener cuidado al manipular objetos punzantes o cortantes.
- Utilizar afeitadora eléctrica.
- Lavarse los dientes con cepillo de cerdas suaves y utilizar bálsamo o cacao labial para evitar grietas/sequedad.
Evitar:
- Ceras y cuchillas de afeitar.
- Traumatismos y heridas. Utilizar zapatos cerrados para evitar caídas.
- El estreñimiento.
Se recomienda ponerse en contacto con el equipo de salud si aparece un sangrado que no se detiene, una menstruación más abundante de lo normal o cambios como dolor de cabeza o alteración de la vista. También hay que ir a urgencias siempre que la temperatura corporal supere los 38º y/o se acompañe de escalofríos o tiritona. No tomar ninguna medicación para bajar la temperatura antes de acudir a urgencias.
Caída del cabello (alopecia)
Se produce por la acción de los distintos fármacos sobre el folículo piloso que provocan su destrucción y, por tanto, la pérdida del pelo. Es un efecto secundario que no aparece siempre, ya que depende del tipo de medicamento empleado. Existe la posibilidad de que la caída de pelo sea generalizada, es decir, que además de afectar al cuero cabelludo lo haga a otras partes del cuerpo, como las axilas, los brazos, las piernas, las cejas, las pestañas, etc. La caída se produce a las 2-3 semanas de haber iniciado el tratamiento y es reversible. Cuando el pelo cae, puede producir molestias en el cuero cabelludo debido a un proceso inflamatorio. A los 2-3 meses de finalizar el tratamiento el cabello vuelve a crecer. Inicialmente más fino y con características diferentes al pelo original (diferencias en color, más rizado o más liso...) Estos cambios en el nuevo cabello pueden ser temporales o definitivos.
Recomendaciones:
- Cuidado del cabello. Usar champús y cepillos de cerdas suaves. Si se usan tintes, que sean sin amoníaco. Es recomendable hacer una prueba de reacción al tinte previamente.
- Proteger y cuidar el cuero cabelludo. Usar protección solar y sombrero o pañuelo para protegerse del sol. Hidratarse el cuero cabelludo.
- En caso de que sea necesario, se puede cortar o rasurar el pelo. Si es así, hacerlo con maquinilla eléctrica para evitar cortes en la piel.
Evitar:
- Tratamientos agresivos para el cabello.
- Secador de pelo.
Alteraciones en piel y uñas
Picor (prurito), enrojecimiento (eritema), sequedad y descamación. Son síntomas, en general, de poca importancia, pero que deben ser vigilados. Si aparece picor repentino o intenso en la piel, erupciones, habones o dificultad para respirar, puede significar una reacción alérgica que requiere una atención inmediata. Puede aparecer fotosensibilidad cutánea, es decir, una mayor sensibilidad de la piel a la luz solar, siendo más vulnerable a quemaduras por el sol y cambios en la tonalidad de la piel como manchas solares. Las uñas pueden volverse de coloración oscura, quebradizas, romperse con facilidad y aparecer bandas verticales en ellas.
Recomendaciones:
- Informar al equipo de salud de la aparición de alteraciones en la piel y las uñas.
- Utilizar crema de protección solar factor 50 y aplicarla cada 2-3 horas si se permanece al aire libre.
- Protegerse con sombreros y evitar la exposición directa al sol entre las 12h y las 16h.
- Usar jabones neutros (tipo syndet o PH fisiológico) y agua tibia en la ducha.
- Hidratarse la piel. Usar cremas hidratantes sin perfumes ni conservantes e hipoalérgicas después de la ducha.
- Evitar productos que irriten la piel como jabones, cremas y detergentes fuertes o perfumados. No usar exfoliantes o productos que raspen la piel.
- Utilizar calzado cómodo y calcetines/medias no apretados.
- Utilizar ropa cómoda, no apretada y de tejidos naturales.
Alteraciones neurológicas
Ciertos fármacos pueden producir una alteración de la sensibilidad, generalmente en las extremidades. Se describe como unos hormigueos en la palma y dedos de las manos y en la planta y los dedos de los pies, que pueden llegar a ser dolorosos. Pueden aparecer a las semanas del inicio del tratamiento. Según la intensidad y/o tolerancia, pueden suponer la suspensión del tratamiento. Estos síntomas presentan una mejoría lenta y progresiva tras el cese o finalización de la quimioterapia.
Recomendaciones:
- Proteger las manos y los pies de temperaturas extremas (guantes y calcetines).
- Usar agua templada tanto para ducharse o lavarse las manos como para lavar los platos.
- Utilizar ropa ancha y calzado cómodo.
- Evitar tomar bebidas frías o con cubitos de hielo y helados.
Alteraciones de la fertilidad y disfunciones sexuales
En la mujer la quimioterapia puede afectar al funcionamiento del ovario y producir menos hormonas sexuales femeninas que habitualmente. Esto puede provocar una serie de síntomas parecidos a los de la menopausia:
- Irregularidades o desaparición de la regla (amenorrea).
- Sequedad de la vagina por disminución en el lubricado, lo que dificulta las relaciones sexuales, pérdida de elasticidad de la vagina.
- Sofocos.
- Insomnio e irritabilidad.
- Dolor en la zona genital o en otras partes del cuerpo.
- Pérdida del apetito sexual.
- Mayor riesgo de padecer infecciones urinarias.
Recomendaciones:
- Si se desea tener hijos, se pueden preservar los óvulos para usarlos después de terminar el tratamiento.
- La mayor parte de los síntomas locales pueden mejorar si se usan lubricantes antes de tener una relación sexual.
- Utilizar de forma habitual hidratantes vaginales.
- Hablar de manera abierta y honesta con la pareja.
Cáncer y embarazo
No es una situación infrecuente y, hoy en día, hay pacientes embarazadas tratadas de un cáncer. La cirugía es una de los principales tratamientos y la anestesia no supone un riesgo para el feto. En el caso de que la paciente tenga que ser tratada con quimioterapia, esta se puede administrar en el segundo y tercer trimestre del embarazo sin incrementar el riesgo de malformaciones en el feto. Cuando se precisa de quimioterapia tras la cirugía, su administración se retrasa hasta el segundo trimestre del embarazo. En caso de que la paciente esté en el tercer trimestre de gestación, se induce el parto unas semanas antes de la fecha prevista para no atrasar el inicio de la quimioterapia.
En el hombre la quimioterapia puede provocar alteraciones relacionadas con la disminución en la producción de espermatozoides. En algunos casos puede producirse esterilidad, temporal o permanente, pérdida del apetito sexual y disfunción eréctil.
Recomendaciones:
- Si se desean tener hijos, existen formas de conservar el esperma para usarlo en el futuro.
- Hablar de manera abierta y honesta con la pareja.
- En el caso de tener las plaquetas bajas (plaquetopenia), se debe consultar con el equipo médico si se pueden mantener relaciones sexuales.
Información documentada por:
Publicado: 12 de noviembre del 2018
Actualizado: 20 de noviembre del 2018
Mantente al día sobre este contenido
Suscríbete para recibir información sobre las últimas actualizaciones relacionadas con este contenido.
¡Gracias por tu suscripción!
Si es la primera vez que te suscribes recibirás un mail de confirmación, comprueba tu bandeja de entrada.
Noticias relacionadas con Cáncer
Actividades relacionadas
Lunes, 25 de noviembre del 2024. De 15:00h a 19:30h
Jornada de innovación en neoplasias hematológicas
Auditori Esteve. Edifici CEK. C/ Rosselló, 149. Barcelona