Diagnóstico y pruebas demencia frontotemporal
El diagnóstico de la demencia frontotemporal es clínico, es decir, el médico hace el diagnóstico teniendo en cuenta la entrevista al paciente (anamnesis) y la exploración neurológica. Frecuentemente se realizan pruebas complementarias que sirven para apoyar el diagnóstico y descartar otras enfermedades, pero estas siempre deben ser interpretadas teniendo en cuenta los síntomas del paciente. Estas pruebas son:
Pruebas neuropsicológicas: son tests para valorar de manera objetiva las habilidades cognitivas (memoria, lenguaje, razonamiento ...) del paciente. Las puntuaciones se comparan con la población general de la misma edad y nivel educativo, dado que tanto la edad como el nivel de estudios afectan los resultados en estos tests.
Análisis de sangre: se evalúan parámetros de salud general que pueden afectar a la función del cerebro. Actualmente no hay ningún marcador en la sangre que sea fiable para confirmar el diagnóstico de demencia frontotemporal.
Neuroimagen estructural: Las técnicas radiológicas de neuroimagen como la tomografía computerizada (TC) y la resonancia magnética (RMN) proporcionan una imagen estructural del cerebro que permite evaluar el patrón de atrofia cerebral.
Neuroimagen funcional: Otras técnicas de medicina nuclear como la tomografía por emisiones de positrones utiliza sustancias marcadas con una pequeña dosis de radiactividad para proporcionar una imagen de cómo funciona el metabolismo del cerebro (PET de fluorodeoxiglucosa y DAT-SPECT).
Punción lumbar: esta prueba permite obtener muestra de líquido cefalorraquídeo, que rodea el cerebro y la médula espinal. Al estar en contacto con el cerebro, nos da información importante de los problemas de este órgano. El estudio de líquido cefalorraquídeo permite distinguir con fiabilidad la demencia frontotemporal de otras demencias como la enfermedad de Alzheimer.
Pruebas genéticas: En los casos de demencia frontotemporal familiar se pueden realizar pruebas para estudiar posibles mutaciones genéticas. Estos estudios genéticos se pueden realizar a través de un análisis de sangre.
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