¿Qué es una Punción Lumbar?

Tiempo de lectura: 7 min

La punción lumbar es un procedimiento que permite diagnosticar diferentes situaciones médicas. Se realiza mediante la inserción de una aguja entre dos vértebras de la región lumbar, concretamente donde ya no hay médula espinal para evitar el riesgo de posibles lesiones medulares. Se utiliza para extraer muestras de líquido cefalorraquídeo.

El líquido cefalorraquídeo (LCR) es un líquido claro y transparente similar al agua que se encuentra en el espacio subaracnoideo, que es el espacio entre el cerebro y la médula espinal y las membranas que los rodean (las meninges). Este líquido baña el cerebro y la médula y su análisis proporciona información valiosa sobre el estado de salud del sistema nervioso central y ayuda a diagnosticar varias enfermedades y afecciones médicas.

Además, esta prueba permite realizar otras evaluaciones como medir la presión de este líquido o incluso administrar medicamentos.

¿Cuándo es necesaria hacer esta prueba y qué enfermedades permite diagnosticar?

La realización de esta prueba se basa en la evaluación clínica del profesional sanitario y en la necesidad de obtener información adicional para el diagnóstico y el manejo adecuado del paciente. Esta prueba está indicada para:

  • Detectar la presencia de agentes infecciosos como bacterias, virus u hongos al líquido cefalorraquídeo que son indicadores de infecciones en el sistema nervioso central como pueden ser la meningitis o la encefalitis.
  • Diagnosticar enfermedades neurológicas como la enfermedad de Alzheimer, la demencia con cuerpos de Lewy o las enfermedades priónicas, la esclerosis múltiple, la encefalitis autoinmune, las neuropatías y radiculopatías (compresión de los nervios) como el síndrome de Guillain-Barré, así como trastornos del movimiento.
  • Detectar células tumorales en el sistema nervioso como sucede en algunas leucemias y, con menos frecuencia, en tumores en fases avanzadas.
  • Detectar la presencia anómala de sangre en el líquido cefalorraquídeo (hemorragia en el espacio subaracnoideo) que no se observa a las pruebas de imagen.
  • Medir la presión del líquido cefalorraquídeo (hipertensión intracraneal).

Además de ser un procedimiento diagnóstico, la punción lumbar también se puede utilizar terapéuticamente para administrar medicamentos directamente en el espacio subaracnoideo como anestésicos, agentes quimioterápicos o fármacos para tratar trastornos neurológicos específicos. También, se puede utilizar para inyectar contraste radiológico antes de una prueba de imagen.

¿Cómo me tengo que preparar para la prueba?

En general, esta prueba no requiere de una preparación específica por parte del paciente, pero sí seguir una serie de normas que se detallan:

Una pastilla con una señal de alerta

Las personas que toman un anticoagulante o dos antiagregantes, y que la prueba sea indispensable, tienen que parar la toma de esta medicación los días previos para prevenir el riesgo de sangrados graves siguiendo las indicaciones del profesional de la salud.

diagnóstico:  analítica de sangre general para diagnóstico

También puede ser necesario hacer algunas pruebas para asegurar que no hay ninguna contraindicación y minimizar el riesgo de complicaciones. Así se realiza un análisis para comprobar que el paciente no tiene problemas de coagulación con el fin de minimizar el riesgo de sangrado. También se tiene que disponer de una prueba de imagen cerebral para descartar la presencia de alguna lesión a nivel intracraneal.

Persona bebiendo un vaso de agua de pie

Después de realizar la punción, se recomienda seguir unas medidas de reposo relativo e hidratarse de manera abundante durante las siguientes 24h para prevenir la aparición de complicaciones.

¿Cómo se realiza?

  • Colocación del paciente. La posición depende del procedimiento a realizar; estirado de lado en posición fetal con la cabeza flexionada o sentado inclinado hacia delante y con la barbilla apoyada en el pecho. Estas posiciones tienen como objetivo ayudar a abrir los espacios entre las vértebras por donde se introduce la aguja. Se tiene que estar lo más quieto posible durante el procedimiento para evitar dificultades y complicaciones.
  • Preparación del entorno: Esterilización y desinfección de la zona cutánea de inserción para minimizar el riesgo de infecciones.
  • Administración de anestesia en la zona de inserción para minimizar las molestias a través de un espray frío o con una infiltración con una aguja subcutánea.
  • Punción lumbar. Se realiza con una aguja delgada y larga llamada aguja espinal o aguja de Tuohy para penetrar la piel y los tejidos hasta llegar al espacio subaracnoideo. La aguja se inserta entre dos vértebras lumbares, generalmente entre la tercera y la cuarta o entre la cuarta y la quinta, dependiendo de la anatomía del paciente. A veces y en pacientes con problemas de espalda, se puede requerir de más de una punzada para acceder en el espacio.
  • Recogida de una pequeña cantidad de líquido cefalorraquídeo en tubos de ensayo estériles para analizarlos posteriormente en el laboratorio. Esta muestra se puede obtener dejando salir el líquido gota a gota o absorbiendo poco a poco con una jeringuilla.
  • Después se retira la aguja cuidadosamente y se aplica un apósito estéril en el lugar de punción para ayudar a prevenir infecciones.

Una vez finalizado el procedimiento, el paciente tiene que hacer reposo y asegurar una buena hidratación. Se puede requerir un periodo de observación para detectar cualquier signo de complicaciones en función del procedimiento realizado.

¿Dónde se realiza la prueba?

El lugar de realización de la prueba depende de la situación del paciente:

  • Cuando la prueba se indica de forma programada, se suele realizar en el hospital de día correspondiente donde el paciente acude el mismo día de la citación y se marcha una vez finalizada.
  • En caso de que la persona consulte al servicio de urgencias y se indique esta prueba, esta se puede realizar en el mismo box, si la persona puede colaborar, o en el quirófano, en caso de que el paciente requiera de sedación.
  • Si la prueba se indica mientras la persona se encuentra ingresada, se realiza en la cama de hospitalización.

¿Quién realiza la prueba?

La prueba la realiza el especialista con personal de apoyo para administrarle los instrumentos necesarios para llevar a cabo el procedimiento y recoger las muestras.

¿Cuánto dura la prueba?

La duración de la prueba depende de varios factores como la dificultad anatómica para realizar la inserción de la aguja, la experiencia del profesional sanitario, la cantidad de muestras requeridas o si se tiene que administrar algún tratamiento. En general, acostumbra a tardar unos 10-20 minutos. Después del procedimiento, suele ser necesario un tiempo de reposo y observación antes de que se le permita ir a casa, que suele ser de 20-60 minutos en un procedimiento estándar.

¿Qué sensaciones tendré durante la prueba?

Las sensaciones durante la prueba dependerán de si se administra anestesia o no. En caso de utilizar anestesia cutánea notará una sensación muy fría en la espalda. Si se administra anestesia subcutánea notará una leve punzada y picor en el momento de inyectar el fármaco. Si no se administra anestesia, notará una punzada en la espalda y dolor transitorio similar el que se siente cuando se hace una analítica de sangre. Durante la inserción de la aguja se puede notar una presión o molestia leve. En algunas ocasiones, se experimenta una descarga eléctrica por una pierna en el momento en que la aguja accede en el espacio subaracnoideo.

¿Qué complicaciones puede haber?

Las complicaciones dependen de varios factores como las condiciones de salud subyacentes del paciente, la técnica utilizada, el tipo de aguja y la adherencia a las medidas de asepsia y antisepsia. En general, cuando la punción lumbar se realiza en un entorno adecuado y con las medidas correctas, las complicaciones son poco frecuentes y la mayoría de los pacientes no presentan ningún problema.

La complicación más frecuente que puede haber es:

Mujer con dolor de cabeza

La aparición de dolor de cabeza las 24-48h posteriores al procedimiento, lo que se conoce como cefalea pospunción. Esta aparece en un 5-40% de los casos en función de la aguja utilizada y las dificultades para realizar la prueba, y es más frecuente en pacientes jóvenes y con antecedentes de cefalea. Se trata de un dolor de cabeza opresivo a nivel de cuello y cabeza que aparece al incorporarse y mejora al permanecer estirado, y puede acompañarse de náuseas, vómitos, rigidez en la nuca, visión borrosa y acúfenos. En general, este dolor de cabeza se suele controlar con analgésicos leves como el paracetamol y los AINEs y se suele resolver en 24-48h, aunque en algunas ocasiones puede durar hasta 10 días o requerir de tratamientos específicos.

Otras complicaciones más infrecuentes incluyen:

Bacterias de la microbiota intestinal en una placa de Petri

Riesgo de infección al lugar de la punción, ya sea a nivel cutáneo o, más raramente, meníngeo (meningitis o absceso epidural). Este riesgo, es extremadamente bajo, especialmente si se siguen prácticas adecuadas de asepsia y antisepsia durante el procedimiento.

Inyección lumbar

Se puede provocar sangrado local en el lugar de la punción en forma de pequeño hematoma que se resuelve en los días siguientes sin más complicaciones. En casos todavía más infrecuentes, se puede producir un sangrado a nivel del canal medular o intracraneal en forma de hematoma subdural o epidural. Este se manifiesta con dolor y alteraciones neurológicas tipo déficits motores, sensitivos o incontinencia. El riesgo de esta complicación también es extremadamente bajo si el paciente no tiene trastornos de la coagulación o toma anticoagulantes.

Dos personas hablando y una que no oye

Hay un riesgo bajo de lesión de las raíces nerviosas próximas durante la punción lumbar que puede resultar en una lesión radicular parecido a un pinzamiento. Si el estudio del líquido requiere de la extracción de un volumen importante de muestra, puede aparecer una visión doble o una pérdida auditiva transitoria por disminución de la presión del líquido y afectación de los nervios craneales que se recupera a medida que se regenera el líquido.

Si después de haberse realizado una punción lumbar presenta fiebre, debilidad de alguna parte del cuerpo, pérdida de sensibilidad, incontinencia, dolor de cabeza muy intenso que no se controla con las medidas descritas o alteración del nivel de conciencia, se tiene que consultar al servicio de urgencias.

Información documentada por:

Diana Esteller Gauxax
Yaroslau Compta Hirnyj

Publicado: 27 de agosto del 2024
Actualizado: 27 de agosto del 2024

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