Tratamiento de la demencia frontotemporal
Actualmente no existe una cura ni un tratamiento específico para la demencia frontotemporal. Los tratamientos de la enfermedad de Alzheimer no muestran eficacia con las demencias frontotemporales. Sí que existen tratamientos, farmacológicos y no farmacológicos, que pueden ayudar a controlar los síntomas de la enfermedad.
Gestionar las conductas: las conductas propias de los pacientes con demencia frontotemporal pueden ser difíciles de manejar por los cuidadores, y pueden llegar incluso a ser frustrantes. Los cuidadores pueden tener la sensación de que el enfermo "no es la persona que conocían". Es importante, sin embargo, entender que estas conductas son debidas a la enfermedad y se debe evitar culpabilizar al paciente. Discutir o reñir a los pacientes por su conducta no es eficaz ya que el paciente no las puede controlar.
Para afrontar la apatía propia de la enfermedad es útil ser proactivo con el paciente. Por ejemplo, formular preguntas abiertas ( "¿Qué te apetece hacer hoy?") Suele ser más difícil de responder por el paciente que preguntas con opciones cerradas ( "¿Quieres ir al centro comercial o al cine?"). Mantener rutinas y adaptar entornos también puede ser útil a la hora de gestionar las conductas compulsivas. Puede ser útil consultar un terapeuta ocupacional que valore los problemas resultantes de la enfermedad y cómo gestionarlos. Enlazar con: Alteraciones de la Conducta en las Personas con Demencia | Hospital Clínic Barcelona (clinicbarcelona.org)
Logopedia: en pacientes con alteraciones del habla se recomienda realizar terapia logopédica. La logopedia pretende reforzar las capacidades lingüísticas y buscar herramientas alternativas para compensar las capacidades alteradas. Por ejemplo, en fases avanzadas de la enfermedad en las que se puede perder la comunicación verbal, un logopeda puede orientar formas de comunicación alternativas como aplicaciones de móvil, dibujos, etc.
Hoy día, no existe un tratamiento farmacológico capaz de restablecer, detener o retrasar el proceso de neurodegeneración de la demencia frontotemporal. Sí que existen tratamientos sintomáticos, es decir, que ayudan a controlar los síntomas de la enfermedad. Estos tratamientos sintomáticos consisten en tratamientos antidepresivos y antipsicóticos:
Antidepresivos: algunos tipos de antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) pueden reducir los problemas conductuales asociados a la demencia frontotemporal.
Antipsicóticos: algunos medicamentos antipsicóticos como la quetiapina, risperidona y la olanzapina, pueden ser útiles en el control de los síntomas conductuales de la enfermedad. Estos fármacos, sin embargo, deben utilizarse con precaución por sus potenciales efectos adversos.
Los investigadores continúan explorando las causas biológicas y genéticas de la demencia frontotemporal con el objetivo final de modificar el curso de la enfermedad, es decir, que sea capaz de detener o ralentizar el deterioro del cerebro. La mayoría de estos fármacos buscan evitar la acumulación y propagación de los depósitos de proteína anómala en las neuronas.
Sin embargo, los investigadores también intentan desarrollar nuevos biomarcadores bioquímicos (moléculas presentes en la sangre o en el líquido cefalorraquídeo) o de neuroimagen (resonancia magnética o PET), para mejorar el diagnóstico de la enfermedad y permitir un tratamiento dirigido cuando esté disponible.
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