¿Qué es una PET-TC?

En esta técnica se administra una sustancia radiactiva (inofensiva para el organismo) unida a una molécula específica (conocida como radiotrazador o radiofármaco) que viaja hasta el órgano o tejido que se quiere estudiar. A medida que el radiofármaco se desintegra, emite positrones que interaccionan con los electrones de nuestro cuerpo. Esta colisión produce los rayos gama que son detectados por una cámara especial llamada tomógrafo PET y crea una imagen de la distribución del radiofármaco dentro del organismo.

Adicionalmente, el tomógrafo PET se combina también con la técnica TC que permite obtener imágenes detalladas de la estructura anatómica, como por ejemplo órganos y tejidos. Esto proporciona información sobre la ubicación exacta de las áreas destacadas por la PET.

La PET-TC ofrece:

• Una mejor resolución. Más precisión en la localización de las áreas con actividad metabólica anormal.
• Más sensibilidad. Puede detectar menor cantidad de radiofármaco.
• Menor tiempo de adquisición de imágenes en comparación con la SPECT/TC, otra prueba diagnóstica de medicina nuclear.

¿Qué radiofármacos se utilizan?

Los radiofármacos utilizados en PET tienen dianas específicas y proporcionan imágenes más precisas, lo que permite un diagnóstico más exacto y una mejor planificación del tratamiento.

El radiofármaco más utilizado es la 18F-FDG (fluorodesoxiglucosa) que refleja la actividad metabólica de las células cancerosas, puesto que se concentra en zonas con un alto consumo de glucosa. También hay una serie de radiofármacos que se utilizan para varias aplicaciones clínicas en PET, como por ejemplo 68Ga-DOTA-Octreotida (DOTATOC) utilizado en pacientes con tumores neuroendocrinos, para la detección y el seguimiento de metástasis hepáticas y otras metástasis, 18F-colina (fluorocolina)/ 18F-PSMA utilizados principalmente en la imagen del cáncer de próstata, 18F-flutemetamol/18F-florbetaben utilizados para la detección de placa amiloide cerebral en pacientes con sospecha de tener la enfermedad de Alzheimer u otros trastornos neurodegenerativos.

Una PET-TC se puede solicitar en varias situaciones clínicas para ayudar en el diagnóstico, la planificación del tratamiento y la evaluación de la respuesta al tratamiento. La decisión de realizar una PET-TC depende de la situación clínica específica de cada paciente y de las indicaciones de los profesionales sanitarios que están tratando el caso. No todos los pacientes requieren una PET-TC y su utilización se evalúa de manera individualizada en función de los síntomas, los resultados de otras pruebas y el cuadro clínico global.

Por ejemplo, una de las aplicaciones más comunes de esta técnica es que ayuda a determinar la mejor terapia en enfermadades oncológicas, ya que  permite detectar tumores, determinar su extensión y evaluar la respuesta al tratamiento. En enfermedades cardiovasculares permite evaluar el flujo sanguíneo en el corazón y detectar problemas como las enfermedades de las arterias coronarias. En enfermedades neurológicas, como por ejemplo demencias o epilepsia, puede proporcionar información sobre la actividad metabólica del cerebro. En enfermedades inflamatorias puede ser útil en la detección y seguimiento de procesos inflamatorios, como la arteritis temporal u otros trastornos autoinmunitarios. En infecciones, puede ayudar a localizar y caracterizar infecciones en varias partes del cuerpo.

La preparación para la PET-TC puede variar según el tipo específico de examen y la condición médica que se está evaluando. Aun así, algunas directrices generales son:

1. Informar al professional sobre cualquier afección médica, alergia o medicamento que se tome, en especial si se tiene diabetes.
2. Si se tiene diabetes, asegurarse de comunicarlo y seguir las instrucciones que el profesional sanitario indique previamente a la realización de la prueba. Además, es necesario llevar la medicación para la diabetes.
3. Llevar ropa cómoda y evitar la ropa con cremalleras, botones o botones metálicos, puesto que pueden interferir con la imagen. Aun así, se tiene que quitar cualquier objeto metálico (joyas, relojes, monedas u objetos de metal).
4. Beber muchos líquidos antes y después del procedimiento para eliminar el radiofármaco del sistema más rápidamente.
5. Es necesario estar en ayunas, excepto con el uso de radiofármacos PET poco habituales que el profesional sanitario indicará.
6. Evitar la cafeína, la nicotina y el ejercicio intenso durante al menos 24 horas antes del procedimiento porque puede afectar a los resultados.
7. Si se está embarazada, se sospecha o se está en periodo de lactancia, se tiene que informar al profesional médico o al personal de enfermería de medicina nuclear antes del procedimiento, puesto que algunos tipos de imágenes de medicina nuclear pueden no ser recomendables.
8. Llegar con tiempo a la cita para poder realizar cualquier trámite adicional que sea necesario.
9. Permanecer en el centro de imagen después de la inyección para permitir la absorción del radiofármaco y realizar la imagen en el momento óptimo.
10. Evitar el contacto estrecho con embarazadas o niños durante el tiempo que indique el personal de enfermería de medicina nuclear.

Los pasos específicos para la realización de una prueba PET pueden variar según el tipo de radiofármaco y la indicación médica, pero los pasos generales son los siguientes:

1. Se administra al paciente el radiofármaco vía intravenosa.
2. El paciente espera dentro de las instalaciones un tiempo determinado que le indicará el personal de enfermería para que el radiofármaco se distribuya por el cuerpo.
3. Pasado el tiempo de espera, el paciente se coloca tumbado e inmóvil sobre una litera que se irá desplazando para realizar primero una imagen TC y después la PET de la zona de interés.
4. En algunos tipos de PET-TC se pide al paciente que cambie de posición durante el proceso para obtener imágenes de otras zonas del cuerpo.
5. Una vez finalizada la prueba, se puede pedir al paciente que espere en el centro mientras las imágenes son revisadas por el especialista de medicina nuclear para comprobar que estas son válidas.
6. Después del examen, el radiofármaco se desintegra de forma natural y se elimina del organismo por la orina y/o las heces. Es aconsejable beber líquidos para ayudar a eliminar el radiofármaco del sistema más rápidamente.

La PET-TC se realiza en el servicio de medicina nuclear de los centros médicos.

Es importante tener en cuenta que las imágenes de PET-TC implican el uso de materiales radiactivos y, en consecuencia, se siguen estrictos procedimientos de seguridad para minimizar la exposición a la radiación de los pacientes, los trabajadores sanitarios y el público en general.

La PET-TC la realizan profesionales de la salud especializados en medicina nuclear. El equipo incluye:

• Especialista en medicina nuclear. Se encarga de interpretar los resultados de la exploración y determinar el mejor tratamiento a partir de las imágenes obtenidas.
• Radiofarmacéutico/a. Responsable de la gestión del radiofármaco.
• Personal de enfermería de medicina nuclear. Realiza la valoración previa del paciente y administra el radiofármaco en función de la prueba indicada por el especialista.
• Técnico superior en imagen para el diagnóstico. Responsable de operar el tomógrafo PET-TC y velar por la seguridad del paciente durante el examen.
• Ingeniero/a biomédico/a.  Se encarga de crear y supervisar las características de la toma, reconstrucción y procesamiento de las imágenes.
• Radiofísico/a. Especialista que asegura que el tomógrafo PET-TC funciona correctamente y que la dosis de radiación que se administra al paciente es segura y adecuada.

Todos los miembros del equipo son profesionales formados que trabajan de manera conjunta para garantizar que el examen se realiza con seguridad y precisión, y que el paciente reciba la mejor atención posible.

La duración de la prueba de PET-TC puede variar en función del tipo de examen que se realice. Algunos procedimientos pueden tardar entre 1 y 3 horas.

Por ejemplo, una PET-TC de cuerpo entero con 18F-FDG suele tardar 1 hora y 30 minutos en completarse, de los que el paciente solo estará 25 minutos dentro de la máquina.

Es importante llegar con tiempo a la cita y seguir las instrucciones de preparación proporcionadas por el equipo sanitario para asegurar que el examen se realiza de manera eficaz y precisa.

La mayoría de los pacientes no experimentan ninguna molestia durante la realización de una PET-TC. Aun así, algunos pueden experimentar algunas sensaciones que pueden incluir:

• Malestar por la inyección. El paciente puede sentir una pequeña molestia o dolor en el lugar de la inyección.
• Calor o frío. Los pacientes pueden experimentar una sensación de calor o frío a medida que se absorbe el radiofármaco.
• Náuseas. Algunos pacientes pueden experimentar náuseas leves o un gusto metálico en la boca como efecto secundario del radiofármaco.
• Ganas de orinar. Los pacientes pueden sentir la necesidad de orinar con más frecuencia a medida que se elimina el radiofármaco del cuerpo.
• Claustrofobia. En algunos casos, los pacientes pueden sentir claustrofobia o sentirse angustiados durante la obtención de la imagen puesto que hay que permanecer quieto en un espacio reducido.

Es importante informar a los miembros del equipo sanitario si se experimenta alguna molestia o efectos secundarios durante la exploración. Estos pueden proporcionar información y apoyo adicional para ayudar a hacer que el examen sea lo más cómodo posible.

La PET-TC se considera una técnica de imagen segura y no invasiva. Sin embargo, existen posibles complicaciones asociadas al uso de radiofármacos:

• Reacción alérgica. En casos muy poco frecuentes, los pacientes pueden experimentar una reacción alérgica a la inyección de radiofármacos, que puede causar síntomas como por ejemplo urticaria o picor. En caso de administrar contraste yodado, las reacciones alérgicas pueden aparecer de manera equivalente que cuando se realiza una TC.
• Exposición a la radiación. La dosis administrada en un procedimiento de PET es muy baja y el riesgo de efectos secundarios a largo plazo es generalmente bajo y no impide hacer vida normal.
• Embarazo y lactancia. Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia tienen que informar a su profesional sanitario antes de someterse a una PET, puesto que es deseable disminuir, tanto como sea posible, la radiación que reciba el feto o el bebé.

Es importante consultar cualquier riesgo o preocupación potencial con el especialista antes de someterse a una PET-TC. El profesional podrá proporcionar información adicional y ayudar a resolver cualquier duda sobre el procedimiento.