Preguntas frecuentes sobre Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico
No. En realidad, el reflujo es un hecho que experimenta casi todo el mundo, pero son unos episodios tan breves que no suelen producir molestias clínicamente relevantes ni tampoco lesionar la mucosa esofágica. Generalmente, aparece justo después de comer o cuando nos estiramos a la cama y dura escasos minutos.
La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) está causada por el paso del contenido gástrico al estómago. Como el esófago no tiene los mecanismos defensivos para hacer frente a sustancias ácidas, como las del estómago, su mucosa se irrita y se lesiona. La ERGE no suele ser consecuencia de una producción elevada de ácido, más bien por una debilidad de los factores defensivos como la barrera antirreflujo y el esfínter esofágico inferior.
Esta enfermedad se diagnostica, fundamentalmente, basándose en los síntomas referidos por los pacientes y su respuesta al tratamiento. Habitualmente no se requieren exploraciones complementarias salvo en situaciones concretas. Las pruebas diagnósticas que pueden ayudar son la gastroscopia, para evaluar el daño causado por el reflujo (erosiones, úlceras, esófago de Barrett), así como factores predisponentes como la hernia de hiato. La pHmetría de 24 horas es otra herramienta diagnóstica de la ERGE que permite confirmar la presencia de reflujo ácido al esófago en pacientes sin un diagnóstico claro o previo a la cirugía (funduplicatura). Y, por último, la manometría esofágica permite evaluar la dinámica del movimiento del esófago.
En general tan solo hay que hacer algún estudio adicional cuándo: no hay mejora después del ensayo terapéutico con fármacos inhibidores de la bomba de protones o IBP, en ausencia de los síntomas clásicos de ERGE (pirosis o regurgitación), si existen signos de alarma (dificultad para tragar, pérdida de peso no intencionada...) o si se identifican factores de riesgo asociados por complicaciones como el esófago de Barrett.
La mayoría de alimentos estudiados (típicamente el chocolate, cafeína, picantes, cítricos, bebidas carbonatadas) no se asocian de una forma importante con los síntomas de ERGE. Como recomendación general, habría que evitar ingestas copiosas y grasientas 2-3 horas previas a estirarse. Es importante bajar de peso si se tiene sobrepeso y dejar de fumar.
El omeprazol es uno de los fármacos más consumidos en el mundo. Como fármacos, los inhibidores de la bomba de protones o IBP son medicamentos efectivos y muy seguros. Al alterar la secreción de ácido, es cierto que la toma crónica de IBP puede reducir la absorción de algunos micronutrientes como el calcio o la vitamina B12. Se han referido posibles efectos adversos con estos fármacos, pero sin una relación causa-efecto muy establecida. Sin embargo, como todo fármaco, se tiene que prescribir con las indicaciones y dosis apropiadas y hacer un seguimiento de su uso a largo plazo.
Los IBP y los antiácidos no son lo mismo. Los antiácidos son medicamentos que neutralizan el ambiente ácido del estómago, alcalinizando el contenido (es decir, aumentando el pH), y por tanto lo vuelven menos corrosivo. Ejemplos de este tipo de medicamento son el bicarbonato de sodio, el almagato, el hidróxido de aluminio o las sales de magnesio.
Son fármacos menos potentes y están indicados para el alivio de síntomas en casos de acidez puntual o leve, puesto que actúan rápidamente. No obstante, en casos de enfermedad por reflujo gastroesofágico, y en sus potenciales complicaciones, están indicados los IBP, que reducen directamente la producción de ácido gástrico y tratan el problema de raíz.
No tratar el reflujo tiene, por un lado un impacto en su calidad de vida, y por otro, la ERGE puede derivar en afectaciones graves para su salud como el esófago de Barrett o la aparición de cáncer.
La cirugía actúa sobre la causa fundamental de la enfermedad, que es la relajación inadecuada del esfínter esofágico inferior y presenta un índice de éxito muy elevado. Sin embargo, no está exenta de riesgo y de aparición de efectos secundarios como la dificultad para el vómito, la disfagia (dificultad para tragar) o la saciedad precoz. Por otro lado, algunos pacientes pueden presentar repetición de los síntomas después de la cirugía. Optar por un tratamiento médico o quirúrgico es a menudo una decisión compleja en la que intervienen varios factores y que se tiene que establecer caso a caso. El desarrollo de técnicas endoscópicas efectivas y seguras podría ser una alternativa a la cirugía.
A veces los episodios intermitentes se pueden tratar con medidas higiénico-dietéticas o con algún fármaco de venta libre en farmacia.
Si los síntomas son persistentes (más de 2 veces a la semana), no desaparecen o empeoran, hay que consultar a un médico puesto que, una ERGE no tratada, puede derivar a largo plazo en complicaciones graves como un estrechamente del esófago, sangrado o cáncer.
Existen síntomas o signos que comportan gravedad y que pueden hacer sospechar complicaciones de la ERGE o la presencia de otra enfermedad potencialmente grave. Es necesaria la valoración por un profesional de la salud si tiene dificultad para tragar, hace un vómito con sangre, las deposiciones son negras como el alquitrán, presenta dolor torácico, ahogo o pérdida de peso.
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Publicado: 29 de noviembre del 2023
Actualizado: 29 de noviembre del 2023
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