¿Qué es una Gastroscopia?

Tiempo de lectura: 3 min

La gastroscopia es una técnica que permite la visualización directa del aparato digestivo superior. Esta parte del aparato digestivo va desde la boca hasta la segunda porción duodenal, que es el inicio del intestino delgado. El gastroscopio pasa por el esófago y el estómago.

¿Cómo se realiza?

Para realizar una gastroscopia se inserta un tubo delgado y flexible a través de la boca y se avanza de forma lenta hacia el esófago, estómago y duodeno. 

Este instrumento, llamado gastroscopio, tiene el grosor del dedo meñique y está formado por una lente y una fuente de luz. Permite observar las imágenes en un monitor de vídeo.  

Además, el gastroscopio tiene un canal en su interior a través del cual se puede introducir material para realizar tratamientos, por ejemplo, inyectar medicamentos u obtener biopsias del tejido.

¿Para qué se recomienda?

 La gastroscopia se recomienda como prueba de prevención y detección del cáncer de esófago y el de estómago, así como para evaluar síntomas de reflujo, malestar abdominal, anemia o diarrea crónica entre muchos otros. 

¿Cómo hay que prepararse?

En general, la preparación consiste en realizar ayuno las 8 horas previas a la realización (no ingerir sólidos ni líquidos). El paciente debe acudir acompañado a hacerse la gastroscopia, ya que se le administrará sedación o anestesia

¿Se puede tomar medicación?

La mayoría de los medicamentos se pueden seguir tomando como de costumbre. 

Se debe informar al equipo de salud acerca de la medicación que está tomando, en particular de productos derivados de la aspirina, antiinflamatorios, anticoagulantes (como la warfarina, dabigatrán, apixaban o heparina), el clopidogrel u otros antiplaquetarios. También en caso de tomar insulina o hierro.  

Además, el paciente ha de informar al equipo si tiene alergia a algún medicamento. 

¿Qué pasa durante la prueba?

El paciente debe colocarse del lado izquierdo sobre una camilla. Se coloca un catéter en una vena de la mano o brazo para administrar la anestesia y unos electrodos para monitorizar las constantes.  

En la mayoría de los casos se administra anestesia general de rápida eliminación, ya que la distensión de las paredes del estómago y el avance del gastroscopio, a través de determinadas curvas o puntos difíciles, puede provocar molestias abdominales. De esta forma, durante la prueba no se siente dolor.  

Para poder visualizar bien la mucosa, el médico introduce un gas (C02) en el estómago. 

El gastroscopio se introduce lentamente desde la boca hacia el esófago y el estómago hasta alcanzar la segunda porción duodenal y se examina la superficie. A medida que se retira lentamente el gastroscopio, se vuelve a examinar el aparato digestivo para que no queden áreas sin visualizar.   

¿Cuánto dura?

El procedimiento en sí, generalmente, dura menos de 15 minutos. Si se tienen en cuenta la preparación y la recuperación se tarda unos 25 minutos. 

¿Qué pasa si la gastroscopia muestra algo anormal?

En los casos en los que se necesite una evaluación adicional, se pasa una pinza a través del gastroscopio para obtener una biopsia. Este procedimiento consiste en extraer una pequeña muestra del revestimiento de la mucosa del esófago, el estómago o el duodeno. Las biopsias se usan para identificar distintas afecciones, por lo que a menudo se realizan a pesar de no haber sospecha de cáncer.  

En el caso de realizarse una gastroscopia para identificar sitios de sangrado, a través del canal del gastroscopio se pueden inyectar medicamentos o sellar vasos sangrantes con tratamiento térmico (proceso de cauterización que consiste en aplicar altas temperaturas), o mediante el uso de pequeños clips.  

Si durante la exploración se encuentran pólipos u otras lesiones, también se pueden extirpar en el mismo acto.

¿Qué sucede después de la Gastroscopia?

El paciente permanece en observación hasta que desaparecen la mayoría de los efectos de los sedantes u anestésicos (suele tardar unos 5 minutos). Por eso, se aconseja acudir al hospital acompañado. 

En general, se puede comer después de la gastroscopia, aunque en los casos en que se hayan extirpado pólipos de gran tamaño (polipectomía) se deberá seguir una dieta especial y restringir algunas actividades.   

El equipo de salud le explicará posteriormente los resultados de la prueba. Normalmente, hay que esperar un cierto tiempo (entre 10 y 14 días) para obtener los resultados de las biopsias.

¿Cuáles son las posibles complicaciones?

La gastroscopia y la polipectomía, habitualmente, no generan complicaciones. La posible complicación que puede surgir es una perforación o rasgadura de la pared del esófago, el estómago o el duodeno, pero es extremadamente raro.  

También puede sangrar la zona donde se ha realizado la biopsia o extirpado el pólipo, aunque de forma leve. El sangrado se puede detener por sí solo o controlarse a través del gastroscopio; rara vez requiere un tratamiento de seguimiento. Algunos pacientes pueden tener una reacción a los sedantes o complicaciones en caso de tener una enfermedad cardíaca o pulmonar.  

Aunque las complicaciones después de la gastroscopia son muy poco comunes, es importante reconocer los signos tempranos de posibles complicaciones. En este caso, se aconseja contactar con el equipo médico en seguida si se nota dolor abdominal intenso, fiebre y escalofríos o vómitos con sangre. 

Información documentada por:

Gloria Fernández Esparrach
Henry Nelson Cordova Guevara

Publicado: 9 de diciembre del 2021
Actualizado: 9 de diciembre del 2021

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