Tratamiento de la Psoriasis

Tiempo de lectura: 6 min

La psoriasis es una enfermedad crónica y, a pesar de que existen tratamientos para su sintomatología, ninguno de ellos es curativo y, por lo tanto, al dejarlos las lesiones de psoriasis pueden volver a aparecer. Hay múltiples tratamientos (tópicos y sistémicos) y puede ocurrir que el tratamiento que funciona en una persona no sea efectivo en otra.

Tratamiento no farmacológico

Los siguientes hábitos se consideran perjudiciales para la psoriasis y hay que intentar reducirlos o eliminarlos:

Mujer sentada en posición de Yoga

Tensión emocional. Un nivel elevado de tensión emocional puede ser el desencadenante de la enfermedad y posteriores brotes psoriásicos. El ejercicio o la meditación pueden ayudar a controlar este estado emocional y disminuir los brotes.

lesión articular

Peso. Las personas con sobrepeso tienden a tener una peor respuesta al tratamiento de la psoriasis y es habitual que además presenten psoriasis en los pliegos. Por lo tanto, es conveniente evitar el sedentarismo y realizar una vida saludable para mantener el peso adecuado en cada persona.

Cigarro tachado en un cartel de "no fumar"

Tabaco. Puede ser un desencadenante de la enfermedad. Fumar de manera prolongada y en grandes cantidades se considera un riesgo para el desarrollo de la psoriasis. En todos los pacientes con psoriasis les aconseja dejar el tabaco como medida de mejora.

Dos jarras de cerveza tachadas indicando que se prohíbe el alcohol

Alcohol. El alcohol puede aumentar el riesgo de tener psoriasis por lo que se aconseja evitar su ingesta.

Tubo y mano con crema hidratante

Piel seca. El uso diario de productos higiénicos no desecantes y cremas hidratantes ayudan a equilibrar la pérdida de agua de la piel y reducir el impacto de los brotes, mejorando la predisposición de la piel a los tratamientos de uso tópico.

Pastillas correctas, con un Tic

Medicamentos contraindicados. La toma de algunos medicamentos que contienen sales de litio, betabloqueantes, AINEs o antagonistas de calcio pueden desencadenar brotes o agravar el estado de la enfermedad.

Sol

Factores medioambientales. Los ambientes secos, un exceso de calefacción o el aire acondicionado pueden agravar los efectos de la psoriasis. Se aconseja evitar su exposición de forma prolongada. Asimismo se ha demostrado que la exposición a los rayos de luz ultravioleta (la luz del sol) es beneficiosa para mejorar los brotes de la enfermedad. Realizar baños de sol evitando las horas de máxima exposición ayuda a mejorar el estado de las lesiones provocadas por los brotes.

Tratamiento farmacológico

Preparados tópicos

Tratamientos tópicos. Son el tratamiento de elección en formas localizadas y poco extensas de psoriasis. Son los tratamientos que presentan menos efectos secundarios, pero son incómodos y requieren un uso continuado. Existen diferentes tipos de tratamientos tópicos. Los más utilizados y eficaces son los corticoides tópicos, de potencia y presentaciones variables. Se deben escoger los más adecuados según las características de las lesiones, su extensión y la zona a tratar. No se deben utilizar de forma continuada para evitar la atrofia cutánea y la posible aparición de estrías. También pueden utilizarse los análogos de la vitamina D, retinoides tópicos, derivados del alquitrán o brea, inmunomoduladores tópicos, emolientes (hidratantes) y sustancias queratolíticas (que ayudan a descamar). Pueden utilizarse de forma combinada, rotatoria o secuencial, con el objetivo de potenciar la eficacia de cada tratamiento y evitar los efectos secundarios de su aplicación continuada.

Paciente recibiendo terapia fotodinámica

Fototerapia. La exposición a los rayos ultravioletas (UV) de la luz solar o artificial enlentece la eliminación de las células muertas de la piel y reduce la descamación y la inflamación. El tratamiento con radiación ultravioleta B de banda estrecha (UVB-BE), radiación ultravioleta A (UVA) en combinación con psoralenos (un medicamento oral potenciador de la radiación UVA) (PUVA) son tratamientos eficaces para formas extensas de psoriasis o en formas de psoriasis que afectan algunas localizaciones (palmas y/o plantas de pies) que no han presentado una respuesta adecuada a los tratamientos tópicos. La fototerapia puede ser difícil de realizar en algunos pacientes por su disponibilidad (suelen ser necesarias unas 3 sesiones a la semana) y por los posibles efectos secundarios a largo plazo (aumento del fotoenvejecimiento y un mayor riesgo de cáncer de piel).

Medicamentos, pastillas

Tratamiento sistémico. Los tratamientos sistémicos están indicados en formas de psoriasis extensas o graves. Suelen ser fármacos eficaces, pero no se encuentran exentos de efectos secundarios importantes, lo que obliga a la práctica de controles (analíticos y clínicos) frecuentes. La ciclosporina es un fármaco muy eficaz, de acción rápida, pero que puede provocar rebrotes importantes de la psoriasis al dejar el tratamiento, obligando a disminuir la dosis lentamente. Requiere control de la presión arterial y de la función del riñón. Por su potencial riesgo de afectación renal, se recomienda utilizarla en ciclos cortos de 3-4 meses. El metotrexato es un fármaco que tarda en actuar un poco más que la ciclosporina, pero que suele conseguir controlar la psoriasis durante períodos prolongados. Obliga a controles de la función hepática y no se aconseja superar una dosis total máxima por el riesgo de daño hepático a largo plazo. El acitretino es un fármaco menos eficaz, pero que puede ser muy útil en un subgrupo de pacientes, especialmente en combinación con la fototerapia. Requiere controles de los triglicéridos y del colesterol y suele ocasionar un aumento de sequedad de la piel y de las mucosas (labios). Es un fármaco que puede producir malformaciones del feto en mujeres embarazadas, incluso 2 años después del tratamiento, por lo que no se recomienda en mujeres en edad fértil.

Nuevas terapias

Jeringuilla

Tratamientos biológicos. Los tratamientos biológicos (etanercept, infliximab, adalimumab, ustekinumab, secukinumab, ixekizumab) son fármacos de reciente aparición. Los tratamientos biológicos están indicados en las formas graves de psoriasis. Según las guías de consenso europeas, son unos medicamentos de segunda elección y es necesario que los pacientes no hayan respondido al menos a dos tratamientos sistémicos clásicos (fototerapia, metotrexato, ciclosporina o acitretino), o que no se les haya podido pautar porque tienen alguna contraindicación, hayan presentado algún efecto secundario o han sobrepasado la dosis acumulada aconsejada.

Dependiendo del fármaco, se administran mediante una inyección subcutánea (etanercept, adalimumab, ustekinumab, secukinumab, ixekizumab), o bien por vía endovenosa, es decir, directamente por vena (infliximab). En el caso de la administración subcutánea, el paciente suele administrarse la medicación él mismo en casa, mientras que en el caso del tratamiento endovenoso se requiere que el paciente pase unas horas en el hospital para su administración.

Complicaciones del tratamiento

Los fármacos biológicos son unos medicamentos bien tolerados con una experiencia acumulada de más de 10 años. Tienen como principal efecto secundario las molestias en el lugar del pinchazo. Dado que tienen un efecto inmunosupresor, existe un riesgo potencial de que aparezcan efectos derivados de tener las defensas bajas.

Algunos pacientes han desarrollado infecciones leves como un resfriado común y en algún caso han aparecido infecciones graves como neumonía, tuberculosis u otras. Dado que las defensas tienen un papel importante en la lucha contra los tumores, se está controlando su potencial desarrollo, aunque hasta ahora no se ha demostrado que estos fármacos aumenten la frecuencia (en comparación con la gente no tratada). En raras ocasiones, pueden aparecer alteraciones analíticas, trastornos neurológicos, insuficiencia cardíaca y procesos autoinmunes y erupciones cutáneas.

Por todo ello, los fármacos biológicos están contraindicados en infecciones activas (incluyendo tuberculosis, el virus del VIH y hepatitis víricas VHC o VHB), en pacientes que han pasado un cáncer o un linfoma y en el embarazo. En el caso de los tratamientos antiTNF-α, también estarían contraindicados los antecedentes personales o familiares de esclerosis múltiple, la insuficiencia cardíaca moderada-grave y los procesos autoinmunes.

Información documentada por:

Felipe Julio Ramirez Garcia
Mercè Alsina Gibert
Paula Aguilera Peiro
Sara Gómez Armayones

Publicado: 22 de febrero del 2019
Actualizado: 22 de febrero del 2019

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