Diagnóstico de la enfermedad de Parkinson

Tiempo de lectura: 2 min

El diagnóstico sigue siendo clínico y, por tanto, se basa en la entrevista (anamnesis) y la exploración física. No obstante, en determinadas circunstancias, como edades inusuales de presentación, presencia únicamente de temblor sin otros síntomas o signos, u otras anormalidades clínicas, las pruebas complementarias pueden ayudar a descartar otras causas o enfermedades y a confirmar el diagnóstico.

diagnóstico:  analítica de sangre general para diagnóstico

Analítica de sangre. No hay ningún parámetro analítico actualmente que permita diagnosticar la enfermedad de Parkinson. No obstante, en casos de predominio de temblor es conveniente hacer un perfil tiroideo para descartar alteraciones del tiroides, o en los casos de inicio joven determinar el metabolismo del cobre para ayudar a descartar la enfermedad de Wilson, que tiene un tratamiento específico.

Vaso con muestra de orina y tira reactiva para análisis de orina

Analítica de otros fluidos biológicos. Actualmente ni el análisis de orina, ni de saliva, ni de líquido cefalorraquídeo permiten el diagnóstico de la enfermedad, pero hay multitud de biomarcadores experimentales, fundamentalmente en líquido cefalorraquídeo, que podrían tener utilidad diagnóstica en el futuro.

Aparato de Resonancia Magnética Nuclear o RMN

Neuroimagen estructural. Si la clínica es atípica y, como sucede habitualmente al principio, además es unilateral, se puede realizar una prueba de imagen estructural (TAC o resonancia magnética) para descartar lesiones estructurales en un hemisferio cerebral que expliquen síntomas restringidos al hemicuerpo contrario. También ayuda a descartar otras alteraciones estructurales (lesiones vasculares, hidrocefalia) que pueden cursar con parkinsonismo.

Neuroimagen funcional

Neuroimagen funcional. Se dispone del SPECT de transportador de dopamina que sirve para determinar la reducción de la cantidad de dopamina en el estriado (parte de los ganglios basales que recibe la dopamina de la sustancia negra) como medida indirecta de la disminución de dopamina en la sustancia negra. No es una prueba diagnóstica específica de Parkinson, ya que resulta alterada en cualquier parkinsonismo de tipo neurodegenerativo. Se tiene que reservar para casos en los que se tiene que hacer el diagnóstico diferencial entre la enfermedad de Parkinson y parkinsonismo secundario no degenerativo (vascular, farmacológico) o temblor esencial. En los casos en los que el parkinsonismo se asocia a una alteración cognitiva importante y se duda entre demencia del Parkinson y enfermedad de Alzheimer, un SPECT de transportador de dopamina alterado confirma la posibilidad de demencia del Parkinson.

Información documentada por:

Almudena Sánchez Gómez
Ana Cámara Lorenzo
Maria José Martí
Yaroslau Compta Hirnyj

Publicado: 8 de julio del 2019
Actualizado: 14 de noviembre del 2019

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