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Preguntas frecuentes sobre la enfermedad de Parkinson
No se conoce la causa de la enfermedad, pero se piensa que puede ser debida a una combinación de factores ambientales, moleculares y genéticos en la gran mayoría de casos.
La enfermedad de Parkinson, en un pequeño porcentaje de los casos, puede ser hereditaria. En los casos donde hay historia familiar se pueden estudiar una serie de genes causantes. En la práctica clínica si no hay una alta sospecha (varios familiares afectos) no se realiza el estudio genético.
El diagnóstico de la enfermedad de Parkinson es clínico, es decir, el especialista es quien determina la enfermedad a través de la entrevista con la persona, según las molestias que esta nota, preguntas dirigidas y una exploración neurológica. Hay pruebas que pueden ayudar al diagnóstico si bien ninguno lo determina.
La enfermedad de Parkinson tiene diferentes síntomas. El temblor, a pesar de ser el más conocido solo es uno de ellos y, hasta un 40% de los pacientes puede no presentarlo. El rasgo más característico de la enfermedad es la lentitud motora, otros son la rigidez, la inestabilidad y el temblor típicamente de reposo.
Lo más importante es llevar una vida saludable, evitar consumo de tóxicos, dieta sana, conocida como mediterránea en nuestro entorno, rica en frutas y verduras, evitar grasas saturadas, etc. y, sobre todo, hacer deporte. Elegir un deporte o actividad lúdica que debería venir determinada por los gustos y la posibilidad de realizarlo por la persona. Algunas recomendadas son el taichí, el ciclismo, bailes de salón...
La evolución de la enfermedad es muy diferente en cada persona. Con el tiempo la enfermedad puede llegar a afectar la marcha hasta el punto de necesitar apoyos como bastones, andador o silla de ruedas, con el objetivo de mantener la autonomía y evitar caídas.
Los primeros años no es habitual que haya problemas de memoria, pero en algunos pacientes sí hay dificultades de concentración que pueden mejorar con los tratamientos. En fases avanzadas los problemas cognitivos, incluyendo la memoria, son más frecuentes. Por ello, se recomienda no solo una vida activa a nivel motor sino también mantener el estímulo a nivel cognitivo (lectura, teatro, museos, talleres de memoria).
Hoy por hoy, el tratamiento a la enfermedad de Parkinson es sintomático y no modificador del curso de la enfermedad. Por lo tanto, si al inicio de la enfermedad los síntomas no causan una molestia o incapacidad se puede diferir empezar un tratamiento.
La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa sin un tratamiento curativo o que evite su progresión en el momento actual. Un 50% de los pacientes en torno a los cinco años del tratamiento desarrollará fluctuaciones motoras por la disminución de la respuesta a la medicación. Esto puede ser por un retraso en la absorción de los fármacos y por la pérdida de neuronas productoras de dopamina. Al inicio, para mejorarlo, se pueden ajustar los tratamientos convencionales y cuando estas son más graves recurrir a terapias más complejas (infusiones de fármacos o cirugía de estimulación cerebral profunda).
Aquellos medicamentos que producen un bloqueo del receptor de la dopamina como algunos antipsicóticos, un uso frecuente de antieméticos como la metoclopramida, entre otros.
Si hay constatada una deficiencia vitamínica están indicadas. En algún caso concreto la suplementación no indicada incluso puede ser problemática (por ejemplo, la vitamina B6 puede interferir con el efecto de la levodopa).
Sí, la enfermedad de Parkinson es una enfermedad que afecta no solo la función motora, sino también a muchos otros aspectos como la falta de interés para realizar actividades o estar con otra gente y la fatiga.
Es recomendable hacer una dieta saludable, mediterránea, rica en frutas y verduras, fibra y evitar grasas saturadas, fritos. Disminuir o retirar el consumo de alcohol y otros tóxicos como el tabaco.
Un consumo excesivo de alcohol puede producir un daño hepático y aumentar el riesgo de efectos secundarios farmacológicos. Se recomienda evitar el consumo de alcohol o que sea en pequeñas cantidades. En cuanto al tabaco se debe evitar: es un riesgo constatado cardiovascular con el que aumenta la probabilidad de presentar un infarto de miocardio o cerebral. Aumenta el riesgo cancerígeno de pulmón y muchos otros. Es una medida de salud global el evitar fumar.
Se puede y es muy recomendable. Se debería tomar como parte del tratamiento. Deportes que se recomiendan con asiduidad son el taichi y el ciclismo, pero cualquier deporte que le guste a la persona o que tenga los medios o la facilidad para poder realizarlo es recomendable.
Sí, no hay ninguna contraindicación para coger un avión. La conducción hasta estadios avanzados de la enfermedad no se suele ver comprometida.
Los tratamientos que tenemos disponibles en la actualidad en la enfermedad de Parkinson mejoran los síntomas motores y no motores, pero no curan ni actúan sobre su evolución. Se están estudiando varios tratamientos con posible efecto modificador del curso de la enfermedad.
El efecto secundario más frecuente de la levodopa es la intolerancia gastrointestinal. Puede producir náuseas y molestias gástricas. Otros efectos secundarios son edemas de la piel en los agonistas dopaminérgicos y trastorno del control de impulsos (ludopatía, hipersexualidad, hiperfagia, etc.). Otros como la amantadina pueden producir alteraciones en la piel. En su mayoría son efectos leves y reversibles ajustando el tratamiento. En el manejo del descontrol de impulsos lo esencial es identificarlos lo antes posible.
Sí. El tipo de cirugía más usada es la estimulación cerebral profunda. Consiste en la colocación de unos electrodos a una parte profunda del cerebro (habitualmente el núcleo subtalámico). No es una cirugía curativa, sino que es un tratamiento sintomático efectivo solo en aquellos casos con fluctuaciones motoras graves no controlables con medicaciones convencionales y que no tienen problemas cognitivos ni psiquiátricos graves.
Es muy importante participar en la investigación para encontrar nuevos y mejores tratamientos no solo sintomáticos sino también dirigidos a modificar las causas subyacentes a la enfermedad y mejorar el curso evolutivo. En los centros terciarios se llevan a cabo una variedad de estudios para profundizar en su conocimiento y ensayos clínicos de nuevas terapias donde se requieren unas condiciones específicas. El especialista podrá explicar a cada persona qué estudio puede vincularse según los rasgos o características necesarias.
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Publicado: 8 de julio del 2019
Actualizado: 14 de noviembre del 2019
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