Causas y factores de riesgo de la infección urinaria

Tiempo de lectura: 4 min

Las causas que predisponen a que se produzca la infección urinaria pueden presentarse tanto desde el lado de los gérmenes como por el de los pacientes.  

Algunos gérmenes son especialmente agresivos y, además, presentan resistencia a los antibióticos que se usan para tratar las infecciones. Esto se debe a que el uso generalizado de antibióticos, no siempre de forma adecuada, ha ocasionado una selección de los tipos de gérmenes más resistentes.  

El abanico de factores que favorecen las infecciones de orina por parte de los pacientes es inmenso.  

Disminución de células del sistema inmunitario vistas al microscopio

Las personas inmunodeprimidas. Debido a enfermedades o tratamientos médicos, estas personas presentan unas defensas disminuidas ante las infecciones. Por ello es necesario hacer un seguimiento meticuloso de estos pacientes. 

Persona con intestino delgado y grueso

La alteración de la microbiota intestinal. La mayor reserva de gérmenes con potencial para ocasionar una infección urinaria se encuentra en el intestino, se denomina a este conjunto de gérmenes “microbiota intestinal” (antes denominada “flora intestinal”). La alteración de esta microbiota debida, por ejemplo, a las alteraciones en la dieta, puede incrementar la frecuencia de infección urinaria.

Mujer con dolor de barriga junto al WC

El estreñimiento o la diarrea crónica predisponen a la infección urinaria recurrente, por lo que el control del ritmo deposicional es clave para evitar las infecciones urinarias. 

Infección vaginal y microbios

En la mujer, la alteración de la microbiota vaginal tiene una clara relación con la infección urinaria. En condiciones normales, la microbiota vulvovaginal tiene un efecto protector frente a las infecciones de orina. El uso de jabones potentes o desinfectantes puede ocasionar la eliminación de la microbiota vaginal y facilitar la infección por parte de gérmenes patógenos. Por ello, es aconsejable usar un jabón suave, como el empleado en los niños pequeños, para la higiene íntima femenina, con el fin de no lesionar esa flora protectora. 

Por otro lado, la menopausia produce una atrofia de la mucosa vulvovaginal y una alteración de esa microbiota. Por ello, muchos ginecólogos aconsejan el uso de cremas o pomadas con estrógenos.  

Incontinencia urinaria en una mujer

Residuo postmiccional. Este es uno de los factores de riesgo más importantes para la infección de orina. El residuo postmiccional son los restos de orina que queda en la vejiga de los pacientes que no vacían la vejiga de forma eficaz al orinar. Esto hace que aumente el número de gérmenes de la vejiga y se produzca una infección del aparato urinario. El residuo postmiccional puede deberse a una obstrucción o a la pérdida de fuerza de los músculos de la vejiga. 

Riñones y sistema urinario

Algunas anomalías anatómicas del aparato urinario (divertículos, litiasis, malformaciones, reflujo vesicoureteral) pueden favorecer el sobrecrecimiento de la microbiota de la vejiga, favoreciendo la infección.  

Persona con sonda para orinar

La presencia de sondas vesicales, o catéteres dentro del aparato urinario tiene como consecuencia un sobrecrecimiento bacteriano y favorece la infección urinaria. Esto se debe a la existencia de una especie de mucosidad producida por las bacterias (biofilm) que crece alrededor de los objetos externos que se introducen en el cuerpo, como puede ser una sonda.

Botella de agua tachada

En personas que ingieren muy poca cantidad de líquido, los riñones se ven obligados a concentrar mucho la orina. Esa orina concentrada, rica en elementos de desecho, es un elemento favorecedor para la infección urinaria. A los pacientes con tendencia a presentar infecciones de orina se les aconseja que beban unos 8 vasos de agua al día (es decir, dos litros de agua). El tipo de agua es indiferente. 

icono mujer sentada en el WC, de perfil

Algunas mujeres realizan micciones entrecortadas de forma voluntaria, tratando de seguir un falso mito, según el cual, esta práctica disminuye la posibilidad de incontinencia urinaria en la edad adulta. La micción debe realizarse sin estas maniobras, que generan la presencia de residuo postmiccional y favorece de la infección. Otra práctica a evitar es apretar el abdomen para orinar. Aunque produzca la sensación de que mejora la forma de orinar, en realidad fomenta la presencia de residuo postmiccional. 

Símbolo del hombre y la mujer

En el momento del coito, en las mujeres, es fácil que gérmenes provenientes de la zona vulvar se introduzcan en la vejiga a través de la uretra. Si además existiera una alteración en la flora vulvovaginal, es fácil que se desencadene una infección. Es conveniente tener una adecuada lubricación en el coito y beber dos vasos de agua después, para aclarar el número de gérmenes que se hubieran podido introducir en la vejiga durante el sexo. Algunas mujeres tienen cistitis de forma frecuente tras el coito. En estos casos, y siempre bajo supervisión médica, puede ser conveniente el uso de un antibiótico antes o después del coito.

El control de estos factores puede disminuir la predisposición a tener una infección urinaria.   

Información documentada por:

Agustín Franco
Ascensión Gómez Porcel
Pilar Luque
Verónica Rico Caballero

Publicado: 30 de marzo del 2022
Actualizado: 30 de marzo del 2022

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