Síntomas del Glaucoma

Tiempo de lectura: 2 min

En la mayoría de los casos el glaucoma no da ningún tipo de síntoma. La pérdida de visión lateral que produce suele pasar inadvertida, especialmente, en casos incipientes, ya que el cerebro es capaz de "rellenar" las partes de imagen que faltan con información de las zonas de alrededor o del otro ojo.

En estos casos de glaucoma leve, el paciente, a veces, puede notar que es más torpe en las actividades de la vida diaria que requieren una buena visión periférica, como dificultades en bajar escaleras, golpear objetos que están en los laterales,.... pero raramente lo atribuye a la visión, sino a una pérdida de agilidad relacionada con la edad. Los pacientes con glaucoma tienen mayor predisposición a sufrir caídas (por ejemplo, mayor incidencia de fracturas de fémur) y también accidentes de tráfico.

No es hasta fases avanzadas que los pacientes son realmente conscientes de su pérdida de visión periférica, ya que experimentan una visión "en túnel" o en "cañón de escopeta".

Una excepción es el glaucoma de ángulo estrecho, que en ciertas ocasiones sí puede dar síntomas ya que puede producirse una subida rápida de presión que el ojo no puede compensar. En estos casos el paciente nota de manera brusca:

Persona difuminada, representando una visión borrosa

Visión borrosa.

Ojo rojo irritado

Enrojecimiento. 

Ojo con un rayo encima, simbolizando dolor

Dolor.

Persona vomitando en un lavabo

Náuseas y vómitos.

Esta situación es una urgencia ya que si se mantiene la presión tan elevada puede dañarse el nervio y afectar de forma grave a la visión.

Signos del Glaucoma

En el tipo de glaucoma más frecuente (primario de ángulo abierto) el aspecto externo del ojo a simple vista es completamente normal. En el fondo de ojo, el nervio óptico normal tiene forma de "donut" con un "agujero" (excavación) central y una zona circular alrededor (la "carne" del donut) que es donde está el tejido nervioso. En los pacientes con glaucoma se produce una pérdida del anillo del nervio óptico (de la carne del donut) de manera que el agujero central se ve aumentado, hasta que en los casos más avanzados se observa como un gran cráter central debido a la ausencia prácticamente completa de tejido nervioso.

En el glaucoma de ángulo estrecho, cuando hay una subida brusca de presión (un "ataque") el ojo puede aparecer de color rojo y en el examen externo observarse una dilatación inmóvil de la pupila del ojo comparado con el otro.

En el glaucoma congénito, debido a que los niños están en época de crecimiento, el ojo afectado puede aumentar de tamaño y verse más grande que el otro y en según qué casos también verse externamente de color blanco (debido a que la córnea pierde su transparencia por el aumento de presión).

Información documentada por:

Elena Fraga Pumar
Elena Milla Griñó
Marta Pazos López

Publicado: 19 de octubre del 2018
Actualizado: 19 de octubre del 2018

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