Diagnóstico del Glaucoma

La campimetría es una de las pruebas más importantes para el diagnóstico y seguimiento del glaucoma, ya que es la única prueba capaz de estudiar la visión periférica que tiene el paciente, es decir, el tipo de visión que se afecta en esta enfermedad.

Es una prueba donde el paciente, primero con un ojo y luego con el otro, marca con un pulsador las luces blancas que aparecen por los laterales (de reojo) sin dejar de mirar una luz de referencia (naranja) que está en el centro durante todo el tiempo que dura la prueba. Primero se tapa un ojo (suele ser el izquierdo) y se hace la prueba con el ojo derecho y, después, se hace la misma operación a la inversa. Esta prueba se realiza bajo la supervisión de un optometrista.

Está comprobado que cuanto más tranquilo está el paciente más fiable es la prueba, con lo que es importante explicar antes cómo funciona la prueba para obtener unos resultados óptimos.

Los pasos a seguir son los siguientes:

• Se fija la vista todo el tiempo en el punto naranja de referencia y se miran las luces blancas que aparecen "de reojo". Si se buscan las luces blancas con la mirada no se puede evaluar de forma correcta la visión lateral.
• Se debe estar cómodo, por lo que es importante colocar de manera correcta la posición de la cabeza, la barbilla y la espalda. Si no se está bien hay que comentarlo con el técnico que está haciendo la prueba.
• Si en algún momento se está incómodo se puede pedir que la prueba se detenga y continuar una vez se esté mejor.
• Se han de marcar todas las luces blancas que aparecen por los laterales sean más fuertes o flojas en intensidad. Hay momentos en que no hay que hacer clic porque no sale ninguna luz. La prueba busca el límite (o umbral) del paciente, es decir, cada vez es más difícil para provocar el fallo. Por lo tanto, siempre, incluso en las personas sin glaucoma, hay un momento en el que se tiene la sensación de que se está haciendo mal.
• No pasa nada porque no se acierte alguna luz. La prueba tiene un sistema de seguridad en el que cualquier luz que no se marca vuelve a aparecer más de una vez.
• La prueba es individual para cada paciente, con lo que se adapta a la velocidad y a la visión que tenga el paciente en ese momento, por lo que no hay dos pruebas iguales.