La Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), en su forma más avanzada, afecta en torno al 1,3% de la población entre los 65 y 74 años en España, y casi al 6% de los mayores de 75, lo que supone unos 485.000 pacientes. Estos datos hacen que podamos definirla como una enfermedad muy común, siendo una de las principales causas de pérdida de la visión en personas mayores de 60 años.
La Degeneración Macular Asociada a la Edad afecta a un área muy sensible de la retina, la mácula, que compromete la visión general y no permite ver los pequeños detalles, ni de cerca ni de lejos. Las personas con DMAE notan que no pueden realizar actividades cotidianas como leer, conducir o identificar personas y objetos. Perciben las líneas rectas como onduladas y aparecen puntos ciegos que afectan a la capacidad de lectura y dificultan la distinción de texturas o colores. Además, también suelen tener problemas para adaptarse a los cambios de iluminación. Sin embargo, la visión periférica funciona con normalidad.
Para conocer mejor esta enfermedad común hay seis cosas que (quizás) no sabías sobre la DMAE:
- La DMAE es una de las principales causas de pérdida de visión entre las personas mayores de 50 años, pero se convierte en la causa principal entre las de 65 años.
- La DMAE puede presentarse en un ojo o en ambos. Además, tener DMAE en un ojo pone en mayor riesgo de desarrollar la misma enfermedad en el otro ojo con el paso de los años.
- La predisposición genética es un factor relevante en el desarrollo de la enfermedad. Es cierto que cualquier persona puede desarrollar DMAE, pero varios estudios muestran que los factores genéticos tienen gran importancia en el momento que se inicia la enfermedad y en la forma en que progresa.
- Es vital consultar al especialista en oftalmología al percibir los primeros síntomas de la DMAE (deformidad de las imágenes, dificultad de lectura y aparición de manchas fijas en el campo de visión central) para realizar una oftalmoscopia (examen del fondo del ojo), así como un examen de agudeza visual. Sin embargo, muchas personas no notan que tienen DMAE hasta que los síntomas son muy notables y es cuando la enfermedad ya está muy avanzada. Por ello, se recomienda visitar al especialista con regularidad.
- La prevención y detección precoz son la forma más eficaz de hacer frente a la enfermedad. Los síntomas más tempranos son un leve desenfoque en la visión central o una dificultad para ver con poca luz.
- Se recomienda no usar dispositivos electrónicos durante más de cuatro horas al día y dejar de utilizarlos dos horas antes de ir a dormir. Además, seguir un estilo de vida saludable como dejar de fumar, hacer ejercicio con regularidad, tener una dieta equilibrada o exponerse al sol de forma saludable, ayudan a disminuir el riesgo de tener DMAE.
INFORMACIÓN DOCUMENTADA POR:
Dr. Ricardo Casaroli, oftalmólogo del Servicio de Oftalmología del hospital Clínic Barcelona.