Preguntas frecuentes sobre el Glaucoma
No. Tener glaucoma significa tener una enfermedad del nervio óptico. La presión del ojo es un factor de riesgo muy importante, pero ni todos los pacientes con glaucoma tienen la presión alta ni todos los pacientes con presión alta acaban desarrollando glaucoma.
El pronóstico de la enfermedad depende del grado de glaucoma en el momento del diagnóstico. Actualmente, salvo algunos glaucomas extremadamente agresivos (pseudoexfoliativo....), en la mayoría de los casos podemos frenar la enfermedad y que el paciente no siga perdiendo visión.
Sí. El uso crónico con cortisona en cualquier forma de administración (gotas, oral, endovenosa, inhalada, espráis nasales ...) puede aumentar la presión del ojo a partir de las 4-6 semanas de tratamiento continuado, especialmente en los pacientes que tienen tendencia a tener la presión del ojo alta de base y en los pacientes con glaucoma. Si está tomando esta medicación es importante que lo explique a su oftalmólogo.
Todos los familiares de primer grado (hijos y hermanos) de los pacientes con glaucoma deberían revisarse una vez al año a partir de los 40 años.
Hay algunos estudios que hablan del estrés como desencadenante de un aumento brusco de presión en los pacientes con ángulo estrecho. No hay una asociación clara con el glaucoma de ángulo abierto, que es el más frecuente en nuestro medio.
Sí es normal. Ya está calculado que un número de luces puede que no se marquen aunque se estén viendo. Por este motivo, la máquina volverá a preguntar más de una vez cualquier luz que no vemos. No debe sufrir si "se escapa" alguna luz porque volverá a aparecer más veces.
La frecuencia en la que hay que revisar la presión del ojo, examinar el nervio óptico, hacer campimetría y tomografía de coherencia óptica del nervio depende del grado de glaucoma que tenga el paciente y del control de la presión. Así, en un glaucoma leve bien controlado puede ser suficiente un control cada 6-12 meses, mientras que en un glaucoma avanzado o con presiones inadecuadas puede llegar a verse cada 1-3 meses.
Si nos olvidamos de una toma y ha pasado poco tiempo (por ejemplo 1 o 2 horas) es recomendable hacer la dosis y continuar normalmente con el tratamiento. Si ha pasado mucho tiempo (4 o 5 horas), lo mejor es esperar a la dosis siguiente.
Lo más adecuado es hacer el tratamiento cómo se hace habitualmente. De esta manera su oftalmólogo tendrá una visión más exacta de sí le está haciendo efecto o no el tratamiento que está llevando.
Si caen dos gotas seguidas en el mismo ojo no pasa nada, la cantidad de gotas que "caben" en el ojo es limitada, lo que sobra sale hacia fuera.
No. Las monodosis son sin conservantes y una vez abiertas la medicación se daña. Si la aprovechamos al día siguiente ya no hará suficiente efecto. Se debe utilizar una monodosis cada día (por eso venden 30 unidades en las cajas, que corresponde a una monodosis para cada día del mes).
Lo ideal es hacerlo lo más parecido posible con un margen aproximado de una hora antes o después.
Se recomienda esperar aproximadamente al menos unos 10 minutos entre una gota y la siguiente para que el efecto de las dos sea el correcto.
En los pacientes con glaucoma se recomienda hacer una dieta variada, no fumar y hacer ejercicio moderado para preservar al máximo el nervio óptico. Sin embargo, no hay ningún cambio en los hábitos de vida que permita retirar el tratamiento y lo más importante que puede hacer el paciente para evitar el empeoramiento de su visión es ponerse sus gotas.
El mismo día de la intervención se puede ver un poco borroso, pero se puede hacer vida completamente normal en cuanto a esfuerzos, pesos y ejercicio.
Sí, después de la cirugía de glaucoma es normal ver borroso, ya que la cirugía provoca una cierta inflamación y además el cambio de la presión y las suturas provocan un cambio de graduación que hace ver un poco peor. Durante el postoperatorio y con el tratamiento, esta inflamación se va reduciendo y al cabo de 3 meses ya se pueden hacer gafas nuevas con la graduación definitiva.
Se recomienda coger la baja durante 1 mes como mínimo y reducir la actividad física (coger pesos, agacharse...) durante aproximadamente 3 meses.
Los tres síntomas más importantes son empeoramiento de la visión, ojo muy rojo y dolor. Si esto sucede la recomendación es ir al servicio de urgencias para descartar una infección postoperatoria.
No. El glaucoma no se cura, es una enfermedad crónica que se debe controlar durante toda la vida. Lo que puede haber pasado es que al quitar la catarata haya mejorado la capacidad de filtración del ojo (al hacerse más espacio) y haya podido controlarse mejor la presión. A veces este efecto es transitorio y después hay que volver a poner medicación.
Las gafas solo son capaces de corregir los defectos de graduación, pero no pueden devolver la visión perdida como consecuencia del daño producido en el nervio óptico.
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Publicado: 19 de octubre del 2018
Actualizado: 19 de octubre del 2018
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