14 de noviembre del 2024
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Preguntas Frecuentes sobre Diabetes
Todas las personas que tienen diabetes tipo 1 lo saben. Los síntomas más típicos son: necesidad de orinar con mucha frecuencia (poliuria); tener mucha sed (polidipsia) y tener mucha hambre (polifagia). Ante estos síntomas las personas consultan al médico que confirma el diagnóstico e inicia el tratamiento.
No. La diabetes tipo 1 es una enfermedad inmunológica, es decir, hay un factor (ambiental, vírico...) desconocido que da la orden al sistema para que ataque y destruya las células del páncreas que fabrican la insulina (células beta).
La diabetes tipo 1 se caracteriza por la ausencia total de producción de insulina del páncreas, por lo tanto, hay que seguir el tratamiento, que se basa en: inyectar insulina de efecto rápido antes de cada comida y 1 o 2 veces al día insulina de efecto lento para cubrir las 24 horas; realizar entre 3-6 controles de glucosa al día y seguir un plan de alimentación equilibrado y saludable, con control en cada comida de los alimentos ricos en carbohidratos.
La diabetes es una enfermedad crónica, es decir, a día de hoy no tiene cura, pero tiene un tratamiento muy eficaz. Existen diferentes líneas de investigación para mejorar los tratamientos y/o cuidado de la enfermedad.
Sí. En el caso de las mujeres con diabetes, hay que planificar el embarazo para evitar riesgos para la madre y malformaciones para el bebé. Es imprescindible, previamente y durante el embarazo, tener valores de hemoglobina glicosilada inferiores a 6,5%. En el caso de los hombres con diabetes, no es necesaria ninguna planificación previa en relación a la enfermedad.
La probabilidad de transmitir la enfermedad es casi igual que la población general, el riesgo es alrededor del 5%. Si ambos padres tienen diabetes tipo 1, el riesgo aumenta hasta el 25%.
La diabetes tipo 2 se considera una enfermedad silenciosa porque pueden pasar años hasta que aparezcan los síntomas. Muchas veces, se diagnostica de forma casual a través de análisis de sangre realizadas por otro motivo. Algunas personas también pueden notar los síntomas más típicos como: necesidad de orinar con mucha frecuencia (poliuria); tener mucha sed (polidipsia) y tener mucha hambre (polifagia).
La diabetes tipo 2 se asocia a que el cuerpo no es capaz de aprovechar la insulina que se produce, o que la que se produce es insuficiente. Va muy asociada a la predisposición genética la presencia de sobrepeso u obesidad. Por lo tanto, aunque con la edad la probabilidad de padecer diabetes tipo 2 aumenta, mantener unos hábitos de vida saludables en alimentación y actividad física (150 min / semana) ayudarán a prevenir o retrasar la aparición de la enfermedad.
El tratamiento de la diabetes tipo 2 puede variar en función de la fase en que se haya diagnosticado la diabetes y su evolución. Por lo tanto, habrá personas con diabetes tipo 2 con diferentes modalidades de tratamiento. Si el diagnóstico se realiza en la fase inicial de la enfermedad, el tratamiento más habitual es seguir un plan de alimentación saludable, la práctica de actividad física regular y fármacos orales o inyectables. Si con el tratamiento anterior no es suficiente se añaden nuevos fármacos o insulina. Con el paso de los años, la mayoría de las personas con diabetes acaban necesitando insulina.
En algunos casos, en los que existe un grado de obesidad importante y esta disminuye de forma considerable con dieta o con una intervención quirúrgica, la diabetes puede llegar a remitir. Pero para la gran mayoría de personas, el tratamiento permite un buen control y una buena calidad de vida, sin llegar a curar la enfermedad.
Sí. En el caso de las mujeres con diabetes tipo 2, hay que planificar el embarazo para evitar riesgos para la madre y malformaciones para el bebé. Es imprescindible, previamente y durante el embarazo, tener valores de hemoglobina glicosilada inferiores a 6.5%. En el caso de los hombres con diabetes, no es necesaria ninguna planificación previa en relación a la enfermedad.
La diabetes tipo 2 tiene un componente genético más fuerte que en el caso de la diabetes tipo 1, pero también hay que saber que va muy asociada a los diferentes estilos de vida. Por lo tanto, una alimentación saludable y la práctica de actividad física regular (150 min / semana) puede ayudar a prevenir o retrasar la aparición de la diabetes tipo 2.
En la diabetes gestacional es difícil que la paciente note síntomas, debido a que mediante los controles rutinarios durante la gestación se detecta la posible diabetes de manera precoz. Los síntomas que notaría la paciente si no se hiciera la detección precoz estarían asociados a la subida de azúcar (hiperglucemia): un excesivo aumento de peso del bebé para la edad gestacional, mucha sed (polidipsia) y muchas ganas de orinar (poliuria).
La diabetes gestacional está asociada a los cambios hormonales que se producen durante la gestación. Son factores de riesgo: edad materna superior a los 35 años, tener el azúcar ligeramente elevado sin llegar a criterios de diabetes (prediabetes), haber tenido diabetes gestacional en un embarazo anterior, dar a luz un bebé de más de 4kg o haber tenido un aborto no explicado por otro motivo, antecedentes familiares de diabetes tipo 2 en padres o hermanos y tener sobrepeso u obesidad con un índice de masa corporal (IMC) de 30 kg / m2 o superior.
Las futuras madres pueden controlar la diabetes gestacional con una adecuada alimentación, actividad física regular y, si hace falta, con medicación (en general insulina). El control estricto del azúcar en sangre puede prevenir un parto difícil y problemas en el bebé.
Los niveles de azúcar en sangre suelen volver a la normalidad poco después del parto. Sin embargo, las madres que han tenido diabetes gestacional, tienen mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en un futuro.
La adecuada prevención, detección precoz y tratamiento de la diabetes gestacional minimiza de forma extraordinaria el riesgo de que el feto presente complicaciones. La existencia de diabetes gestacional no controlada puede tener repercusiones tanto para el feto (exceso de peso al nacer, bebés prematuros, hipoglucemias y riesgo de diabetes tipo 2) como para la madre (tensión arterial alta y preeclampsia, diabetes gestacional en un futuro embarazo, y riesgo de diabetes tipo 2).
Los bebés de madres con diabetes gestacional tienen un mayor riesgo de desarrollar obesidad y diabetes tipo 2.
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Publicado: 20 de febrero del 2018
Actualizado: 24 de noviembre del 2021
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