14 de noviembre del 2024
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¿Qué es la Diabetes Gestacional?
La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que aparece durante la segunda mitad del embarazo (gestación) en una mujer sin diabetes previa. La diabetes gestacional puede afectar tanto a la madre como a la salud del bebé, de ahí la importancia de su detección e inicio del tratamiento de forma precoz.
Este tipo de diabetes suele aparecer en el tercer trimestre del embarazo, debido a los cambios hormonales. Para su diagnóstico se realiza el test de O’Sullivan a todas las mujeres embarazadas.
Las futuras madres pueden controlar la diabetes gestacional con una adecuada alimentación, ejercicio regular y, si hace falta, con medicación (en general insulina). El control estricto del azúcar en sangre puede prevenir un parto difícil y problemas en el bebé.
Los niveles de azúcar en sangre suelen volver a la normalidad poco después del parto. Sin embargo, las madres que han tenido diabetes gestacional, tienen mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en un futuro. Por este motivo, es aconsejable seguir todas las medidas preventivas recomendadas por el equipo de salud y revalorar la situación de diabetes después de unas semanas del parto. Solo algunas mujeres que han tenido diabetes gestacional siguen con diabetes después del parto.
Para entender cómo se produce la diabetes gestacional, se ha de entender cómo el embarazo afecta al metabolismo de la glucosa.
El cuerpo dirige los alimentos que consume para producir glucosa que entra en el torrente sanguíneo. En respuesta, el páncreas (una glándula grande detrás del estómago) produce insulina. La insulina es una hormona que ayuda a la glucosa a pasar del torrente sanguíneo al interior de las células del cuerpo, donde se utiliza como energía.
Durante el embarazo, la placenta, la cual se conecta con el bebé, produce niveles altos de diversas hormonas que provocan resistencia a la acción de la propia insulina. Casi todas estas hormonas impiden la acción de la insulina en las células y, por lo tanto, provocan un aumento de los niveles de glucosa en la sangre.
La diabetes gestacional se produce como consecuencia de los cambios hormonales propios del embarazo y puede afectar entre el 5 y 15% de las mujeres embarazadas. Varía según las zonas y los criterios diagnósticos. En el mundo 1 de cada 6 mujeres tiene diabetes gestacional. En España, aproximadamente, 9 de cada 100 embarazadas inician una diabetes gestacional (9%).
Cualquier mujer puede desarrollar diabetes gestacional, a pesar de que hay diferentes factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad como son:
Edad materna superior a los 35 años.
Tener el azúcar ligeramente elevado sin llegar a criterios de diabetes (prediabetes).
Haber padecido diabetes gestacional en un embarazo anterior.
Dar a luz un bebé de más de 4kg.
Antecedentes familiares de diabetes tipo 2 en padres o hermanos.
Tener sobrepeso u obesidad con un índice de masa corporal (IMC) de 30 kg/ m2 o superior.
Por razones que se desconocen, las mujeres de origen africano, afroamericano, sudamericano o asiáticas, son más propensas a desarrollar diabetes gestacional
Las mujeres con factores de riesgo deberían, antes de quedarse embarazadas, hacerse una determinación de glucosa en sangre (glucemia) y aquellas con sobrepeso y obesidad, realizar una dieta de adelgazamiento.
En la diabetes gestacional es difícil que la paciente note síntomas, por el hecho que mediante los controles rutinarios durante la gestación se detecta la posible diabetes de manera precoz. Los síntomas que podría notar la paciente, si no se hiciera la detección precoz, estarían asociados a la subida de azúcar (hiperglucemia) como un excesivo aumento de peso del bebé para la edad gestacional, sed y muchas ganas de orinar.
La diabetes gestacional, en general, no presenta síntomas específicos, pero se puede sospechar en algunos casos si existe un excesivo aumento de peso, cansancio, sed y muchas ganas de orinar. Para efectuar el cribaje es necesario hacer un análisis de sangre.
Esta prueba, conocida como test de O'Sullivan se efectúa administrando 50 g de glucosa por vía oral, a cualquier hora del día, no siendo necesario estar en ayunas, ni seguir una alimentación especial previa.
Si la glucemia en sangre al cabo de 60 minutos de la ingesta de la glucosa es igual o superior a 140 mg/dl (7,8 mmol/l), se considera que el test de O'Sullivan es positivo teniendo que realizarse una sobrecarga oral de la glucosa (SOG) para confirmar el diagnóstico.
¿Cuándo realizar el test de O'Sullivan?
Primer trimestre. A las gestantes de alto riesgo (mayores de 35 años, obesidad, antecedentes de diabetes gestacional, embarazos previos que hagan sospechar de una diabetes gestacional, historia de diabetes en familiares de primer grado).
Segundo trimestre (semanas 24-28 de gestación). A todas las gestantes no diagnosticadas previamente (cribaje o cribado universal), incluidas aquellas con criba negativa en el primer trimestre.
Tercer trimestre. Gestantes no estudiadas en el segundo trimestre o con test de O'Sullivan normal en el segundo trimestre, pero que desarrollen complicaciones sugestivas de diabetes gestacional, como que el bebé tenga mayor peso del correspondiente a la edad gestacional (macrosomía) y presencia excesiva o aumento de líquido amniótico alrededor del feto antes de que este nazca (polihidramanios). A este grupo se les hará directamente una SOG.
Cuando el test de O'Sullivan es positivo, se procede a la confirmación diagnóstica mediante una sobrecarga oral de glucosa (SOG).
Antes de realizar esta prueba hay que recordar que dos glucemias en ayunas superiores a 126 mg/dl en días diferentes o al azar superior a 200 mg/dl ratifican el diagnóstico de diabetes, siendo innecesario la práctica de la SOG.
Para efectuar la SOG hay que tener en cuenta:
- Estar en ayunas previo de 8-14 horas.
- No restringir la dieta los 3 días antes. Hay que asegurar una ingesta diaria igual o superior a 150 g de hidratos de carbono.
- Durante la prueba hay que estar en reposo y sin fumar.
El día de la prueba se realiza:
- Un análisis de sangre.
- Posteriormente, se ingiere una bebida que contiene 100 gramos de glucosa.
- A continuación, se obtienen 3 muestras de sangre más correspondientes a 1h, 2h y 3 h postingesta de glucosa.
Se considerará el diagnóstico de diabetes gestacional cuando en el análisis de sangre dos o más puntos sean superiores a los siguientes valores:
- Basal: 105 mg/dl (5,8 mmol/l)
- 1 hora: 190 mg/dl (10,6 mmol/l)
- 2 horas: 165 mg/dl (9,2 mmol/l)
- 3 horas: 145 mg/dl (8,1 mmol/l)
En caso de que solamente un punto exceda a estos valores, la SOG se repetirá en 4 semanas.
Existen diferencias entre los diversos criterios diagnósticos existentes. En esta sección se hace referencia a las recomendaciones de las Sociedades Españolas de Diabetes, Obstetricia y Pediatría, basadas en la National Diabetes Data Group, que son las más ampliamente aceptadas.
Una vez efectuado el diagnóstico de diabetes gestacional el tratamiento tiene que iniciarse cuanto antes mejor. Este se basará en:
Seguir una alimentación saludable que ayude a controlar el peso corporal y los niveles de azúcar en sangre. Es importante no superar los 11-15 Kg de incremento de peso (si la gestante tenía un peso normal previo al embarazo) o menos si ya tenía sobrepeso u obesidad. Tienen que estar presentes los alimentos de todos los grupos: leche, farináceos, fruta, verduras/aliñadas, alimentos proteicos y grasa. Hay que individualizar el reparto de los alimentos en 5-6 tomas (desayunar, comer y cenar y suplementos a media mañana, tarde y antes de ir a dormir) para evitar estar muchas horas en ayunas y prevenir la producción de cetona. Hay que individualizar el plan de alimentación en función de los hábitos de los pacientes, las necesidades nutricionales del embarazo y de los niveles de azúcar en sangre.
El plan de alimentación tiene que tener, aproximadamente, entre 2.000-2.500 kcal. La mitad de las calorías tienen que ser en forma de hidratos de carbono, el 20% en forma de proteínas y el 30% restante en forma de grasa.
Hay que retirar los alimentos y las bebidas ricas en hidratos de carbono de absorción rápida (azúcar, bebidas azucaradas, caramelos, chocolates, pasteles). Se puede utilizar como edulcorante el aspartamo.
Es muy importante seguir unas comidas similares de alimentos ricos en hidratos de carbono, proteínas y grasa que le recomienden para conseguir unos niveles de azúcar en sangre óptimos 1 hora después de la comida.
Ejercicio físico regular. Las recomendaciones son las mismas que para cualquier mujer embarazada. Además, el ejercicio puede ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre.
Monitorización de los niveles de azúcar en sangre (glucemia capilar) antes y 1 hora después de la comida (pre y postprandial).
Preguntar a su equipo de salud cómo actuar en caso que sus controles sean superiores a estos objetivos.
Momentos del día | Objetivos |
---|---|
En ayunas y antes de las comidas | 95 mg/dl o menos (5,3 mmol/l) |
1 hora después de la comida | 140 mg/dl o menos (7,8 mmol/l) |
2 horas después de la comida | 120 mg/dl o menos (6,7 mmol) |
Monitorizar los niveles de cetona en la orina. Durante el embarazo no es bueno tener cetona porque puede afectar el desarrollo psicomotor del bebé. Puede aparecer cetona en la orina cuando se está muchas horas sin comer o la alimentación no es la adecuada. En mujeres tratadas con insulina la presencia de cetona también puede indicar que hace falta más insulina.
Educación terapéutica para la autogestión diaria del tratamiento. Es importante que las pacientes y su familia adquieran los conocimientos, las habilidades técnicas y las actitudes para poder tener una buena adherencia al tratamiento, mejorar tanto la salud de la madre como la del bebé y prevenir las complicaciones de un mal control de la diabetes gestacional.
Si siguiendo este tratamiento no se consiguen los objetivos de control del azúcar deseados, se tendrá que añadir tratamiento con insulina. Este fármaco ha demostrado una reducción de la aparición de acontecimientos adversos tanto para la madre como para el feto, cuando se añade a la dieta.
El adecuado tratamiento de la diabetes gestacional que ayuda a mantener el nivel glucémico similar al de las mujeres embarazadas no diabéticas, minimiza de forma extraordinaria el riesgo que el feto presente alguna de estas complicaciones. En este sentido, es fundamental que el diagnóstico y, en consecuencia, el tratamiento sea lo más precoz posible. La estrategia diagnóstica de la diabetes gestacional se basa en la práctica universal del cribaje.
La existencia de diabetes gestacional no controlada puede tener repercusiones tanto para el feto como para la madre.
Riesgo de complicaciones de la diabetes gestacional para el bebé
- Exceso de peso al nacer. El exceso de glucosa en la sangre atraviesa la placenta y desencadena que el páncreas del bebé genere más insulina. Esto puede hacer que el bebé crezca demasiado grande (macrosomia). Los bebés muy grandes -que pesan más de 4Kg - son más propensos a tener dificultades para encajar en el canal de parto, sufrir lesiones de nacimiento o requerir una cesárea para nacer.
- Prematuro. A veces, si el bebé es muy grande, el médico puede recomendar un parto prematuro. Nacer antes de tiempo aumenta el riesgo de dificultad respiratoria (síndrome de dificultad respiratoria) y el bebé puede necesitar ayuda para respirar hasta que sus pulmones maduren. No obstante, los bebés de madres con diabetes gestacional pueden experimentar el síndrome de dificultad respiratoria, aunque no nazcan antes de tiempo porque sus pulmones madurarán más tarde que el de los bebés de madres no diabéticas.
- Bajo nivel de azúcar en sangre (hipoglucemia). A veces, los bebés de madres con diabetes gestacional tienen bajos niveles de azúcar en sangre (hipoglucemia) al poco del nacimiento debido a que su propia producción de insulina es alta. Episodios graves de hipoglucemia pueden provocar convulsiones al bebé. Esta complicación se trata con una solución de glucosa por vía intravenosa para subir el nivel de azúcar en la sangre del bebé a la normalidad.
- La diabetes tipo 2 en el futuro. Los bebés de madres con diabetes gestacional tienen un mayor riesgo de desarrollar obesidad y diabetes tipo 2.
Riesgo de complicaciones de la diabetes gestacional en la madre
- Tensión arterial alta y preeclampsia. El control de la tensión arterial es muy importante durante el embarazo. La preeclampsia es una complicación grave que puede amenazar la vida de la madre y del bebé.
- Volver a tener diabetes gestacional en un futuro embarazo.
- Aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en un futuro.
Existen diferencias entre los diversos criterios diagnósticos existentes. En esta sección se hace referencia a las recomendaciones de las Sociedades Españolas de Diabetes, Obstetricia y Pediatría, basadas en la National Diabetes Data Group, que son las más ampliamente aceptadas.
Hay que recordar que una vez ha nacido el bebé esta diabetes generalmente "se cura" en la gran mayoría de mujeres. Entre las 6-8 semanas después del parto, es conveniente repetir la sobrecarga oral de glucosa (SOG) con 75 gr de glucosa para confirmar la resolución del proceso.
Si se planifica un nuevo embarazo hay riesgo de volver a tener diabetes gestacional. Las estadísticas muestran que 30 mujeres de cada 100 pueden desarrollar una nueva diabetes gestacional en caso de un nuevo embarazo. Es muy importante comunicar al ginecólogo que se ha tenido diabetes gestacional al planificar un nuevo embarazo.
También hay riesgo de desarrollar una diabetes tipo 2 “que no se cura” a lo largo de los años, sobre todo durante los 5 primeros años después del parto. Hay mucha variación en el número de mujeres que desarrollan una diabetes tipo 2 después del parto. Hay estudios que demuestran que entre los 3,5 y 6,5 años después del parto 62 de cada 100 mujeres (62%) sufren una diabetes tipo 2, mientras que a España durante los 11 años posteriores sólo 11 de cada 100 mujeres (11,5%) tiene una diabetes tipo 2.
También los hijos de mujeres con diabetes gestacional tienen más riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. La buena noticia es que la diabetes tipo 2 se puede prevenir siguiendo una alimentación saludable y haciendo ejercicio físico de manera regular (mínimo 150' a la semana). Incorporar este hábitos no sólo ayudan a prevenir la diabetes tipo 2, sino que también ayuda a tener un mejor estado de salud global. Los consejos de alimentación saludable y la práctica de actividad física regular son buenos hábitos de salud para toda la familia.
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Publicado: 20 de febrero del 2018
Actualizado: 24 de noviembre del 2021
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