Diagnóstico de la Tuberculosis

Con frecuencia, tanto la radiografía de tórax como la tomografía computarizada revelan imágenes que hacen sospechar la presencia de la enfermedad.

Al observar una biopsia de un tejido, también puede sospecharse debido a un tipo de inflamación característico (granulomas con necrosis).

En el proceso diagnóstico de la tuberculosis pulmonar, si el paciente no produce esputos, puede ser necesario aspirar el contenido gástrico mediante una sonda introducida por la nariz, u obtener directamente secreciones respiratorias del paciente mediante una fibrobroncoscopia.

El diagnóstico de certeza se establece cuando se comprueba la presencia del microorganismo causal (Mycobacterium tuberculosis) en las secreciones respiratorias o en una muestra obtenida directamente mediante punción o biopsia del órgano afectado.

En las muestras, el microbio que causa la tuberculosis puede verse en el microscopio porque se tiñe de una forma particular. Su presencia puede determinarse mediante la detección de sus genes por procedimientos microbiológicos de amplificación genética.

Finalmente, el microbio de la tuberculosis puede obtenerse del cultivo de las muestras clínicas (secreciones respiratorias, biopsias, líquidos) en medios de cultivo especiales. Debido a que el microbio crece lentamente, el resultado del cultivo y de las pruebas de sensibilidad a los antibióticos pueden demorarse varias semanas.

Ninguna prueba microbiológica es positiva en todos los pacientes, por lo que en ocasiones el diagnóstico preciso resulta difícil de obtener.