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Preguntas frecuentes sobre la Sordera
Cuanto antes se afronte mejor. Con el tiempo, la estimulación reducida en los oídos y el cerebro puede afectar la capacidad del cerebro para procesar el sonido y reconocer el habla. Cuanto más se deteriora el reconocimiento del habla, más difícil es recuperarlo. Cuando no puedes escuchar lo que sucede a tu alrededor, tu agudeza mental sufre.
Hay tres tipos: pérdida auditiva neurosensorial, pérdida auditiva conductiva y pérdida auditiva mixta. La mayoría de las personas pierde al menos un cierto grado de audición a medida que envejecen, y cuando llegan a la edad de 65 años o más, una de cada tres personas tiene algún tipo de discapacidad auditiva.
La discapacidad auditiva afecta a muchas personas en diferentes etapas de sus vidas. El 55% de las personas mayores de 60 años tienen algún grado de pérdida auditiva, llegando a más del 70% de las personas cuando llegan a los 70 y al 93% de las personas de 81 años o más.
Nunca meta nada en sus oídos. El revestimiento de la oreja es delicado y se puede dañar fácilmente. No use bastoncillos de algodón para limpiar los oídos. Pueden irritar el conducto auditivo y volver a introducir la cera, lo que hace que sea más difícil de quitar.
Un nivel de ruido continuo de 85 dB producirá daños de audición. Este es el nivel de sonido del tráfico intenso. Los martillos de aire comprimido producen un nivel de sonido de unos 100 dB y los conciertos de rock casi siempre alcanzan los 110-120 dB. Si escuchas la música con tus auriculares a un nivel normal, tu oído no se verá perjudicado.
Protege tus oídos con unos cascos adecuados y homologados si en tu lugar de trabajo o en tu entorno el nivel de ruido es elevado (+85 dB) y continuo. Si has tenido problemas de otitis es recomendable proteger tus oídos con tapones de baño para que estas no se reproduzcan.
El primer signo de pérdida auditiva es una dificultad para escuchar ciertos sonidos o tonos con claridad. Por ejemplo, es posible que no pueda distinguir palabras que suenan de forma similar u oír voces agudas, como las de los niños. Otros signos incluyen dificultad con las conversaciones cruzadas, escuchar a distancia, como en las reuniones, escuchar la televisión o la radio, o escuchar en los edificios grandes donde puede haber ecos, como en las iglesias o auditorios.
La pérdida de audición es causada en la mayoría de los casos por el proceso de envejecimiento, sin embargo, la exposición regular a ruidos fuertes, herencia y algunas enfermedades también pueden causar pérdida de audición. Alrededor del 90% de todos los casos de pérdida auditiva se deben a que las células microscópicas de la cóclea (o el oído interno) se dañan, lo que limita su capacidad de detectar sonidos suaves y de frecuencia más alta y significa que no pueden enviar una señal completa al cerebro.
Sí puede ser. Una acumulación de cerumen en el conducto auditivo externo puede causar un tapón de cerumen que impida el paso del sonido al tímpano (hipoacusia de conducción). Será el especialista el encargado de evaluar el estado del conducto y quitar el tapón con un aspirador si fuera necesario.
En este caso será el especialista que prescribe el medicamento y conoce su composición el quequien valorará el beneficio del medicamento y los posibles efectos secundarios del mismo.
El especialista otorrinolaringólogo evaluará la causa de su pérdida auditiva y las posibles soluciones a la misma. Será quien le recomiende el uso de prótesis auditivas. Una vez el especialista ha prescrito la prótesis auditiva, deberá de acudir a un centro auditivo donde un audioprotesista le realizará las pruebas necesarias y recomendará la que mejor se adapte a su pérdida auditiva.
De nuevo será el especialista el que evaluará la causa de la pérdida auditiva y recomiende la mejor solución para su pérdida de audición. Tenga en cuenta que el audífono es una prótesis auditiva que cubre pérdidas auditivas de leves a severas. El implante coclear requiere de una intervención quirúrgica para su implantación y es utilizado para pérdidas profundas o donde sólo quedan restos auditivos.
En su visita con el especialista le realizarán primero una pequeña entrevista para conocer que síntomas tiene y cuando comenzaron. A continuación, realizará una exploración visual del oído para realizar una limpieza del oído si fuera necesaria. Después realizarán pruebas para conocer donde se localiza la lesión que la provoca y la cantidad de pérdida auditiva. Esto se realiza a través de la acumetría con diapasones y de la audiometría realizada con el audiómetro.
Un examen de audiometría evalúa su capacidad para escuchar sonidos. Los sonidos varían, según su volumen (intensidad) y la velocidad de las vibraciones de la onda de sonido (frecuencia).
La audiometría proporciona una medición más precisa de la audición. Para esta prueba se utilizan unos auriculares conectados al audiómetro. Se envían tonos puros de intensidad controlada a un oído por vez. Se le pedirá que levante una mano, presione un botón, o indique de otra manera cuando escuche un sonido.
La intensidad mínima (volumen) requerida para escuchar cada tono se representa gráficamente. Un dispositivo llamado oscilador óseo (o vibrador óseo) se coloca contra el hueso detrás de cada oreja (hueso mastoideo) para evaluar la conducción ósea.
Los audífonos son solo una ayuda para la comunicación y no pueden restaurar su audición a la normalidad. A pesar de que los audífonos no pueden restaurar la audición una vez que se pierde, los estudios muestran que la pérdida de audición se puede tratar de manera efectiva usando audífonos. La mayoría de los usuarios notan una marcada mejora en su capacidad de comunicarse, ya que los dispositivos hacen que el habla sea más fácil de escuchar y entender.
Dependerá de donde se localiza la lesión que provoca la pérdida auditiva. En el caso de una hipoacusia de conducción, la pérdida auditiva se produce porque el sonido no llega con suficiente intensidad a la cóclea del oído interno. Este tipo de pérdida auditiva tiene una mejor solución quirúrgica, ya que restableciendo la capacidad para transmitir el sonido a la cóclea se recupera al menos en parte la pérdida auditiva. En el caso de una hipoacusia neurosensorial será la cóclea la que se verá afectada, en concreto las pequeñas células ciliadas que hay en su interior. Estas células ciliadas no se pueden recuperar a través de una intervención quirúrgica. Siempre será el especialista el que elegirá la mejor solución para su pérdida auditiva.
Si oyes un pitido, silbido, gorjeo o chasqueo chasquido en los oídos, es probable que tengas un síntoma conocido como acúfenos. Puede ocurrir periódicamente o constantemente y ser percibido en uno o ambos oídos o en la cabeza. El acúfenos no se puede curar; sin embargo, los audífonos y otros tratamientos pueden ayudar a las personas a manejar mejor este síntoma.
Varios estudios han indicadoindican que existe una conexión entre la pérdida de audición, la disminución de la función cerebral y la pérdida de tejido cerebral. La "contracción" cerebral ocurre como una parte natural del envejecimiento, pero los adultos mayores con pérdida auditiva parecen perder masa cerebral a un ritmo más rápido que las personas con audición normal.
Procure mantener conversaciones en lugares con poco eco y bien iluminados. Aléjese de lugares donde haya un ruido de fondo constante como puede ser un aire acondicionado. La lectura labial le ayudará en el entendimiento de las conversaciones. Pida que los participantes en la conversación hablen de uno en uno y acerque el oído por el que la audición sea mejor.
Es importante que tenga en cuenta cuando hable con esta persona mirarla siempre a la cara y vocalizar lo máximo posible. De esta manera no habrá barreras que puedan impedir la comunicación y le ayudará con la lectura labial.
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Publicado: 18 de mayo del 2018
Actualizado: 18 de mayo del 2018
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