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Tratamiento de la Retinopatía Diabética
El tratamiento se basa en función de lo que el oftalmólogo ve durante la exploración del ojo del paciente. Esto puede incluir:
Control de la glucemia. A veces, solo mejorando el control metabólico se puede mejorar la visión.
Láser. Para reducir los vasos sanguíneos anómalos y aquellos que hacen edema.
Inyecciones intraoculares. Diferentes fármacos se inyectan dentro del ojo, el cuerpo vítreo (también se conocen como intravítrea) y reducen el líquido de la mácula.
Vitrectomía. Intervención quirúrgica para eliminar la sangre del ojo. También es la técnica utilizada para reparar un desprendimiento de retina.
Tratamiento no farmacológico
Para la prevención de la retinopatía, o de sus fases iniciales, se aconseja un adecuado control metabólico y de factores de riesgo como la hipertensión arterial, la dislipidemia y/o la obesidad.
La educación terapéutica. Es esencial para controlar la diabetes y disminuir las complicaciones. Los programas que modifican el estilo de vida, donde se involucra al equipo de salud, al paciente y a su entorno, mejoran el control del peso, ayudan a dejar hábitos tóxicos, como el tabaco, y favorecen la aceptación de la diabetes. El conocimiento sobre la diabetes, las habilidades para el autocuidado y el manejo de la medicación hacen participar de forma activa al paciente por lo que se consiguen mejores resultados.
Tratamiento médico nutricional. La alimentación es un pilar fundamental en el tratamiento de la diabetes. Debe ser nutritivamente saludable con control en cada comida de los alimentos que contienen hidratos de carbono (leche, farináceos y fruta). Hay que individualizar según peso corporal, tratamiento farmacológico (insulina o pastillas), actividad física, hábitos de alimentación y perfil glucémico.
Actividad física. La actividad física es otro pilar del tratamiento de la diabetes, especialmente en la tipo 2. Como mínimo se ha de practicar 150 minutos de actividad física a la semana, repartidos en 3 o 5 días. Es importante ajustar el tratamiento dietético y farmacológico en función de la duración e intensidad de la actividad.
Contraindicaciones para hacer ejercicio:
- En caso de retinopatía no proliferativa moderada, evitar ejercicios muy vigorosos que eleven la presión arterial como el trabajo con pesas.
- En caso de retinopatía diabética inestable, evitar también ejercicios que eleven la presión arterial como saltar y hacer movimientos que acoten la cabeza bruscamente.
- En caso de hemorragia vítrea, está contraindicado realizar ninguna actividad física.
Tratamiento farmacológico
Los fármacos que pueden influir directamente en la retinopatía diabética se administran a nivel ocular mediante inyecciones. Además, los medicamentos antidiabéticos orales disminuyen los niveles de glucosa y, por tanto, pueden también mejorar la retinopatía diabética. En relación a los fármacos intraoculares actualmente se dispone de dos tipos:
Fármacos anti-VEGF. Bloquean la acción de una molécula muy implicada en el edema macular diabético. Son fármacos líquidos y deben inyectarse varias veces a lo largo del año ya que su efecto no suele durar más de un par de meses.
Corticoesteroides. Bloquean la inflamación ocular que acompaña el edema macular diabético. Son fármacos sólidos (implantes) y pueden durar varios meses dentro del ojo, por lo tanto, no son necesarias tantas inyecciones.
Tratamiento quirúrgico
El tratamiento quirúrgico (vitrectomía pars plana) de la retinopatía diabética suele ser necesario en las fases más avanzadas de la enfermedad como la retinopatía proliferativa.
Normalmente hay que operar en tres situaciones: hemorragia vítrea muy densa o recurrente, desprendimiento de retina traccional y edema macular que no responde a los tratamientos.
La cirugía consiste en entrar unos pequeños instrumentos en el interior del ojo, el cuerpo vítreo, ya sean aspiradores, pinzas o láseres, a la vez que se ilumina la retina y se mantiene la presión del ojo constante. Es una cirugía muy delicada, pero que hoy en día ha evolucionado mucho y, a menudo, se puede realizar, incluso, sin suturas.
Las hemorragias vítreas que no curan o son recurrentes pueden necesitar una vitrectomía para eliminar esta sangre y tratar los vasos que lo causan. Si se mantiene una forma tan grave sin tratamiento durante mucho tiempo puede llegar a subir la presión del ojo e incluso ser doloroso, situación que se conoce como glaucoma neovascular.
El desprendimiento de retina traccional consiste en el arrugado de la retina central por membranas y filamentos que tiran, causando pérdida visual y visión de líneas torcidas. La cirugía de la vitrectomía suele ser útil, pero la visión puede quedar de manera permanente dañada según el grado de afectación de la parte central de la retina.
Aquellos casos de edema macular que no responden a los tratamientos farmacológicos pueden requerir cirugía para limpiar las membranas que crecen en la mácula. Sin embargo, la visión no siempre se puede recuperar de forma completa.
Inyecciones intravítreas
La realización de una inyección intravítrea se ha convertido en un método popular de tratamiento de muchas enfermedades de la retina. Es un procedimiento que los especialistas de retina utilizan diariamente en muchos pacientes. Es importante que el especialista explique con detalle los riesgos, los beneficios y las alternativas de este tratamiento.
- Los riesgos son muy limitados, pero siempre hay que recordar el riesgo de infección que, a pesar de ser muy infrecuente (menos de 1 persona de cada 1.000), puede llegar a ser muy grave.
- Los beneficios de las inyecciones dependen de la enfermedad ocular que se trate, pero incluyen principalmente la mejora de la visión o prevención del empeoramiento.
- Las alternativas pueden incluir desde simplemente esperar si puede mejorar con el control del azúcar, operar (vitrectomía) o hacer tratamiento con láser, dependiendo de la enfermedad ocular. Sin embargo, las inyecciones intravítreas hoy en día son de largo la mejor opción cuando el especialista las propone y a menudo las alternativas son médicamente peores de entrada.
Por último, es importante tener en cuenta algunos consejos para la realización de la inyección. El tratamiento se puede realizar en la misma consulta o en un pequeño quirófano, dependiendo del centro, y no es necesario estar en ayunas ni dejar ninguna medicación. A menudo no hay que hacer ninguna preparación previa, pero a veces sí se hace un breve tratamiento con gotas los días posteriores, en función de las recomendaciones del especialista. Todos los pacientes post inyección pueden ver moscas volantes unos días (puede ser una pequeña burbuja de aire o también puede ser la propia medicación). Por otra parte, si se nota dolor y al mismo tiempo ojo rojo, se debe acudir al oftalmólogo de urgencias para una revisión.
Nuevas terapias
Así como el tratamiento de la retinopatía diabética con láser no ha cambiado de forma excesiva los últimos años, el tratamiento del edema macular diabético sí que ha ido evolucionando. Se ha pasado de utilizar solo el láser a disponer de varias opciones de terapia farmacológica intravítrea.
Con los nuevos tratamientos, los resultados alcanzados en términos de mejora de la visión, son mucho más importantes y satisfactorios. Por ejemplo, la terapia actual con fármacos anti-VEGF y cortiocesteroides ha revolucionado absolutamente el tratamiento del edema macular diabético, pero todavía hay un subgrupo de pacientes con mala respuesta a estos tratamientos, es decir, con edema persistente.
Por ello, se están investigando nuevas estrategias de tratamiento, sobre todo haciendo que requieran menos inyecciones a lo largo del tiempo. Se están investigando, por ejemplo, nuevas moléculas anti-VEGF que alargan el tiempo de actividad dentro del ojo e, incluso, recientemente ya se dispone de nuevos implantes de corticoesteroides para casos de edema macular diabético crónico que pueden durar hasta 3 años activos.
Complicaciones del tratamiento
Las complicaciones del tratamiento de la retinopatía diabética hoy en día son mucho menos importantes que hace un año gracias a los grandes avances técnicos.
Las complicaciones del tratamiento con fotocoagulación láser son la producción de hemorragias y cicatrices en la retina si se utiliza demasiada energía sobre el fondo de ojo y, dependiendo de la situación, pueden quedar algunas zonas de la visión oscuras. También los pacientes pueden tener peor visión nocturna y mala visión de los colores.
En relación al tratamiento farmacológico intravítreo, la complicación más grave es la infección del interior del ojo, o endoftalmitis, que puede hacer perder del todo la visión en algunos casos. Su frecuencia varía aunque siempre es muy baja, y afecta a menos de 1 de cada 1.000 personas que reciben este tratamiento. Otras complicaciones son las hemorragias en el interior del ojo e, incluso, el desprendimiento de retina, también muy infrecuentes. Por último, cuando se utilizan fármacos corticoesteroides, hay más riesgo de presentar catarata y aumento de la presión intraocular.
Las complicaciones dde la cirugía son, en términos generales, las mismas que las de la inyección intravítrea, como la infección intraocular, la hemorragia y el desprendimiento de retina.
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Publicado: 3 de julio del 2018
Actualizado: 3 de julio del 2018
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