Preguntes frecuentes sobre la Hipertensión Arterial Pulmonar

Si hace tiempo que se encuentra mal, que le falta el aire y que siente que puede desmayarse sin saber por qué, y si esta situación empeora con el esfuerzo y limita sus actividades de la vida cotidiana como ducharse o ir a trabajar, la respuesta podría ser que sí. Se tendría que consultar con profesionales sanitarios para confirmar el diagnóstico.

Tendría que ir al centro de atención primaria para exponer su problema. Allí pueden pedirle alguna prueba sencilla (RX tórax, ECG, ecocardiografía) para después poder ser derivado al especialista.

Hay un tipo de hipertensión arterial pulmonar que se puede heredar. Por eso, si existe la sospecha, se tienen que hacer las analíticas específicas y estudiar a los familiares directos según las pautas del consejo genético.

La sal contiene sodio, que es el principal responsable de la regulación de líquidos en su organismo. El exceso de sal puede provocar exceso y retención de líquido en el organismo y hacer que aumente el volumen de sangre que el corazón tiene que bombear, por lo que la presión arterial pulmonar aumenta.    

Todos los alimentos contienen una pequeña cantidad de sal de forma natural, tenemos que pensar qué alimentos tenemos que controlar y cuáles tenemos que evitar.    

Podemos contribuir a la reducción de la sal en nuestras comidas reduciendo la cantidad cada día un poco hasta eliminarla por completo, buscando maneras de cocinar los alimentos para favorecer su sabor natural (por ejemplo, al vapor) y utilizando nuevos condimentos: hierbas aromáticas, limón, vinagre...

De entrada, la actividad física es necesaria y recomendable, siempre y cuando no sea extenuante. Pero hay que llevarla a cabo en caso de que no se presenten síntomas, ya que podría empeorar la propia enfermedad.    

Estudios más recientes demuestran que programas de rehabilitación pulmonar supervisados mejoran los síntomas de la enfermedad, la tolerancia al esfuerzo, la calidad de vida y la supervivencia.

En el centro donde lo estén tratando le ofrecerán la mejor terapia que hay en el momento actual. El paciente no elige directamente el tratamiento que recibirá, pero teniendo en cuenta las características individuales se pueden decidir las terapias conjuntamente con los profesionales sanitarios, sobre todo en cuanto al uso de medicamentos que requieran dispositivos. El equipo médico siempre responderá las posibles dudas sobre la elección del tratamiento a seguir. Una buena comunicación con el equipo asistencial permite sin duda resolver las preguntas y mejorar el seguimiento del tratamiento.