Pruebas y diagnóstico del Cáncer de Mama
¿Cuando hay que empezar a hacerse mamografias?
El Dr. Aleix Prat, oncólogo especialista en cáncer de mama del Hospital Clínic, responde preguntas frecuentes sobre el cáncer de mama.
El primer paso es analizar los síntomas asociados y obtener toda la información relevante sobre antecedentes familiares, así como valorar si existen posibles factores de riesgo asociados al cáncer de mama. Durante la visita el especialista evalúa el estado general del paciente, junto a una exploración clínica de la mama y de los ganglios. Tras la visita, se valora si hay necesidad de ampliar el estudio con pruebas complementarias.
Para establecer el diagnóstico de cáncer de mama hay diferentes pruebas:
Inspección y palpación de la mama. El profesional examina de manera minuciosa los senos para localizar la presencia de cualquier protuberancia o área sospechosa y para palpar la textura y tamaño e identificar posibles cambios en los pezones o en la piel. También son examinados los ganglios linfáticos axilares y los que se encuentran sobre la clavícula, ya que su agrandamiento o mayor firmeza puede indicar la propagación del cáncer. Si los resultados del examen físico sugieren la presencia de cáncer de mama, se realizarán más pruebas.
Mamografía. En la actualidad es la prueba más eficaz y más fácil de realizar para un diagnóstico precoz del cáncer de mama. Consiste en realizar una radiografía de la glándula mamaria.
Resonancia nuclear magnética (RNM). Se utiliza para delimitar de forma precisa la extensión de la enfermedad y decidir qué tratamiento quirúrgico local es el más adecuado. Es muy útil también para valorar la respuesta del tumor al tratamiento con quimioterapia, hormonoterapia o agentes biológicos, cuando estos se realizan de forma previa a la cirugía radical.
Biopsia. Consiste en la obtención de una muestra del posible tumor para estudiar las células con el microscopio. Se realiza mediante la punción del tumor o de la zona sospechosa:
- Punción aspirativa con aguja fina (PAAF). Las células que se quieren estudiar entran por la aguja arrastradas por la presión del vacío de la jeringa.
- Biopsia con aguja gruesa (BAG). La aguja que se usa es más gruesa y se coge una pequeña porción cilíndrica del tumor. Se obtiene más información que en la PAAF.
- Biopsia abierta o quirúrgica. Se extrae un fragmento de tejido tras realizar una incisión en la mama. Normalmente se practica en el quirófano.
Gammagrafía ósea. La gammagrafía ayuda a detectar si el cáncer se ha diseminado (metastatizado) a los huesos desde otras partes del cuerpo. Es una prueba de medicina nuclear, en la que se inyecta una cantidad muy pequeña de una sustancia radioactiva (contraste) durante el procedimiento.
Escáner o Tomografía Computarizada (TC) toracoabdominal. Describe con sumo detalle todos los órganos que están en el tórax y en el abdomen (pulmón, corazón, grandes vasos sanguíneos, vías aéreas, pared torácica, pleura, ganglios, hígado y glándulas suprarrenales).
Todas estas pruebas de imagen son indoloras. Solo requieren la administración previa de contraste o marcador endovenoso.
¿Cómo se confirma el tumor?
El diagnóstico definitivo de cáncer de mama lo establece la persona especialista en anatomía patológica quien analiza varios aspectos para definir el tumor y determinar el pronóstico y la respuesta al tratamiento:
Tamaño tumoral. Cuanto mayor es el tumor, más riesgo tiene de volver a aparecer (lo que se denomina, recidiva).
Tipo histológico. Depende de las células de las que deriva el tumor. El tumor originado en los conductos por donde fluye la leche (carcinoma ductual) es el más frecuente (80%). El originado en las céulas donde se produce la leche (carcinoma lobulillar) es el siguiente en frecuencia.
Grado histológico. Describe el grado de diferenciación (maduración) de las células del tumor. Las que son más diferenciadas (grado I), son más maduras y menos agresivas, en oposición a las menos diferenciadas (grado III).
Afectación ganglionar. El factor pronóstico más importante es el número de ganglios afectados. Cuanto mayor es el número de ganglios afectados, mayor es el riesgo de recaída. Por este motivo, cuando se opera un cáncer de mama es fundamental el análisis de los ganglios linfáticos de la axila, puesto que se considera el primer sitio de extensión del tumor. Una opción para evaluar los ganglios es la técnica del ganglio centinela que permite conservar la mayoría de los ganglios axilares para evitar complicaciones secundarias debidas a la extirpación de toda la cadena ganglionar.
Receptores hormonales. El patólogo analiza si las células del tumor presentan receptores para dos tipos de hormonas: los estrógenos y la progesterona. Los tumores que presentan estos receptores responden a la terapia hormonal y tienen mejor pronóstico.
HER-2 (receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano). Es una proteína que participa en el crecimiento de las células. Está presente en células normales y en la mayoría de los tumores, pero en un 15-20% de los tumores de mama se encuentra en concentraciones elevadas y esto confiere mayor agresividad al tumor. Estos tumores con sobreexpresión de HER-2 son con frecuencia sensibles al tratamiento anti-HER 2.
Clasificación molecular del cáncer de mama
Con el desarrollo de técnicas más sofisticadas se pueden analizar los genes de cada cáncer de mama. Estas técnicas han dado lugar a una clasificación más precisa del cáncer de mama que se correlaciona mejor con el riesgo de recaída de la enfermedad.
La clasificación molecular establece cuatro tipos de cáncer de mama:
- Luminal A. Subtipo con receptores de hormonas (ya sea de estrógenos, de progesterona o ambos) positivos y HER2 negativo.
- Luminal B. Subtipo con receptores de hormonas (ya sea de estrógeno, de progesterona o ambos) positivos y receptores HER2 positivo.
- HER 2. Subtipo con receptores de hormonas negativos y HER2 positivo.
- Basal like. Subtipo con receptores de hormonas negativos y HER2 negativo (también llamado cáncer de mama triple negativo).
El cáncer de mama luminal A es el tipo más común y tiende a tener mejor pronóstico que los otros tres tipos. El cáncer de mama luminal B tiende a tener peor pronóstico que el luminal A, pero mejor pronóstico que los tumores de tipo basal y con exceso de receptores HER2. Los investigadores sugieren que las mujeres con diagnóstico de cáncer de mama luminal A pueden responder bien a un tratamiento que solo incluya hormonoterapia, mientras que las mujeres con diagnóstico de cáncer de mama luminal B pueden responder mejor a un plan de tratamiento con quimioterapia y hormonoterapia.
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Publicado: 20 de febrero del 2018
Actualizado: 20 de febrero del 2018
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