Este trastorno del sueño se da en un 5-10% de la población y unos buenos hábitos de sueño ayudan a prevenir su aparición. Lo explica el Dr. Àlex Iranzo, neurólogo experto en trastornos del sueño.
Lo más importante para evitarlo es tener unos buenos hábitos de sueño.
La parálisis del sueño es un trastorno del sueño que puede darse en personas sanas y no está asociado a otras enfermedades. Suele experimentarse como un episodio de pánico y angustia, puesto que la persona, aunque está despierta y es consciente de lo que pasa a su alrededor, no puede moverse. Esto es debido a que se solapa la fase de vigilia con la fase REM del sueño. No obstante, unos buenos hábitos de sueño pueden prevenir su aparición.
“En unos segundos, aunque parezcan horas, se va a solucionar”. Dr. Alex Iranzo
“El paciente cuando lo tiene está en fase vigilia -por lo que está despierto y es consciente- pero el cuerpo está en la fase REM y en esta fase el cuerpo está en parálisis”, explica el Dr. Iranzo, neurólogo experto en trastornos del sueño. Cuando esto sucede lo mejor que se puede hacer es intentar tranquilizarse, “en unos segundos, aunque parezcan horas, se va a solucionar”, añade. Si los episodios son muy recurrentes, en algunos casos se puede recetar medicación.
“Las personas que duermen entre 4 o 6 horas tienen más probabilidades de que les ocurra”. Dr. Alex Iranzo
Lo más importante para evitarlo es tener unos buenos hábitos de sueño. “Las personas que duermen entre 4 o 6 horas tienen más probabilidades de que les ocurra”. Pese a ello, este trastorno es común en un 5-10% de la población. “Es tan típico que en países como México se le conoce como ‘se me ha subido el muerto’”, comenta el Dr. Àlex Iranzo.
Las fases del sueño
Antes de que el cuerpo se duerma, se encuentra en lo que llamamos vigilia. En esta fase, la persona está despierta y es consciente de lo que ocurre a su alrededor.
Una vez el cuerpo se duerme pasa por distintas fases, que se dividen principalmente en fase noREM y fase REM, denominadas así haciendo referencia a los movimientos rápidos oculares (en inglés, Rapid Eye Movement (REM)). Un adulto sano duerme un 75% del tiempo en fase noREM y un 25% en fase REM.
En la fase noREM no se producen estos movimientos oculares y se divide en fase de adormecimiento (correspondiente al 10% del tiempo), fase de sueño ligero (un 45% del tiempo) y fase de sueño profundo (un 20% del tiempo).
En la fase REM, se producen los movimientos rápidos oculares. Aunque el cuerpo en esta fase no se puede mover, el cerebro está muy activo, en esta fase es cuando se producen los sueños. Por otro lado, también se relaciona esta fase con los procesos de memoria y aprendizaje.