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¿Cuándo ir a urgencias?

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El paciente que presenta fiebre y cualquiera de las manifestaciones o cuadro clínico siguientes debe acudir lo antes posible a Urgencias de un centro hospitalario:

Presión arterial baja (por debajo de 100 mmHg) o frecuencia respiratoria elevada (superior a 22 respiraciones por minuto) o disminución del nivel de consciencia.

Síntomas neurológicos como cefalea intensa, focalidad neurológica (problema en el funcionamiento del cerebro, la médula espinal y los nervios que afecta un sitio específico, como el lado izquierdo de la cara, el brazo derecho o incluso un área pequeña como la lengua) o crisis epilépticas o comiciales.

Erupción cutánea generalizada o lesiones cutáneas de color rojo o púrpura que aparecen en el contexto de fiebre y síntomas neurológicos.

Fiebre después de un viaje a un país tropical.

Fiebre en el paciente anciano o en el paciente inmunodeprimido (pacientes con enfermedades hematooncológicas, tratamiento con quimioterapia, trasplante de órgano sólido o de médula ósea, inmunodeficiencias primarias o secundarias como la infección por VIH).

Fiebre en pacientes que hayan sido sometidos a una intervención quirúrgica o a pruebas endoscópicas diagnósticas, sobre todo, si se ha realizado algún tipo de biopsia.

Fiebre acompañada de dolor abdominal, dolor torácico que aumenta al respirar (dolor pleurítico), duración de varios días y que no responde al tratamiento prescrito por el médico.

Cuando un paciente, previamente sano, presenta fiebre acompañada de síntomas respiratorios de vías altas (rinorrea, odinofagia, tos seca) o de síntomas urinarios sin dolor lumbar, puede consultar inicialmente con el equipo de atención primaria.

Pruebas en Urgencias

Lo primero que hace el personal sanitario cuando un paciente con fiebre acude a Urgencias es:

Medir la temperatura corporal.

Medir las constantes vitales (presión arterial, frecuencia cardíaca y frecuencia respiratoria).

Historia médica (antecedentes, motivo de consulta y enfermedad actual).

Exploración física (auscultación cardíaca y respiratoria, palpación abdominal y valoración neurológica).

Tras la visita médica se decide qué exploraciones complementarias son necesarias para orientar el cuadro clínico que presenta el paciente. Es frecuente que se solicite:

Análisis de sangre

Análisis de orina

Radiografía simple de tórax y/o abdomen, según las manifestaciones clínicas.

Estas exploraciones se suelen realizar en el propio servicio de Urgencias.

Tras la valoración clínica y las exploraciones complementarias iniciales el médico puede hacer una orientación diagnóstica del cuadro y recomendar un tratamiento apropiado. Además, puede decidir si puede irse de alta o si necesita realizar otras pruebas, unas horas de observación o incluso ingreso en el hospital.

Pruebas complementarias

Si el médico considera oportuno, se pueden realizar otras exploraciones radiológicas (ecografía abdominal, TC craneal, entre otras), así como solicitar cultivos de sangre y orina, que tardan entre 3 y 5 días en dar un resultado definitivo, pero que no son imprescindibles para realizar una orientación inicial del cuadro clínico.

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