18 de diciembre del 2024
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La vida después del Trasplante Cardíaco
La alimentación se debe individualizar en cada caso porque depende de si la persona tiene una enfermedad de base como la diabetes o la hipertensión arterial. En general, debe ser tan equilibrada como sea posible, acentuadamente mediterránea y rica en fibra. Se aconseja moderación en la comida porque se puede coger peso de forma rápida por la acción de los corticoides y por la recuperación de la salud. Y la obesidad en este aspecto puede llegar a ser un problema serio.
Algunos consejos sobre la alimentación son los siguientes:
Zumos en envases de brik o recién hechos de forma natural. La ingesta de líquido está permitida. Los zumos se han de elaborar a partir de frutas previamente lavadas y consumirlos en el momento de prepararlos, aunque es preferible tomar la fruta sin exprimir.
Comer con poca sal y, si se tiene la tensión arterial alta, eliminarla. Hay otros condimentos como el orégano, el tomillo, la pimienta, el limón, el vinagre, etc. Evitar las pastillas de caldo, reducir las comidas de lata, en conserva o los aperitivos, ya que todo lleva sal.
Tomar la menor cantidad posible de azúcar (pastas, pasteles ...), ya que los inmunosupresores tienen tendencia a elevar la glucosa en la sangre.
La alimentación, en general, debe ser rica en grasas insaturadas como el aceite de oliva, el pescado, frutos secos (natural o tostada), ya que debido a los inmunosupresores hay un aumento del colesterol y de los triglicéridos en sangre.
Evitar los productos que contengan fritos en exceso, los guisos, los estofados, los embutidos, tomar más de tres huevos a la semana, el chocolate (si es negro que contenga, como mínimo, un 70% de cacao), las grasas animales (vísceras, sesos, quesos grasos, mantequilla y margarina no vegetal, nata ...).
Disminuir el consumo de carne roja (ternera, caballo, cordero y cerdo) y consumir más carne blanca (pollo sin piel, pavo y conejo).
Lavar bien los alimentos antes de cocinarlos, incluso la carne y el pescado (si se compra una pieza entera, limpiar todo el interior antes de guardarla en la nevera).
Es preferible que la leche sea desnatada o semidesnatada, pasteurizada y en brik. Una vez abierto el envase, se conserva cuatro horas a temperatura ambiente y 24 horas en la nevera. Se pueden comprar envases de leche individuales. Su alto contenido en calcio es de gran ayuda para evitar la osteoporosis. Es mejor que los derivados de la leche también sean desnatados (yogur, queso fresco ...).
Las verduras y las hortalizas son ideales. Tienen muchas vitaminas y minerales y un alto contenido en fibra. Lavarlas con unas gotas de lejía durante diez minutos y enjuagarlas bien o utilizar AMUKINA (producto comercial). Con la lechuga o con cualquier vegetal crudo se hay que tomar la misma precaución durante los tres primeros meses tras el trasplante.
Los cereales son una parte importante de la alimentación, sobre todo si son integrales. Las frutas son altamente recomendables. Se puede comer fruta con la cáscara si está íntegra y sana, pero debe lavarse previamente, al igual que las verduras. Las fresas, las cerezas y las uvas deben lavarse enteras y con la cola. Evitar el pomelo (interacciona con la inmunosupresión). No comerlas fuera de casa porque nunca se sabe cómo pueden haber sido lavadas.
No comer nada crudo (pescado, carne, embutido, marisco, huevo...). El jamón serrano y el fuet son curados, por lo que son crudos y no es recomendable comerlos. Sí se puede comer jamón york, catalana o mortadela, porque son cocidos. La mayonesa solo se debe tomar de bote. No se debe tomar de elaborada manualmente aunque esté hecha en casa.
La comida debe ser cocinada poco antes de comerla y no se debe recalentar un plato que lleve horas cocinado y fuera de la nevera.
Las bebidas embotelladas son estériles mientras el envase (botella o brik) está cerrado; una vez abierto se conserva solo cuatro horas a temperatura ambiente o 24 horas en la nevera. Lo mismo se aplica a las latas de conserva.
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Hay que conservar la carne y el pescado en el frigorífico, protegidos con papel film o en un envase hermético. Hay que consumirlos antes de dos días. La carne picada debe consumirse el mismo día.
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Los platos ya cocinados deben ser ingeridos recién preparados o bien deben ser refrigerados correctamente (máximo 24 horas) o congelados para evitar su contaminación. Hay que cocinar a temperaturas elevadas y el tiempo suficiente para que las zonas interiores pierdan el color rojo; no se pierden cualidades nutricionales y se eliminan gérmenes.
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Los vegetales deben conservarse refrigerados y en recipientes cerrados. Hay que guardar las salsas por separado (comprar envases pequeños).
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Alimentos envasados. Hay que comprobar el buen estado de los envases, rechazar los que estén abiertos, rotos, deteriorados, envases abombados o que desprendan gas. Los enlatados deben cambiar de recipiente para evitar que se oxiden y se contaminen; hay que consumirlos lo antes posible.
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Nunca se debe volver a congelar un alimento una vez descongelado. Rechazar los que presenten escarcha (a menudo es un indicio de que se ha roto la cadena del frío).
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Disminución del apetito. Hacer comidas pequeñas durante el día, tomar alimentos ricos en proteínas y/o beber líquidos como leche o zumo en lugar de agua.
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Sensación de hartazgo. Evitar alimentos que pueden causar gas adicional o beber líquidos durante las comidas.
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Náuseas. Los alimentos con alto contenido en carbohidratos como la pasta, los cereales, el pan y la fruta pueden ayudar. Las náuseas también pueden disminuir si se toma agua con jengibre y zumos de limón.
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Cambios en el gusto. Utilizar condimentos y especias para mejorar el sabor de la comida.
Debido a la medicación inmunosupresora, se produce una disminución de la cantidad de hueso, lo que puede causar trastornos en la movilidad que pueden ser importantes si no se previenen. Por ello es muy aconsejable mantener una actividad física adecuada.
En algunos casos también hay que tomar suplementos de calcio y vitamina D después del trasplante. Pero hay que tener en cuenta que el ejercicio es individualizado. Es decir, a todo el mundo no le va bien el mismo.
Cuando no se pueden practicar determinados deportes, pasear diariamente, en general, siempre es recomendable, ya que es un ejercicio muy saludable y que no suele tener contraindicaciones.
Aunque el estado físico lo permita, se debe evitar hacer esfuerzos durante los tres primeros meses. Posteriormente se puede ir aumentando el ejercicio. Se considera que los deportes más aconsejables son la marcha, el golf, la natación, los paseos en bicicleta, etc.
Con la natación se debe tener la precaución de no ir a piscinas públicas hasta que haya transcurrido un año del trasplante para evitar un posible contagio con gérmenes en el agua. También se deben evitar los jacuzzis durante el primer año de postrasplante. Cuando se pueda ir a la piscina, debe ser con agua clorada. Es aconsejable el uso de zapatillas tanto a las piscinas como en la playa, especialmente en las duchas.
Hay que tener presente que están prohibidos los deportes violentos, los competitivos o los que requieren un esfuerzo físico excesivo, como el boxeo, el fútbol, el karate, etc.
Beneficios de practicar deporte:
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Fortalece el corazón.
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Ayuda a sentirse más seguro.
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Ayuda con el control de peso.
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Reduce la presión arterial y el colesterol.
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Reduce el estrés y las posibilidades de osteoporosis.
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Aumenta los niveles de energía.
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Ayuda a la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones.
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Hace sentirse más saludable.
La mayoría de los pacientes están inactivos durante largos períodos de tiempo antes de la cirugía, lo que puede provocar grandes pérdidas en la fuerza muscular y la flexibilidad. Además, durante la cirugía de trasplante se cortan algunos de los nervios que ayudan a controlar la función del corazón, lo que hace que el nuevo corazón responda con más lentitud al ejercicio. Esto es importante saberlo, porque significa que el ritmo cardíaco no aumentará cuando se haga ejercicio de la forma en que solía hacerlo el corazón viejo. Además, su nuevo corazón tendrá una frecuencia cardíaca más alta cuando esté en reposo (95-115 latidos por minuto), así como una frecuencia cardíaca máxima más baja cuando se haga ejercicio (150 bpm).
Hacer calentamientos de unos 10 minutos antes de hacer ejercicio mejora la flexibilidad y reduce la posibilidad de lesiones.
Se pueden mantener relaciones sexuales después del alta hospitalaria, aunque se aconseja lo siguiente:
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Al principio es recomendable adoptar posturas cómodas, que requieran menos esfuerzo físico.
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Evitar tener relaciones sexuales después de comer.
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En el caso de notar algún efecto secundario de la medicación con respecto a la sexualidad, comentarlo con el equipo de trasplante, pero no dejar de tomarse las pastillas.
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Es aconsejable mantener la máxima higiene y utilizar preservativos durante los primeros meses para evitar infecciones venéreas. Una buena lubricación previene las irritaciones y las infecciones. Las mujeres deben saber que la mayoría de los preservativos están lubricados con polvo de silicona, pero puede que la lubricación no sea suficiente y produzca irritación vaginal. En este sentido, es recomendable cubrir los preservativos con lubricantes hechos a base de agua (con silicona o glicerina) que se pueden encontrar en cualquier farmacia, en tiendas especializadas o en sex-shops (si los adquiere en estas tiendas observar su fecha de caducidad y la de homologación). Es importante utilizar solo lubricantes hechos a base de agua, ya que cualquier otro tipo de lubricante puede dañar el preservativo.
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Todas las mujeres trasplantadas deben seguir un control ginecológico rutinario de forma anual.
Antes, durante y después de un proceso de trasplante se pasa por muchos altibajos de salud y muchos procesos de aceptación que pueden crear estados de desánimo o de depresión. Se pueden tener momentos de euforia durante los que es indiferente cuidarse y, por lo tanto, se come todo lo que no conviene y se mantienen hábitos no saludables, o sentirse triste sin motivo aparente. Es posible que se esté irritable con uno mismo o con las personas de al lado.
En este caso, es recomendable tomárselo con calma y pedir ayuda si se necesita. Intentar llevar una vida tan normal como sea posible y vivir el trasplante como un paréntesis o como una etapa de una vida que continúa con la ayuda del corazón trasplantado. La primera es competencia del equipo médico; los psicoterapeutas pueden ayudar con la segunda; la tercera depende de la voluntad y de la actitud positiva ante las reacciones adversas.
Hay que intentar orientarse hacia este pensamiento: "tengo ganas de vivir, de trabajar, de hacer deporte,...". Hay que saber que algunas medicaciones que se toman (prednisona) producen, como efectos secundarios, cambios de humor y del estado de ánimo, sobre todo, si la medicación se suspende de forma repentina.
El alta laboral la da el médico especialista y la otorga el médico de cabecera. Se aconseja que las personas que puedan desarrollar una actividad laboral lo hagan, si el cargo no supone un esfuerzo físico importante. No hay un tiempo fijo de convalecencia postrasplante. Se orienta según cada caso. Normalmente a los seis meses se puede estar preparado física y psicológicamente para reanudar la actividad laboral habitual. Aunque al principio no hay que exigirse el mismo rendimiento que se tenía antes. Se deben evitar los excesos y descansar cuando sea necesario.
La conducción se puede reanudar de seis a ocho semanas después del trasplante, en función de la recuperación, complicaciones y medicamentos. Los reflejos y el juicio pueden estar afectados debido a una hospitalización prolongada o por algunos medicamentos. Lo mejor es hablar este asunto con el equipo médico antes de volver a conducir.
Es una buena idea practicar la conducción en un lugar abierto y poco transitado como medida de precaución. Las primeras veces puede ser útil tener otro conductor con licencia en el coche.
Se puede viajar cuando se esté en condiciones. Se deben evitar determinadas zonas en las que hay más posibilidad de adquirir infecciones e ir solo a lugares donde haya una atención sanitaria adecuada. Pero antes de tomar una decisión hay que consultarla con el equipo de trasplante, que indicará si debe tomar una medicación preventiva para las enfermedades existentes en esa zona.
En el momento de viajar se debe tener en cuenta el horario de la medicación inmunosupresora, porque puede haber modificaciones si se cambia de país.
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Llevar suficiente medicación para, como mínimo, dos semanas más de lo previsto en el viaje, por si surgen retrasos inesperados.
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Llevar una copia de las recetas, con el nombre genérico de los medicamentos que se toman; también se debe adjuntar una copia del historial médico.
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Guardar los medicamentos en un lugar seguro. Llevarlos en una bolsa de mano y no en las maletas, ya que se pueden perder o llegar con retraso. Proteger la medicación de temperaturas extremas. No dejarla en un estante o en la guantera del coche.
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Beber solo agua envasada o hervida.
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Comer sólo comidas cocinadas o peladas.
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Si hay asistencia sanitaria, identificarse como persona trasplantada.
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Llevar siempre los números de teléfono, de fax y correo electrónico de la unidad de trasplante.
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Si hay asistencia médica urgente en un país extranjero, recordar que la embajada española puede prestar ayuda.
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Si el viaje es de larga estancia, buscar dónde están los centros de asistencia y/o sobre personas o médicos con los que poder contactar en caso de necesidad.
Los pacientes trasplantados tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel. Este riesgo es 65 veces mayor que en las personas no trasplantadas. Está relacionado con la edad del paciente, el momento del trasplante y la medicación inmunosupresora.
Los factores de riesgo adicionales son los siguientes:
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Piel clara o que se quema con facilidad.
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Pelirrojo o rubio.
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Ojos azules, verdes o color avellana.
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Historia familiar de cáncer de piel o anteriores.
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Historia de gran exposición al sol.
Los pacientes trasplantados siempre deben utilizar una pantalla solar con un factor de protección solar (SPF) 30 para proteger su piel. Además, es importante usar gafas de sol, un sombrero ancho y ropa protectora, así como evitar o limitar las actividades al aire libre durante en el tiempo que los rayos de sol son más fuertes.
No se recomienda utilizar las cabinas de bronceado.
Se debe evitar el contacto con animales durante los primeros meses. Después no hay inconveniente, aunque es mejor no tener contacto directo con ellos. Deben tener el calendario de vacunación al día, estar limpios y con controles veterinarios anuales. Se desaconseja tener gatos, hámsters, tortugas, monos, pájaros y otras aves exóticas. Se pueden tener peces, pero no hay que tocarlos ni limpiar el acuario.
Algunos consejos:
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Antes y después de estar en contacto con un perro, lavarse bien las manos.
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Evitar el contacto con los fluidos del animal como las heces, vómitos, saliva u orina.
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No dejarse lamer.
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Mantener el lugar donde esté y donde duerma bien limpio.
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Evitar que duerma en la habitación.
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En caso de mordedura, lavarse rápidamente la herida con agua fría, ponerse yodo y contactar con el equipo médico.
Hay que mantener el recipiente alejado de la cocina y de las zonas de comida. Hay que utilizar bolsas de plástico en el recipiente de la basura y utilizar guantes de plástico. También hay que lavarse las manos después de limpiar el recipiente de la basura y desinfectarlo al menos una vez al día.
Como la piel es más sensible a los traumatismos por los efectos de la medicación, se deben evitar actividades que puedan lesionar. Por este motivo, si se tiene jardín se deben utilizar guantes y pantalones largos. Durante los seis primeros meses es mejor no encargarse de las plantas. No tocar la tierra, ya que puede transmitir infecciones por hongos.
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Publicado: 15 de julio del 2019
Actualizado: 15 de julio del 2019
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