¿Cuáles son las posibles complicaciones?

Las posibles complicaciones de la quimioterapia son debidas a efectos de ésta sobre las células en reproducción de nuestro organismo, sean tumorales o sanas, como pueden ser los folículos pilosos (células del pelo o cabello), las células de la sangre o las de la piel. Por esta razón, cuando estas células sanas del organismo no pueden regenerarse con normalidad aparecen los efectos secundarios.    

Es muy importante remarcar que cuando hablamos de posibles complicaciones de la quimioterapia se trata de un listado de “posibles” y que, por tanto, no quiere decir que cada paciente las sufra todas, incluso puede haber pacientes que no tengan ningún efecto secundario. De la misma forma que no todas las quimioterapias producen los mismos efectos adversos o de la misma intensidad.  

Entre los efectos secundarios más frecuentes se encuentran:

• Cansancio (Astenia): prácticamente todos los tratamientos de quimioterapia generan un cierto grado de cansancio. En caso de que la astenia sea moderada-severa sus médicos le reducirán o suspenderán el tratamiento.  
• Anemia (disminución de la hemoglobina): es uno de los efectos adversos más frecuentes de todas las quimioterapias. En alguna ocasión puede ser necesario realizar alguna transfusión.  
• Neutropenia (descenso de los leucocitos): Los leucocitos y los neutrófilos, dos tipos de glóbulos blancos que forman parte del sistema inmunitario. Los pacientes con neutropenia presentan mayor riesgo de tener infecciones. Por tanto, es importante ser más cuidadosos con algunas medidas si se está recibiendo tratamiento con quimioterapia. Por ejemplo: es importante mantener una buena higiene de manos, evitar contacto con personas enfermas, consultar al equipo médico en caso de fiebre (> 38ºC). En algunos tratamientos de quimioterapia, los profesionales pueden recomendarle la administración de factores de crecimiento en forma de inyección para estimular una recuperación más rápida de las defensas y disminuir el riesgo de infecciones graves.  
• Plaquetopenia (disminución de plaquetas): facilita el sangrado o la aparición de hematomas.
• Náuseas o vómitos: la mayoría de las veces son muy leves gracias a la administración profiláctica de medicación específica para disminuir el riesgo que aparezca.  
• Infecciones: muy relacionadas con la neutropenia o con los catéteres (PICC, port-a-cath) utilizados para administrar el tratamiento. Los pacientes con quimioterapia presentan mayor susceptibilidad para sufrir infecciones. En caso de fiebre siempre deberá consultar con sus enfermeras o médicos responsables.  
• Alteraciones del ritmo deposicional: puede ser por el tratamiento con quimioterapia o bien por otras medicaciones que se tomen al mismo tiempo. Los pacientes pueden experimentar episodios de diarreas o estreñimiento que requieran dietas astringentes o laxantes.  
• Caída de pelo (Alopecia): no todas las quimioterapias la producen, y las que la provocan pueden ser en distintos grados de severidad. Es reversible y una vez se acaban los ciclos de quimioterapia programados el cabello vuelve a crecer en unas 3 semanas. El equipo referente le informará si su esquema de tratamiento puede producir alopecia y el grado esperable.  
• Aftas y úlceras (Mucositis): especialmente en la zona de la boca. Sus referentes le darán remedios y recomendaciones para disminuir el impacto que puedan tener en la ingesta de alimentos.  
• Alteraciones en la piel o uñas: algunas quimioterapias aumentan el riesgo de sufrir una quemadura solar y es importante utilizar protección solar para evitarlo. También puede afectar al crecimiento de las uñas haciendo que adquieran una coloración más oscura o bien se agrieten temporalmente durante la quimioterapia.  
• Alteraciones de la sensibilidad (Neuropatía): el sistema nervioso puede verse afectado por algunas quimioterapias produciendo alteración en la sensibilidad de manos y pies. Muchas veces es reversible una vez finalizado el tratamiento. Si aparece tendrá que informar a su equipo médico para que valoren disminuir o suspender dosis de su quimioterapia.  
• Infertilidad: los óvulos y los espermatozoides pueden verse alterados de forma permanente según la edad del paciente y el esquema de quimioterapia utilizado. Por este motivo, si el paciente se encuentra en edad reproductiva, su equipo podría ofrecerle la oportunidad de hacer una conservación de los óvulos o espermatocitos para utilizarlos más adelante en caso de que presente dificultades para conseguir un embarazo.  
• Efectos cardiovasculares: algunas quimioterapias pueden afectar a la funcionalidad del corazón tanto durante el tratamiento como a largo plazo. Por este motivo, el oncólogo/a valorará posibles enfermedades cardiovasculares en el momento de la visita o bien puede proponer un control cardiológico en función de la quimioterapia.  
• Afectación renal o hepática: muchas de las quimioterapias se eliminan por el hígado o por los riñones. Ambos órganos pueden verse afectados en menor o mayor medida por los tratamientos oncológicos, por lo que se realizan analíticas de control previas a la administración del tratamiento. En la mayoría de las ocasiones se trata de efectos reversibles.