¿Qué es el síndrome del ojo seco?

El síndrome de ojo seco se entiende como una pérdida del mecanismo homeostático (equilibrio dinámico en las funciones y la composición de líquidos y tejidos) de la llamada Unidad Funcional Lagrimal (UFL). La UFL está formada por todos los componentes de la superficie ocular (conjuntiva, epitelio corneal, glándulas de Meibomio y lágrima), la estática y la dinámica de los párpados, las glándulas lagrimales y la red neural (vía aferente, vía eferente – simpático y parasimpático).

La UFL controla los principales componentes de la película lagrimal de una forma regulada. Se puede alterar por factores externos o ambientales (humedad baja, viento, condiciones de trabajo, tóxicos), infecciones o traumatismos (incluida la cirugía de la córnea), así como por factores internos como enfermedades inflamatorias que afectan a los tejidos de soporte, por alteraciones en glándulas de Meibomio o en la dinámica palpebral, por alteraciones asociadas a la inervación, ya sea a nivel central o periférico, o por los efectos adversos de fármacos.

Su función es conservar la integridad de la película lagrimal, la transparencia de la córnea y la calidad de la imagen que se proyecta en la retina.

Película lagrimal

La película lagrimal está formada por agua, aceites grasos y mucina que se dividen en tres capas:

• Capa acuosa es la de mayor tamaño. Está compuesta por casi un 100% de agua. Su función es proteger al ojo de infecciones, lubricarlo, limpiarlo de pequeñas partículas y aportar de oxígeno y nutrientes a la córnea.
• Capa lipídica está formada por las glándulas de Meibomio que son la principal fuente de lípidos de la película lagrimal y sirve para evitar que se evapore la capa acuosa situada detrás. Actúa como lubricante entre los párpados y la córnea.
• Capa mucosa es la más interna y mantiene húmedo y lubricado el ojo al distribuir la capa acuosa por la superficie ocular.

La alteración de esta UFL origina una película lagrimal inestable que se traduce en una hiperosmolaridad de la lágrima (mucha concentración de lágrima con poco líquido, ya sea por falta de producción lagrimal o por un aumento de la evaporación) e inflamación de la superficie ocular, lo que provoca síntomas y signos de sequedad ocular.

Los síntomas aparecen debido a la hiperosmolaridad que estimula una cascada de eventos inflamatorios en las células epiteliales superficiales lo que produce la muerte de estas células. Las alteraciones visuales aparecen debido a la irregularidad de la película lagrimal sobre la superficie ocular. Los signos (queratitis punteada superficial, queratitis filamentosa, etc.) son secundarios al roce de los párpados con la superficie ocular.