Pruebas y diagnóstico de la Insuficiencia Cardíaca

Electrocardiograma (ECG). Consiste en la colocación de unas pegatinas con unos pequeños dispositivos, llamados electrodos, en el tórax, brazos y piernas que registran la actividad eléctrica del corazón. 

Análisis de sangre. El análisis de diferentes parámetros sanguíneos -como el nivel de azúcar, colesterol, hormonas o funcionamiento del riñón- da información sobre el grado de daño que sufre el corazón y el resto de órganos.

Radiografía de tórax. Con una radiografía el médico puede observar si el corazón está agrandado, hay más calcio de lo normal en la arteria aorta, existe algún indicio de enfermedad en los pulmones, hay líquido en los pulmones o en la pleura como consecuencia de la presencia de insuficiencia cardíaca.

Ecografía de corazón (ecocardiografía). Con una ecografía del corazón se visualiza su forma, las dimensiones de sus cavidades, el estado de las válvulas, el movimiento y la presencia de líquido o no dentro de la membrana que lo recubre (el pericardio).

Ecocardiografía transesofágica. Es un tipo de ecocardiografía en la que se introduce una sonda por la boca hasta el esófago. La emisión de ultrasonidos se realiza desde el interior de la caja torácica. Se realiza para ampliar detalles que no se han podido explorar bien con la ecocardiografía.    

Cateterismo cardíaco. Es una prueba invasiva, ya que se accede al corazón a través de un vaso sanguíneo para valorar la anatomía del corazón y sus arterias, así como estudiar la función del corazón.