Preguntas frecuentes sobre Incontinencia Urinaria
La pérdida de orina no debe considerarse normal cuando ocurre después del parto y tampoco es una consecuencia del proceso de envejecimiento. En ambas situaciones, y siempre que se produzcan pérdidas involuntarias de orina, debe consultar con un profesional con experiencia sin tener que ocultarlo, sentir vergüenza y sin permitir que este problema le limite en su actividad diaria.
Durante el embarazo, los músculos y otras estructuras anatómicas que forman el suelo pélvico y que sostienen y permiten el correcto funcionamiento de la vejiga, la vagina y el recto, sufren una sobrecarga. Durante el parto hay una distensión y, en algunos casos, un estiramiento máximo de estos músculos. En algunas mujeres estos músculos y tejidos que los rodean, pueden quedar más laxos de forma permanente, causando una debilidad en estas estructuras que pueda favorecer la aparición de síntomas de incontinencia urinaria y otros problemas del suelo pélvico.
Es importante que durante el embarazo, y en los primeros meses después del parto, se hagan ejercicios que fortalezcan los músculos del suelo pélvico y, también, que se eviten actividades que puedan sobrecargarlos excesivamente. La mujer debe asegurarse de que sus músculos del suelo pélvico tienen el tono correcto y una buena capacidad de contraerse y relajarse, tanto de forma voluntaria como refleja.
Es la prueba clave para el diagnóstico exacto del tipo de incontinencia urinaria y de otras disfunciones miccionales. Su objetivo es medir el funcionamiento de la vejiga mientras se llena de líquido y en el momento de la micción.
Es una prueba que realizan los urólogos para ver el interior de la vejiga y de la uretra (conducto de salida de la orina al exterior).
Aunque la cirugía haya resuelto su incontinencia urinaria, es recomendable mantener un buen tono muscular y seguir practicando los ejercicios de forma habitual.
El tiempo de reposo postoperatorio que se recomienda es de 4-6 semanas. Aunque las actividades que impliquen hacer esfuerzos físicos importantes es mejor evitarlas durante unos 3 meses. Para asegurar el éxito y la duración de la intervención se recomienda evitar el estreñimiento y hacer esfuerzos físicos que tengan impacto sobre los músculos del suelo pélvico.
Cada caso es diferente. Las opciones de tratamiento pueden pasar por cambiar algunos hábitos de estilo de vida, ejercitar la musculatura del suelo pélvico, tomar fármacos o una intervención quirúrgica. Esta última solo está indicada en mujeres con incontinencia urinaria causada por un esfuerzo.
Cabe recordar, que un alto porcentaje de las mujeres con incontinencia urinaria logra la curación o una mejora significativa en los síntomas después de un tratamiento.
La cantidad de líquidos ingeridos está directamente relacionada con el volumen de orina que se produce. La cantidad adecuada es de unos 1,5 litros, teniendo en cuenta que, si se realiza una dieta correcta, todos los alimentos contienen un volumen variable de agua.
En el caso de la incontinencia urinaria de esfuerzo, además puede ser útil tener la precaución de vaciar la vejiga cuando se tenga previsto realizar alguna actividad que implique esfuerzo físico (gimnasia, caminar, etc.).
Se debe consumir de forma moderada bebidas alcohólicas y gaseosas, café, té, cítricos o chocolate. La disminución de la ingesta de estos alimentos puede ayudar a evitar episodios de incontinencia, sobre todo en el caso de mujeres que tienen urgencia miccional o que tienen que ir con mucha frecuencia a orinar (vejiga hiperactiva).
La obesidad y el sobrepeso son un factor de riesgo importante de incontinencia, ya que causan una excesiva sobrecarga de las estructuras del suelo pélvico y favorecen su distensión y debilitamiento progresivo.
No se recomienda realizar los ejercicios de la musculatura del suelo pélvico sin una valoración previa por parte de profesionales expertos, que confirmen que la mujer es capaz de contraer correctamente estos músculos.
Antes de iniciar el programa de entrenamiento, el terapeuta valorará el tono de los músculos y la capacidad de hacer correctamente los ejercicios de contracción de la musculatura del suelo pélvico. Con esta evaluación inicial, podrá diseñar un programa de ejercicios personalizado.
Las personas que aprenden con un folleto suelen no hacer los ejercicios correctamente, lo que puede empeorar el problema.
No se necesita un tiempo especial, ya que se puede entrenar la musculatura en cualquier momento del día e incorporarlo a la vida cotidiana. Por ejemplo, en el autobús, la ducha, mientras se cocina, se ve la televisión,…
No. La forma más adecuada de hacer los ejercicios es cerrar el orificio anal como si quisiéramos retener la expulsión de un gas y a su vez cerrar el orificio vaginal. Detener el flujo de la orina en el inodoro es una manera de identificar los músculos del suelo pélvico, pero no debe realizarse ejercicio durante la micción.
Los ejercicios de la musculatura del suelo pélvico se pueden hacer en diferentes posiciones (sentada, de pie, estirada en posición fetal,...), cada mujer debe buscar la posición que le resulte más cómoda.
¿Por qué se produce la incontinencia urinaria?
Información documentada por:
Publicado: 20 de febrero del 2018
Actualizado: 20 de febrero del 2018
Podcasts relacionados
Mantente al día sobre este contenido
Suscríbete para recibir información sobre las últimas actualizaciones relacionadas con este contenido.
¡Gracias por tu suscripción!
Si es la primera vez que te suscribes recibirás un mail de confirmación, comprueba tu bandeja de entrada.
Noticias relacionadas con Incontinencia Urinaria
18 de enero del 2022
El parto vaginal y las disfunciones del suelo pélvico
17 de septiembre del 2019