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¿Qué es la Apnea del Sueño?
La apnea del sueño es un trastorno en que la respiración se interrumpe repetidas veces y se caracteriza por la presencia de ronquidos y una excesiva somnolencia diurna.
La Apnea del Sueño en primera persona
A toda persona que sea roncadora y que tenga apneas observadas por la pareja de cama o somnolencia durante el día, debe consultar a su médico de atención primaria, y saber que el tratamiento de este trastorno va a mejorar su calidad de vida y su descanso nocturno.
La CPAP me ha cambiado la vida, porque yo ahora me despierto y me despierto feliz y contenta y no estoy cansada y hago cosas y, sobre todo, no me duermo.
El Síndrome de Apnea-Hipopnea del Sueño (SAHS) se caracteriza por una presencia excesiva de somnolencia diurna, ronquidos y períodos más o menos prolongados sin movimientos respiratorios (apneas).
Las personas afectadas por trastornos del sueño también pueden desarrollar trastornos neurocognitivos, cardiorrespiratorios, inflamatorios y metabólicos como consecuencia de los episodios repetidos de obstrucción total (apneas) o parcial (hipopneas) de la faringe.
Los episodios se acompañan de una reducción del nivel de oxígeno en sangre y finalizan con un breve despertar (arousal) que ocasiona un sueño no reparador.
Tipos de Apneas del Sueño
Existen tres tipos diferentes de apneas e hipopneas:
Cuando se habla de SAHS, el que más predomina son las apneas obstructivas y las hipopneas. Las apneas centrales son menos frecuentes y pueden aparecer de forma fisiológica en la vigilia del sueño de personas sin ningún síndrome, pero pueden ser patológicas en pacientes con enfermedades del Sistema Nervioso Central (SNC) o cardiopatías en las que se ve afectado el control de la ventilación.
Ciclo de la Apnea del Sueño
La secuencia de fenómenos que ocurren durante la noche en los pacientes con SAHS origina una serie de cambios fisiopatológicos responsables de los principales síntomas de la enfermedad.
Se repite siempre el mismo ciclo: sueño, apnea, cambios en la concentración de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre (cambios gasométricos), despertar transitorio y fin de la apnea.
Durante la apnea y como consecuencia de la obstrucción de la vía aérea superior (VAS), se generan presiones pleurales cada vez más negativas, es decir, un intenso esfuerzo inspiratorio con el fin de vencer la obstrucción existente, lo que provoca el aumento de la poscarga de ambos ventrículos.
Los cambios gasométricos repetidos producen vasoconstricción pulmonar y sistémica, causa de hipertensión arterial sistémica y pulmonar que pueden incidir en que estos pacientes tengan otras enfermedades cardiovasculares como la cardiopatía coronaria o accidentes vasculares cerebrales.
Las arritmias son frecuentes, especialmente episodios de arritmia completa por fibrilación auricular. En los grandes obesos los cambios gasométricos nocturnos contribuyen de un modo decisivo a la hipoventilación diurna crónica.
Las evidencias actuales demuestran que los fenómenos hipoxia (falta de oxígeno)-reoxigenación secundarios a los fenómenos de apnea-hipopnea y su finalización, son los responsables de la aparición de estrés oxidativo (envejecimiento y lesión de las células), de radicales libres, de la liberación de productos inflamatorios y de fenómenos de muerte celular (apoptosis).
Por otra parte, los despertares transitorios repetidos son los responsables de la fragmentación del sueño, que determina la mayoría de las manifestaciones neuropsiquiátricas, como la somnolencia diurna y los trastornos cognitivos.
La evidencia científica actual ha demostrado que el SAHS constituye un factor de riesgo independiente para el desarrollo de enfermedad cardiovascular, fundamentalmente hipertensión arterial, enfermedad cerebrovascular, arritmias e insuficiencia cardíaca. Además, se asocia con un incremento en la tasa de accidentes de tráfico. También se ha demostrado la relación independiente del SAHS con la diabetes mellitus y el síndrome metabólico.
¿A cuántas personas afecta la Apnea del Sueño?
La prevalencia de la Apnea del Sueño en la población adulta se sitúa entre el 2-5% y aumenta con la edad. Es dos o tres veces más frecuente en hombres que en mujeres, aunque el número de mujeres afectadas aumenta de forma significativa después de la menopausia.
Cerca de dos millones de personas en España tienen SAHS, aunque menos del 10% de las personas afectadas son diagnosticadas y tratadas de forma correcta.
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Publicado: 16 de enero del 2020
Actualizado: 16 de enero del 2020
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