Diagnóstico de la Alergia

Tiempo de lectura: 3 min

El diagnóstico de la alergia se realiza a partir de los datos detallados que explica el paciente, que se complementan con los signos objetivos de la exploración física.

De acuerdo con las características del cuadro clínico se establece una sospecha sobre el mecanismo inmunológico implicado y la fase en la que se encuentra la enfermedad alérgica. En función del mecanismo sospechado, se realizan unas pruebas u otras para llegar a un diagnóstico etiológico o de la causa.

Para identificar que sustancias causan la alergia, se dispone de una serie de pruebas in vivo como las pruebas cutáneas –prick test o prueba intraepidérmica-, pruebas intradérmicas, pruebas epicutáneas o del parche; y, pruebas de exposición controlada con el agente causante sospechoso. También existen pruebas in vitro como los análisis de sangre en los que se evalúa la presencia de IgE específica o el test de activación de basófilos.

Actualmente se disponen de pruebas (plataformas de micromatrices) que permiten estudiar más de 100 alérgenos (proteínas) que pertenecen a más de 50 sustancias (fuentes alergénicas) diferentes que comprende alimentos, ácaros, pólenes, hongos, epitelios, parásitos  y venenos de himenópteros, utilizando un volumen muy pequeño de sangre.

Pruebas para diagnosticar la Alergia

Carpeta con la historia clínica de un paciente

Historia clínica.

Prueba de alergia en el brazo

Prueba intraepidérmica (prick test). Se usa para investigar la hipersensibilidad inmediata o IgE mediada. Se pueden estudiar alérgenos alimentarios, venenos de heminópteros, alérgenos inhalados como los ácaros del polvo, el polen de árboles y plantas, hongos, epitelios de animales y cualquier otro alérgeno. Consiste en la aplicación de una gota del extracto del alérgeno a evaluar en la cara anterior del antebrazo y la realización de un pequeño pinchazo con una lanceta. En el caso de que el paciente esté sensibilizado (prueba positiva) aparece una pequeñ habón (inflamación, enrojecimiento y picor) en la zona de punción. Son pruebas muy seguras, sensibles y rápidas (20-30 minutos). 

Aguja pinchando un antebrazo en una prueba intradérmica

Prueba intradérmica. Se usa para investigar las reacciones inmediatas y también las retardadas. Habitualmente se utiliza para estudiar medicamentos. Consiste en inyectar en la dermis una pequeña cantidad del alérgeno (similar a una prueba de tuberculina).

Persona con parches en la espalda por prueba epicutánea

Prueba epicutánea (test del parche). Se usa para investigar la hipersensibilidad retardada. Consiste en aplicar sobre la piel uno o varios alérgenos responsables de reacciones cutáneas de contacto. El parche se mantiene durante 48 horas. También se puede realizar con medicamentos.

diagnóstico:  analítica de sangre general para diagnóstico

Análisis de sangre para estudio de la triptasa (útil durante las anafilaxias) y IgE específica (frente a alérgenos inhalados y alimentos).

Mucosidad o moco más viscoso en la nariz

Test de exposición nasal, conjuntival o bronquial con alérgeno. Se utiliza cuando sospechamos reacciones inmediatas. Consite en aplicar el alérgeno dentro de la nariz, el ojo o el bronquio (pulmón) respectivamente. Se utiliza para establecer que síntomas produce el alérgeno cuando se respira o entra en contacto con los ojos. Se suele realizar para confirmar cual alérgeno es el responsable de los síntomas en un paciente que tiene diversas pruebas positivas. 

Alergia a los frutos secos

Test de exposición oral con alimentos. Consiste en que el paciente tome de forma controlada un alimento que sospechamos que podría haber causado una reacción alérgica, para su confirmación o descarte. Se dan pequeñas cantidades de alimento, que se van incrementando progresivamente hasta llegar a una ración normal. Se considera prueba de riesgo, de modo que debe realizarse siempre en un centro hospitalario con personal entrenado para contrarrestar cualquier posible reacción.

Pastillas con rayas verdes, azules y blancas

Test de exposición oral, subcutáneo, endovenoso o intramuscular con fármacos. Consiste en que el paciente tome, de forma controlada, un medicamento que se sospecha causante de una reacción alérgica. La toma del medicamento puede ser por vía oral, inyección subcutánea, intramuscular o intravenosa. Se consideran pruebas de riesgo, de modo que deben realizarse siempre en un centro hospitalario con el personal entrenado para contrarrestar cualquier posible reacción. 

Información documentada por:

Joan Bartra Tomàs
Rosa Maria Muñoz Cano

Publicado: 24 de julio del 2019
Actualizado: 24 de julio del 2019

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