Hablamos de metástasis cuando un cáncer ya no está localizado, sino que ha habido un proceso de expansión del tumor y puede localizarse en diferentes órganos o en diferentes localizaciones del mismo órgano. A veces, las metástasis pueden identificarse antes de diagnosticar el tumor originario y al analizar el tipo de células puede sospecharse el órgano de origen.
La aparición de nuevos tratamientos ha hecho posible que personas con cáncer se curen, o bien que, aun teniendo la enfermedad, vivan más tiempo. “En general, en un contexto de una enfermedad avanzada es más complicada la curación. Depende de cada caso y el tipo de cáncer”, explica el Dr. Aleix Prat, jefe del grupo Genómica traslacional y terapias dirigidas en tumores sólidos del IDIBAPS.
Hoy en día decir que alguien tiene un cáncer de mama es como no decir nada, hay que poner nombres y apellidos a todos los cánceres” Dr. Prat
En el caso del cáncer testicular, por ejemplo, las tasas de curación de pacientes con metástasis son muy altas, llegando a un 90% de los casos. El Dr. Aleix Prat asegura que “no siempre metástasis es sinónimo de no curación, pero sí que es verdad que la mayoría de los cánceres avanzados son más difíciles de curar, y hoy en día, muchas veces imposible”.
El tratamiento del cáncer según su estadio
El tratamiento de un tumor puede ser muy variado, incluyendo cirugía, radioterapia, etc. Además, existen un sinfín de fármacos que se pueden utilizar y que varían mucho de un cáncer a otro. Estos tratamientos pueden ser la conocida quimioterapia, fármacos biológicos, terapia hormonal, o recientemente, la inmunoterapia. Esta combinación de tratamientos es la que hace posible que hoy en día se puedan curar la mitad de los cánceres diagnosticados.
Cuando la enfermedad ya no está localizada y, por lo tanto, existen metástasis, se suele administrar un tratamiento con diferentes fármacos, muchas veces combinados con radioterapia. El objetivo es controlar estas metástasis, reducir su tamaño e impedir que continúen expandiéndose.
"Lo que nos falta es ir descubriendo más alteraciones concretas, para poder dirigir los fármacos contra cada tipo de cáncer”, Dra. Mollà.
“En los últimos veinte años ha habido unos avances espectaculares en el campo de la oncología” destaca el Dr. Aleix Prat, “sobre todo a nivel del conocimiento biológico que tenemos de los diferentes tipos de cáncer”. Es decir, se han empezado a descubrir las alteraciones genéticas que hay detrás de cada cáncer, y esto ha permitido subclasificarlos. “Hoy en día decir que alguien tiene un cáncer de mama es como no decir nada, hay que poner nombres y apellidos a todos los cánceres”, asegura.
Además, actualmente existen también las terapias dirigidas. Son fármacos que solo funcionan cuando un tumor concreto tiene una alteración biológica concreta (una mutación). Por eso es tan importante la investigación en oncología de precisión, que consiste en estudiar la biología de cada tipo de cáncer. Gracias a esto, cada vez subdividimos más, todo es mucho más complejo, pero el tratamiento va en función de la biología del cáncer.
“De hecho, antes sabíamos que, si un paciente tenía un gen determinado, eso podía hacer que su cáncer fuese mucho más agresivo. Después, se encontraba un tratamiento dirigido contra esta alteración y, a partir de ahí, el cáncer ya era mucho menos agresivo. Por lo tanto, probablemente lo que nos falta es ir descubriendo más alteraciones concretas, para poder dirigir los fármacos contra cada tipo de cáncer”, explica la radiooncóloga Meritxell Mollà.