Se han creado varios grupos de trabajo para diseñar y aplicar el desescalado con los protocolos necesarios para minimizar el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2.
Un hospital COVID-19
El Hospital Clínic, durante la crisis de la COVID-19, se ha volcado en la atención de los pacientes ingresados por la enfermedad. En total, desde que se diagnosticó el primer caso de infección por SARS-CoV-2 de Cataluña en el Clínic, se ha atendido a más de 2.300 pacientes con la COVID-19.
Se adaptaron las estructuras del hospital para dar respuesta a las necesidades que iban surgiendo: se duplicaron las camas de UCI gracias a la transformación de diferentes espacios para acogerlos; se abrieron nuevas salas de hospitalización, dedicadas en exclusiva a estos pacientes; y se abrió el Hotel Salud en el Hotel Catalonia Plaza, un hotel medicalizado que se ha convertido en una extensión del hospital. Los profesionales del hospital también se adaptaron a la nueva situación y a los nuevos protocolos.
Con todo, la actividad urgente se mantuvo y se continuaron realizando procedimientos que no se podían aplazar, incluido un trasplante de hígado.
La vuelta a la normalidad en el bloque quirúrgico
Ahora se prevé que la hospitalización por causas diferentes a la COVID-19 vaya aumentando, con lo que el hospital debe desescalar para poder dar cobertura a los dos tipos de pacientes. Se han establecido protocolos para contar con medidas que minimicen el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 y garanticen la seguridad de los profesionales sanitarios, los pacientes y los acompañados. Así, cuando se requiera ingreso, se hará un test PCR a los pacientes para descartar la infección.
Con la disminución de los ingresos por COVID-19, se han empezado a liberar espacios, entre ellos, el bloque quirúrgico, que se había convertido en una UCI para pacientes con la enfermedad. También muchos profesionales han vuelto a su labor habitual. En el caso de las cirugías, el retorno de los anestesiólogos es clave, ya que durante el pico de la pandemia se dedicaron a la coordinación y atención de los pacientes con la COVID-19 en las nuevas UCIs que se iban habilitando.
Para volver a operar con garantías, se han trabajado diferentes protocolos transversales para todas las especialidades quirúrgicas, que permitan una desescalada progresiva y segura. La Dra. Noemí Pou, Jefa del Área Quirúrgica, explica que, "para poder operar necesitamos que se den cuatro premisas: poder hacer tests que nos permitan detectar la infección en los pacientes; disponer de los profesionales necesarios: cirujanos, anestesiólogos, personal de enfermería, etc; contar con las estructuras adecuadas, tanto quirófanos como UCIs y salas de hospitalización, y disponer de medidas de protección adecuadas para los profesionales ". "Ahora que ya se cumplen todas, vamos avanzando progresivamente, pero con prudencia", añade.
Una de las primeras cirugías, un trasplante de riñón
El Hospital Clínic de Barcelona realizó el pasado martes, 28 de abril, el primer trasplante de riñón desde el inicio de la crisis de la COVID-19. También ha sido el primer trasplante renal robótico a partir de un donante en muerte encefálica que se ha hecho en el Hospital Clínic.
Durante el 2019, en el Clínic se hicieron 186 trasplantes renales, 41 de donante vivo (y 21 de estos fueron robóticos) lo que supone que en los últimos años ha habido un gran aumento de este tipo de cirugías al hospital. Con 81 trasplante robóticos hechos desde el 2015, el Clínic ha convertido en el centro de Europa que más trasplantes de riñón robóticos realiza. El inicio de los trasplantes renales de donante cadáver con robot permitirá ampliar, aún más, el número de este tipo de cirugías que se realizan en el Clínic.
Para el Dr. Antonio Alcaraz, Jefe de Servicio de Urología del Hospital Clínico "el uso del robot en los trasplantes renales supone la mejor innovación y un cambio de paradigma en la realización de este tipo de intervenciones". "A partir de ahora, podremos hacer más trasplantes y en pacientes más complejas. Estamos preparados y el paciente será el primero en agradecerlo ", señala Alcaraz.
De la telemedicina a la consulta presencial
Con el inicio de la pandemia se redujeron de forma importante las consultas médicas presenciales y se pasó a hacer cerca de un 80-90% de estas consultas por vía telemática. "No fue homogéneo para todos los servicios ya que algunos de ellos mantuvieron un porcentaje de visitas presenciales importante por el tipo de consulta o de tratamientos que se administran", señala el Dr. Antoni Castells, director médico del Clínic. "Ahora, poco a poco se irá volviendo a la normalidad de forma progresiva: en mayo procuraremos llegar a un máximo del 25% de visitas presenciales y, en junio, el 50%", añade.
Para acoger estas visitas presenciales se adecuarán los espacios y se establecerán circuitos y agendas que eviten las aglomeraciones de pacientes y acompañantes.