El Hospital Clínic Barcelona ha inaugurado una nueva sala de enfermedades infecciosas a raíz de la experiencia vivida durante la pandemia de la COVID-19 y que responde a las lecciones aprendidas a lo largo de estos años. De esta manera, se ha trabajado, por un lado, en mejorar la experiencia vital del paciente ingresado bajo condiciones de aislamiento. Se trata de una situación vivida con mucha ansiedad por los pacientes al tener un menor contacto con el personal sanitario y familiares, y que influye de manera negativa en indicadores de salud. Por otro lado, se ha incorporado tecnología domótica para facilitar el trabajo del personal sanitario y garantizar su seguridad.
La sala está formada por 16 camas, 8 individuales en la entrada y 8 dobles al final del dispositivo que a su vez se pueden cerrar para aislar a 4 u 8 enfermos en caso de ser necesario para un aislamiento de alto nivel, como en el caso de una infección por virus del Ébola.
El jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas, el Dr. Alex Soriano, el coordinador de la sala, Roger Llobet, y la responsable de Infraestructuras, Ana Sánchez, coinciden en destacar que "después de la experiencia de la COVID-19, el diseño de la sala responde a tres objetivos básicos: garantizar la proximidad entre el paciente con el personal sanitario y la familia; mejorar la seguridad y facilitar el trabajo de los profesionales que atienden a pacientes aislados".
Pared funcional e incorporación de la domótica
Para alcanzar estos objetivos se ha trabajado en dos líneas:
Pared funcional que permite una apertura de la habitación al exterior, manteniendo la intimidad del paciente
Este concepto supone que todas las habitaciones tienen una pared que dispone de un vidrio velado que puede volverse transparente u opaco, según las necesidades, y que permite el contacto visual y auditivo con el paciente a través de un sistema de comunicación bidireccional, sin necesidad de entrar en la habitación.
Según ha explicado el Dr. Soriano, "esto permite incrementar el número de veces que el personal visualiza de forma directa al paciente, así como la interacción con su familiar. De esta manera se favorece el contacto con el paciente, se le transmite tranquilidad y se reduce su angustia".
Esta pared funcional también supone ventajas para el personal sanitario que trabaja en la sala con la incorporación de una estación de trabajo individual para cada habitación. Cada pared funcional consta de un ordenador táctil, plataforma y cajones con todo el material para preparar la medicación de cada paciente.
El Dr. Soriano señala que esta particularidad "reduce los errores de administración propios de estaciones de trabajo comunes para diferentes pacientes". Y añade, "que el hecho de incorporar un intercambiador de material con el interior de la habitación permite entrar al personal sanitario con las manos libres, lo que le facilita la acción de higiene de manos tan importante para reducir la transmisión de microorganismos resistentes".
Incorporación de la domótica
Este sistema permite manipular la iluminación de manera automática según escenas: luz de lectura, de exploración, nocturna o de ambiente; o subir y bajar estores y persianas, así como alertar al personal sanitario de situaciones que requieren de acciones urgentes con un código de luces.
Llobet comenta que "esta regulación permite al paciente mantener el ritmo circadiano durante su ingreso hospitalario, respetando su descanso nocturno, a la vez que permite dar la luz necesaria al profesional para que pueda desarrollar su trabajo".
Esta instalación ha sido posible gracias al legado del Sr. Javier Moreno Chaparro y al trabajo conjunto de la Dirección de Infraestructuras y del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Clínic.
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