Comprender estos cambios y conocer las opciones para afrontarlos es clave para mantener una vida sexual satisfactoria.
Cambios fisiológicos en el hombre
A medida que los hombres envejecen, experimentan una disminución gradual en los niveles de testosterona, lo que puede afectar la libido y la respuesta sexual. Además, pueden presentarse cambios en la función eréctil, con erecciones de menor calidad. La sensibilidad del pene también puede disminuir, lo que puede modificar la intensidad de las sensaciones sexuales. Asimismo, se observan alteraciones en la eyaculación y el orgasmo, como una menor cantidad de semen y un orgasmo de menor intensidad.
Principales disfunciones sexuales en el hombre maduro
- Entre las disfunciones sexuales más comunes en los hombres mayores se encuentran:
- Disfunción eréctil: Dificultad para lograr o mantener una erección suficiente para la actividad sexual. Puede tener causas físicas, psicológicas o una combinación de ambas.
- Disminución de la libido: La reducción del deseo sexual puede estar relacionada con niveles bajos de testosterona, pero también con factores emocionales y relacionales.
- Eyaculación retardada y anorgasmia: Algunos hombres pueden notar que llegar al orgasmo requiere más tiempo o que la eyaculación se vuelve menos frecuente o está ausente.
Factores de riesgo y condiciones médicas asociadas
Diversas enfermedades y hábitos de vida pueden influir en la función sexual masculina. Entre los factores más relevantes se encuentran:
- Enfermedades crónicas: La diabetes, la hipertensión y las patologías cardiovasculares afectan la circulación sanguínea, clave para una erección saludable.
- Estilo de vida: El sobrepeso, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol pueden deteriorar la función sexual.
- Efectos secundarios de medicamentos: Algunos fármacos, especialmente los utilizados para tratar la presión arterial, la depresión o enfermedades prostáticas, pueden afectar negativamente la respuesta sexual.
Opciones de tratamiento y estrategias para mejorar la vida sexual
Existen diversas estrategias y tratamientos que pueden ayudar a mejorar la vida sexual en la madurez:
- Modificación del estilo de vida: Mantener una alimentación equilibrada, hacer ejercicio regularmente y reducir el estrés pueden mejorar significativamente la función sexual.
- Terapias médicas: Desde fármacos orales hasta inyecciones, hay diversas opciones para tratar la disfunción eréctil y otros problemas sexuales.
- Opciones avanzadas: En casos en los que los tratamientos convencionales no son efectivos, las prótesis de pene y otros dispositivos médicos pueden ser una solución viable.
- Apoyo psicológico: La terapia individual o de pareja puede ayudar a afrontar los cambios y mejorar la intimidad.
El envejecimiento no significa el final de la vida sexual. Con la información adecuada y un enfoque proactivo, es posible mantener una vida íntima plena y satisfactoria. Consultar con un profesional de la salud es fundamental para abordar cualquier dificultad y encontrar la mejor solución. Hablar de la sexualidad en la madurez con naturalidad y sin tabúes es el primer paso hacia una vida más saludable y feliz.