Un estudio reciente aporta información sobre los mecanismos neurobiológicos que pueden contribuir a los problemas de memoria en pacientes con Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF). Además, sugieren que PPAR-γ, un receptor del núcleo de las células, podría ser una diana hacia la que dirigir los tratamientos.
Los pacientes que presentan TEAF tienen alteraciones físicas y conductuales, ya sea por consumo alcohólico materno durante el embarazo o durante la lactancia. Entre estas alteraciones destaca el deterioro cognitivo. Estos problemas se deben a que la exposición a alcohol durante la gestación y la lactancia impacta en el desarrollo cerebral y en los circuitos de aprendizaje y memoria. Estos daños estructurales son irreversibles.
Para que el desarrollo neuronal sea correcto es necesario que una importante y compleja red de receptores, moléculas y vías metabólicas funcionen de forma precisa. Se sabe que una molécula implicada es PPAR-γ (un receptor en el núcleo de las células). Esta molécula participa en procesos clave para la maduración cerebral y la cognición. Alteraciones de PPAR-γ durante el desarrollo neurológico se asocian con deterioro cognitivo. Este estudio, todavía en fase experimental con ratones, sugiere que aumentar la expresión de PPAR-γ podría ser una estrategia terapéutica prometedora, que debe abrir la puerta a nuevos estudios.
Si hablamos de posibles tratamientos para el TEAF, es importante destacar que en una fase previa de este estudio se demuestra que el CBD administrado durante la adolescencia puede contrarrestar el deterioro cognitivo en ratones por exposición al alcohol durante la gestación. Este efecto se debe a que el tratamiento con CDB puede disminuir el estado inflamatorio en el cerebro, producido por la exposición prenatal al alcohol.
No obstante, ambos estudios se han desarrollado en un modelo animal. Actualmente existen en fase de validación varios estudios en humanos con TEAF, algunos de ellos desarrollados en el Hospital Clínic de Barcelona. En estas investigaciones se administra a los pacientes con TEAF diversos posibles tratamientos como, por ejemplo, antioxidantes. que podrían producir una mejoría en diversos parámetros neurocognitivos.
Aunque todavía se encuentran en fase de experimentación, es importante que la investigación en este campo avance para sumar opciones terapéuticas para los niños y niñas con TEAF. Hasta el momento, todos los tratamientos que reciben estos pacientes son para paliar los síntomas de su trastorno, no se ha podido desarrollar todavía ningún tratamiento específico para mejorar las alteraciones cerebrales que presentan las personas con TEAF. Tanto estos estudios como estudios futuros pueden abrir nuevos campos de investigación hacia posibles tratamientos.