La nueva regulación considera al cannabis un tratamiento indicado para paliar la sintomatología de diferentes enfermedades. También se contempla que la prescripción de esta sustancia solo la podrán hacer profesionales sanitarios y su dispensación podrá realizarse en farmacias comunitarias, aunque preferiblemente en las hospitalarias. En la actualidad, compuestos derivados del cannabis, como el Cannabidiol (CBD), ya se utilizan para el tratamiento de algunas patologías como la epilepsia refractaria. En la última versión de esta regulación se ha añadido la indicación del cannabis para la endometriosis y el dolor oncológico. Esto supone una alternativa para el tratamiento de los síntomas asociados, que tienen un gran impacto en la calidad de la vida de las personas que las tienen.
La endometriosis es una de las enfermedades ginecológicas benignas más frecuentes y que afecta a entre un 10-15% de las mujeres en edad fértil. Es una enfermedad crónica, hormonodependiente y de carácter inflamatorio. Se caracteriza porque el tejido que forma el revestimiento del útero se desarrolla en otras zonas de la pelvis o incluso totalmente fuera de ella. Esto provoca que sea una de las principales causas de dolor pélvico y de problemas reproductivos en la mujer.
Entre los síntomas que caracterizan la endometriosis, predomina el dolor pélvico que se produce durante la menstruación, pero también en ausencia de ella. “El dolor menstrual se normaliza, por eso el retraso en el diagnóstico es uno de los problemas más importantes. Cualquier paciente que tenga dolor pélvico tiene que consultar para investigar cuál es su causa”, comenta Meritxell Gracia, ginecóloga del Hospital Clínic de Barcelona.
El tratamiento de primera línea es farmacológico y tiene como objetivos la reducción y eliminación del dolor y la mejora de la fertilidad. Para el tratamiento del dolor se utiliza la combinación de analgésicos, como los antiinflamatorios no esteroideos, junto con los tratamientos hormonales, fundamentalmente estroprogestágenos y progestágenos, que inhiben la ovulación y suprimen la menstruación. En algunas mujeres el tratamiento quirúrgico también puede estar indicado.
Las posibles complicaciones crónicas son a causa de las secuelas derivadas del dolor pélvico crónico. Todo ello hace que sea una enfermedad que puede provocar un impacto en la calidad de vida de las pacientes implicando un incremento del coste sanitario a largo plazo. Las mujeres suelen acudir a urgencias para controlar su dolor, incrementando el número de visitas y consultas a distintos especialistas e incluso pueden requerir de ingreso hospitalario para suministrarles analgésicos por vía endovenosa.
Por otro lado, el dolor oncológico afecta entre el 50-66% de los pacientes con cáncer y es uno de los síntomas más invalidantes. El dolor oncológico puede estar causado por el mismo tumor o como un efecto adverso del tratamiento contra el cáncer. Esto hace que el dolor oncológico sea un estado complejo de diagnosticar y tratar.
Otras enfermedades y síntomas en las que el cannabis estaría indicado, según la nueva regulación son la esclerosis múltiple, el dolor crónico no oncológico incluido el dolor neuropático y los efectos secundarios derivados de la quimioterapia como náuseas y vómitos. Podría ampliarse el número de enfermedades siempre que exista suficiente evidencia científica que evalúe su efectividad y los posibles efectos secundarios. En los próximos 6 meses, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) tendrá que aplicar la normativa y garantizar la disponibilidad de los productos en las farmacias.
Información documentada por: Meritxell Gracia, ginecóloga del Servicio de Ginecología del Instituto Clínic de Ginecología, Obstetricia y Neonatología (ICGON) del Hospital Clínic de Barcelona