Causas del Dolor Torácico

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Más frecuentes

La causa más frecuente de dolor torácico es el síndrome coronario agudo, que se desencadena como consecuencia de una obstrucción de las arterias del corazón. En función del grado de obstrucción de estas arterias el síndrome coronario agudo recibe un nombre específico:

Vaso sanguíneo obstruído por una placa de ateroma

Cuando la obstrucción es completa, se denomina infarto con elevación del segmento ST y constituye el 5-10% de los pacientes que consultan por dolor torácico.  

Persona de pie con dolor en el pecho

Cuando la obstrucción es parcial, pueden producirse dos circunstancias que son, el infarto sin elevación del segmento ST (15-20% de los pacientes) y la angina, llamada inestable (10% de los pacientes). 

Vaso sanguíneo con colesterol en sus paredes que limita el flujo sanguíneo

Las arterias del corazón, en general, se obstruyen como consecuencia de la aterosclerosis, que es una inflamación crónica de las arterias que da lugar a un endurecimiento y acumulación de colesterol (placas de ateroma) en sus paredes. Cuando estas placas se ulceran, se forma un trombo que puede obstruir total o parcialmente la arteria coronaria. 

Corazón con una arteria obstruida que provoca un infarto

La rotura de una placa de ateroma provoca la liberación de sustancias, altamente trombogénicas, que inducen la adhesión y agregación plaquetaria por acción del fibrinógeno, con la formación de trombina y, finalmente, del trombo plaquetario. La formación del trombo provoca la obstruccón de la luz del vaso en la que se deposita. Disminuye el flujo sanguíneo, ya sea parcial o en su totalidad dependiendo del porcentaje de obstrucción del vaso y, en consecuencia, el aporte de oxígeno a la zona.

Existen múltiples enfermedades que pueden tener como manifestación clínica el dolor torácico, algunas son graves, pero la mayor parte de los pacientes (más de la mitad) que consultan por dolor torácico es por alguna enfermedad leve.

Otras enfermedades que pueden causar dolor torácico 

Enfermedades cardiovasculares

  • Pericarditis. Inflamación de la membrana que recubre el corazón (pericardio). Cuando la inflamación afecta también al músculo cardíaco se llama miopericarditis. Muchas veces no se sabe la causa que produce esa inflamación, y se llama pericarditis idopática; otras veces esta inflamación es secundaria a una infección o a una alteración de la inmunidad del paciente. La inflamación puede dar lugar a la acumulación de líquido en el saco pericárdico, que si es muy importante da lugar al taponamiento cardíaco. 
  • Síndrome “X”. Produce dolor torácico similar a la angina, pero son personas que no tienen lesiones en las arterias del corazón y no se sabe que es lo que produce el dolor. Es una patología más frecuente en mujeres. 
  • Problemas valvulares. Las personas con enfermedades de las válvulas, como el prolapso mitral o el estrechamiento (estenosis) de la válvula aórtica, pueden presentar dolor torácico similar al de la angina. 

Enfermedades pulmonares

  • Neumonía. Consiste en la infección de los pulmones que se manifiesta con dolor torácico, tos y fiebre
  • Bronquitis. Inflamación de las vías aéreas, generalmente producida por una infección. 
  • Pleuritis. Se produce una inflamación de la membrana que rodea al pulmón (pleura) y suele producirse como consecuencia de una infección, generalmente vírica, o como una complicación de una neumonía o una embolia pulmonar. 
  • Dolor procedente de la pared torácica. Un gran número de entidades pueden causar que la piel, músculos, huesos, tendones, tejidos blandos y cartílago de la pared torácica se vuelvan dolorosos. 
  • Trastornos osteo-musculares. La actividad física que involucra a los músculos de tórax, especialmente cuando es una actividad nueva o extenuante, puede producir dolor muscular. El dolor en general es prolongado (mucho más que en el dolor del síndrome coronario agudo), a menudo empeora en una posición en particular, suele empeorar con la respiración profunda, suele presentarse en una zona localizada, donde al presionar sobre la misma el dolor empeora. A veces, el cartílago que conecta las costillas con esternón se inflama causando dolor, es lo que se llama costo-condritis. 
  • Enfermedades como artritis o la fibromialgia, también pueden producir dolor torácico. 
  • Herpes zóster. Afecta a los nervios de la pared torácica y suele producir un dolor muy intenso, a veces, se acompaña de la presencia de vesículas en una zona concreta del tórax. 

Enfermedades digestivas

  • Esofagitis. Es la inflamación o irritación del esófago, que es el tubo que va desde la boca al estómago. Debido a que el esófago y el corazón son inervados por los mismos nervios, algunos casos de dolor esofágico pueden confundirse con un infarto de miocardio. La inflamación de esófago puede agravarse por el consumo de alcohol, fumar o por la presencia de vómitos de repetición, lo que hace que hace que exista un mayor reflujo gastro-esofágico o acidez. 
  • Espasmo esofágico o trastornos del movimiento del esófago. Los músculos que rodean el esófago se contraen anormalmente y producen dolor. 
  • Úlcera gástrica. Es una lesión (ulceración) de la mucosa que reviste al estómago o el duodeno (primera parte del intestino delgado), muchas veces producida por un germen llamado Helicobacter pylori, pero también favorecen su aparición el tratamiento con fármacos antinflamatorios. 
  • Pancreatitis. Es la inflamación del páncreas (órgano situado en el abdomen por detrás del estómago). La causa más frecuente de que se inflame son los cálculos procedentes de la vesícula, también el consumo de alcohol y, menos frecuentemente, el consumo de comidas muy grasas. 
  • Colecitistis. Es la inflamación de la pared de la vesícula biliar, que es donde se acumula la bilis necesaria para la digestión de los alimentos. La causa más frecuente de inflamación son los cálculos (“piedras”) que obstruyen el vaciamiento normal de la bilis procedente de la vesícula biliar. 
  • Ansiedad o trastorno de pánico. Es una reacción de anticipación involuntaria del organismo frente a estímulos (pensamientos, situaciones...) que se perciben amenazantes y se acompaña de un sentimiento desagradable o síntomas de tensión, entre los que se encuentra el dolor torácico. 

Menos frecuentes

Enfermedades cardíacas

  • Disección aórtica. Se produce un desgarro en la pared de la arteria aorta, suele estar muy relacionada con la hipertensión arterial y con enfermedades que debilitan las paredes de los vasos sanguíneos como, por ejemplo, las llamadas enfermedades del tejido conjuntivo.  
  • Taponamiento cardiaco. El corazón está, al igual que el pulmón, revestido por una membrana que se llama pericardio. Cuando se acumula mucha cantidad de líquido en el espacio entre el corazón y el pericardio (espacio pericárdico), se comprime el corazón desde fuera, lo que impide que se llene correctamente de sangre. 

Enfermedades pulmonares

  • Embolia pulmonar. En este caso se obstruye una arteria pulmonar por un trombo que, generalmente, proviene del sistema venoso de las piernas. La obstrucción de la arteria pulmonar impide que la sangre del organismo pueda oxigenarse correctamente. 
  • Neumotórax a tensión. El pulmón está revestido por dos membranas, la pleura visceral (más interna, en contacto con el pulmón) y la pleura parietal (más externa), entre ambas hay un espacio virtual que cuando entra aire (aire que no debería estar allí) muchas veces de forma espontánea, produce una compresión del pulmón, dando lugar a dolor torácico y dificultad para respirar. 

Información documentada por:

Beatriz López Barbeito
Emilia Vázquez Manjon

Publicado: 20 de febrero del 2018
Actualizado: 20 de febrero del 2018

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