¿Qué es la Colonoscopia?

Tiempo de lectura: 5 min

La colonoscopia es una prueba segura y eficaz para explorar el revestimiento del intestino grueso. Se utiliza para evaluar síntomas como el sangrado o la diarrea crónica y como prueba de prevención y detección para el cáncer colorrectal. Gracias al colonoscopio, un instrumento formado por un tubo delgado y flexible, se pueden obtener imágenes del interior del intestino e introducir material auxiliar para realizar tratamientos a través de un canal operativo.

¿Cómo se realiza?

Se inserta un tubo delgado y flexible a través del  ano y se avanza de forma lenta hacia el recto y el colon. Este instrumento, llamado colonoscopio, tiene el grosor de un dedo y está formado por una lente y una fuente de luz que permite observar las imágenes en un monitor de video. También tiene un canal operativo a través del que se puede introducir material auxiliar para realizar tratamientos.

¿Por qué se recomienda?

La colonoscopia se recomienda como una prueba de prevención y detección para el cáncer colorrectal, así como para evaluar síntomas como el sangrado o la diarrea crónica. 

¿Cómo hay que prepararse?

Antes de la prueba se deben seguir las recomendaciones y rutinas dietéticas que indique el profesional sanitario, ya que para poder visualizar la mucosa del colon es imprescindible que esté limpio de residuos.

En general, la preparación consiste en realizar una dieta sin fibra durante 2-3 días previos a la prueba y beber líquidos trasparentes (agua sola, té y café sin leche ni crema, caldo y bebidas carbonatadas). La realización de la prueba se hace en ayunas por lo que toda la preparación previa se debe acabar de tomar 6 horas antes. 

Se aconseja ir acompañado por la administración de sedación o anestesia.

Es una prueba sencilla y muy fácil. Además, es cómoda, no ocasiona ninguna molestia.

¿Puedo tomar mi medicación?

La mayoría de los medicamentos se pueden seguir tomando como de costumbre, pero algunos pueden interferir con la preparación o el examen. Se debe informar al equipo de salud acerca de la medicación que está tomando, en particular de productos derivados de la aspirina, los antiinflamatorios, los anticoagulantes (warfarina, dabigatrán, apixaban o heparina), el clopidogrel u otros antiplaquetarios, la insulina o el hierro. Además, se ha informar de las alergias a los medicamentos.

¿Qué pasa durante la prueba?

El paciente se debe desnudar de cintura para abajo y colocarse de lado o boca arriba sobre una camilla. Para poder visualizar bien la mucosa, el médico introduce gas (aire o C02) en el colon. En la mayoría de los casos se administra un anestésico general de rápida eliminación, ya que la distensión de las paredes del colon y el avance del colonoscopio, a través de determinadas curvas o puntos difíciles, puede provocar molestias abdominales. Se coloca un catéter en una vena de la mano o brazo y unos electrodos para monitorizar las constantes.

Durante la prueba no se siente dolor. El profesional avanzará de forma lenta el colonoscopio a lo largo del intestino grueso hasta alcanzar la zona de conexión entre el intestino delgado y el grueso (ciego). En algunas ocasiones, se pide al paciente que cambie de posición (de lado o boca arriba) para aplicarle una presión suave en el abdomen y ayudar a la progresión del endoscopio.

A medida que se retira lentamente el colonoscopio se vuelve a examinar el revestimiento del colon.  En aquellos casos en los que no se pueda pasar el colonoscopio a través de todo el colon, se deberá hacer una prueba adicional.

¿Cuánto dura?

El procedimiento en sí, generalmente, dura menos de 45 minutos. Si se tienen en cuenta la preparación y la recuperación se tarda entre dos y tres horas.

¿Qué pasa si la colonoscopia muestra algo anormal?

En los casos en los que se necesite una evaluación adicional, se pasa un instrumento a través del colonoscopio para obtener una biopsia (una pequeña muestra del revestimiento del colon). Las biopsias se usan para identificar muchas afecciones, por lo que a menudo se realizan a pesar de no haber sospecha de cáncer. 

En el caso de realizarse una colonoscopia para identificar sitios de sangrado, a través del colonoscopio se inyectan medicamentos o se sellan vasos sangrantes con tratamiento térmico (cauterización) o mediante el uso de pequeños clips. 

Es posible que durante la exploración se encuentren pólipos, y es muy probable que se extirpen durante el examen. 

Inicialmente, antes te preparan un poco a nivel psicológico de lo que te van a hacer. Te introducen un tubo con una luz por el ano y te van mirando y si hay pólipos te los extirpan directamente. 

¿Qué sucede después de una colonoscopia?

El paciente permanece en observación hasta que desaparecen la mayoría de los efectos de los sedantes u anestésicos. Por eso, se aconseja ir acompañado durante y después de la exploración.

Es posible tener calambres o hinchazón por el aire introducido en el colon durante el examen. Estos efectos suelen desaparecer de manera rápida cuando se expulsa  el gas. 

En general, se puede comer después de la colonoscopia, aunque en los casos en que se hayan extirpado pólipos (polipectomía) se deberá seguir una dieta especial y restringir algunas actividades.  

También es normal tener pequeñas pérdidas de sangre varios días después del procedimiento.

El equipo de salud le explicará los resultados de la prueba. Normalmente, hay que esperar un cierto tiempo para obtener los de las biopsias.

¿Cuáles son las posibles complicaciones?

La colonoscopia y la polipectomía, generalmente, son seguras. La posible complicación que puede surgir es una perforación o rasgadura de la pared intestinal que requeriría cirugía. También puede sangrar la zona donde se ha realizado la biopsia o extirpado el pólipo, aunque de forma leve. El sangrado se puede detener por sí solo o controlarse a través del colonoscopio; rara vez requiere un tratamiento de seguimiento. Algunos pacientes pueden tener una reacción a los sedantes o complicaciones de la enfermedad cardíaca o pulmonar. 

Aunque las complicaciones después de la colonoscopia son poco comunes, es importante reconocer los signos tempranos de posibles complicaciones. En este sentido, se aconseja contactar con el equipo médico si se nota dolor abdominal intenso, fiebre y escalofríos o sangrado rectal de manera continua. 

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Información documentada por:

Maria Pellisé Urquiza

Publicado: 6 de junio del 2018
Actualizado: 6 de junio del 2018

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