Diagnóstico y pruebas de la Artritis Reumatoide

Exploración clínica. 

Analítica general. Esta prueba ofrece información sobre la presencia de inflamación a través de la elevación de reactantes de fase aguda (velocidad de sedimentación y proteína C reactiva) y la presencia de anemia, entre otros. También es muy útil para ver los valores específicos de la enfermedad como son el factor reumatoide (FR) y los anticuerpos contra proteínas citrulinadas (ACPAS). 

Radiografía simple. Se suele usar como prueba de imagen para observar las articulaciones afectadas con el fin de evaluar las denominadas erosiones óseas consecuencia de la sinovitis persistente, que causa la enfermedad sobre la articulación. 

Ecografía. Cada vez se utiliza de forma más activa porque permite valorar la actividad de la enfermedad e incluso guiar procedimientos como las infiltraciones. 

Resonancia magnética. Es necesaria en algunas ocasiones.