Preguntas frecuentes sobre el Aneurisma de Aorta

El riesgo de complicación de los aneurismas de pequeño tamaño (menos de 4-4,5cm) es, en general, muy bajo pudiéndose mantener estable sin necesidad de una operación, o bien crecer a un ritmo muy lento durante años.

Respecto a los aneurismas de tamaño moderado (de 4,5 a 5,5 cm), el riesgo de complicaciones a medio-largo plazo es difícil de predecir, por lo que el caso deber ser valorado por un cirujano especialista en dicha patología.

A partir de los 5,5-6 cm de diámetro, el tratamiento quirúrgico preventivo del aneurisma suele estar indicado debido a que el riesgo de complicación del aneurisma supera al riesgo aportado por la intervención. A pesar de ello, es importante decir que una cirugía emergente/preferente no suele ser necesaria salvo en los casos complicados (aneurismas rotos, sintomáticos o disecciones), o bien en aquellos aneurismas de tamaño extremo.

Cada persona es diferente y la evolución de los aneurismas es solo parcialmente predecible. Se opera cuando el riesgo de una operación preventiva no supera el riesgo de que el propio aneurisma acabe complicándose a corto plazo.

Dependerá de la localización del aneurisma, de la extensión y del riesgo operatorio para cada paciente. En general, los aneurismas de aorta entre 5-6 cm requieren valoración y potencialmente tratamiento quirúrgico.

Desgraciadamente no vemos reducción del tamaño de la aorta a medida que pasa el tiempo. No hay ningún tratamiento médico ni modificaciones del estilo de vida que devuelvan la aorta a un tamaño normal.

El control de la tensión arterial, los factores de riesgo cardiovascular y el estrés son fundamentales para reducir o controlar el ritmo de progresión de la enfermedad. Asimismo, es importante acudir al seguimiento con frecuencia que le aconseje su profesional sanitario.

Si el aneurisma está aún lejos de un tamaño donde haya que empezar a plantear una intervención puede ser suficiente hacer controles ecográficos o con TC anuales. Ahora bien, cuando la aorta se aproxima a un tamaño cercano al de la recomendación quirúrgica, se suele requerir intensificar los controles.

La mejor opción se determina siempre de manera individual, adecuándose a cada paciente y a cada aneurisma. Dado a que a veces puede ser que varias técnicas sean posibles para un mismo caso, es importante dejarse aconsejar por especialistas habituados a tratar este tipo de enfermedades y en centros en los que todas las opciones disponibles pueden ser ofrecidas.

El tiempo de recuperación de la cirugía variará en base al tamaño y a la ubicación del aneurisma.

En general, la estancia en el hospital es alrededor de una semana y las primeras 24-48h se está en cuidados intensivos. En función de su evolución y recuperación puede ser de unos tres meses.

El método de prevención es llevar una vida saludable con una alimentación baja en grasas, hacer ejercicio de forma regular, evitar el estrés y controlar los factores de riesgo cardiovascular como el tabaco, el colesterol, la tensión arterial y la diabetes.