El año 2017 la Agencia Europea del Medicamento aprobó el tofacitinib para el tratamiento de la colitis ulcerosa en pacientes adultos que presentaban una intolerancia, una respuesta inadecuada o una pérdida de respuesta al tratamiento convencional o a un medicamento biológico (como el infliximab, el adalimumab, el golimumab o el vedolizumab), que también se suelen administrar para tratar la colitis ulcerosa.
El mecanismo de acción del tofacitinib es diferente al resto de moléculas aprobadas hasta ahora: inhibe una vía de la inflamación llamada JAK (Janus kinase). Inhibir esta vía de acción supone un nuevo planteamiento en el tratamiento de la colitis ulcerosa.
Este tratamiento tiene muchas ventajas con respecto a su administración: se administra vía oral y esto favorece la aceptabilidad y el seguimiento del tratamiento por parte de los pacientes. Además, tiene un inicio de acción rápido, el efecto del fármaco dura sólo unas horas en el organismo, no tiene riesgo de que se puedan producir anticuerpos contra él y se utiliza en monoterapia, es decir, sin necesidad de asociarlo a otros fármacos.
La dosis que se utiliza es de 10 mg cada 12 horas durante 8 semanas. Si hay una mejoría en los síntomas y se detecta una bajada de la inflamación al hacer la endoscopia, se debe disminuir la dosis y mantener el tofacitinib como tratamiento de mantenimiento. Si pasadas estas 16 semanas no se obtiene ningún beneficio con el fármaco, se debe suspender el tratamiento.
El perfil de seguridad del fármaco es favorable, pero, sin embargo, hay varios riesgos que se deben tener en cuenta antes de decidir en qué paciente es adecuada la administración de tofacitinib. Por un lado, el tratamiento se asocia con un mayor riesgo de presentar infecciones, sobre todo por herpes zóster, aunque suele ser una infección leve que se puede tratar con antivíricos orales y no obliga a suspender el fármaco. Por otra parte, y tal como se demostró en un estudio reciente con la participación del Hospital Clínic, se debe tener especial precaución al administrar tofacitinib en pacientes con alto riesgo tromboembólico. Estos pacientes son aquellos que tienen antecedentes de trombosis venosa profunda, tromboembolismo pulmonar, cáncer, trastornos hereditarios de la coagulación o que toman anticonceptivos hormonales combinados. Se ha visto que en estos casos se produce un aumento del riesgo de aparición de enfermedad tromboembólica con el tratamiento. En este sentido, en pacientes con una edad superior a 65 años se recomienda utilizar tofacitinib sólo cuando no haya otra alternativa terapéutica.
Actualmente los datos de utilización en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia son muy limitadas, por lo tanto, se recomienda evitarlo de momento. No hay ninguna restricción en hombres con deseo reproductivo. De todos modos, mientras se toma tofacitinib, se recomienda en todos los casos hacer controles analíticos tanto al inicio del tratamiento como de forma periódica, para detectar cualquier aparición de efectos secundarios.
El objetivo del tratamiento de los pacientes con colitis ulcerosa es controlar los síntomas de la enfermedad. Una vez que esto se ha logrado, el objetivo a largo plazo es impedir que se produzcan nuevos brotes de la enfermedad, es por ello que se requiere un tratamiento de mantenimiento. Ya existen varios fármacos disponibles que pueden cumplir este objetivo, pero aun así hay un grupo de pacientes donde no es posible controlar la actividad de la enfermedad. Para estas personas, el nuevo tratamiento con tofacitinib podría suponer una solución efectiva.
Autora: Dra. Agnès Fernández, gastroenteróloga del Instituto Clínic de Enfermedades Metabólicas y Digestivas