En la actualidad, la mayoría de las personas con VIH-SIDA tienen un pronóstico positivo. Los nuevos tratamientos permiten una calidad y esperanza de vida similar a la población general, siempre y cuando se siga el tratamiento y los controles médicos necesarios. Es fundamental recibir tratamiento antirretroviral desde el diagnóstico, ya que cuanto antes se inicie, menor será el riesgo de complicaciones.
A pesar de los nuevos tratamientos, la epidemia no está controlada y en los últimos 10 años el número de nuevas infecciones no ha variado de forma significativa. Según ONUSIDA, desde 2010, las nuevas infecciones por VIH se han reducido en un 38%, pasando de 2,1 millones a 1,3 millones en 2022. En total, en el mismo año, 39 millones de personas vivían con esta enfermedad.
¿Cómo es el tratamiento del VIH-SIDA?
La clave del tratamiento del VIH-SIDA reside en la Terapia Antirretroviral (TAR) que, a través de una combinación de medicamentos, frena la replicación del virus y el sistema inmunitario se recupera. De esta manera, se evita que las complicaciones infecciosas y las derivadas del cáncer avancen.
Estas terapias han logrado un control efectivo de la carga viral por lo que permiten a las personas con VIH llevar una vida saludable, al mismo tiempo que reducen de manera significativa el riesgo de transmisión.
Por otro lado, el diagnóstico de VIH-SIDA puede desencadenar una variedad de emociones, desde miedo hasta preocupación y ansiedad. Por eso, el apoyo psicológico es importante para hacer frente a las distintas situaciones que supone esta enfermedad para la persona que la tiene, en especial por su complejo tratamiento.
Actualmente, el estigma psicológico y social que, en ocasiones, rodea a la infección por VIH no tiene sentido ni es realista. Hay que tener en cuenta que se calcula que, en una ciudad como Barcelona, uno de cada 80 habitantes está infectado por el VIH y en su gran mayoría son personas que tienen una vida estrictamente normal, una expectativa vital similar a la población general y que no pueden transmitir el virus.
Además de la adherencia al tratamiento, adoptar un estilo de vida saludable contribuye de forma significativa al bienestar general. Mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y evitar hábitos perjudiciales, como el tabaquismo, son pasos prácticos para fortalecer la salud física y mental.
Nuevas vías de investigación
El virus del VIH tiene unos mecanismos de adaptación y escape a la respuesta inmunitaria muy diversos, por lo que resulta complicado obtener vacunas preventivas y terapéuticas contra el SIDA.
Actualmente, el Clínic Barcelona-IDIBAPS y el Grupo de SIDA e infección por VIH está llevando a cabo 40 ensayos clínicos centrados en: inmunopatogenia de la infección por VIH y desarrollo de vacunas preventivas y terapéuticas, retrovirología, enfermedades oportunistas y nuevas estrategias antirretrovirales, entre otras. De todas ellas, hay que destacar las nuevas estrategias de tratamiento antirretroviral que mejoran la calidad de vida de los pacientes, así como un nuevo prototipo de vacuna preventiva que se está evaluando en voluntarios sanos.
Información documentada por:
Dr. Josep Mallolas, jefe de la Unidad de VIH-SIDA del hospital Clínic Barcelona.