Vydura se aprobó recientemente en España por parte de la Agencia Española del Medicamento (AEMPS). De momento, solo lo financiará el Sistema Nacional de Salud como tratamiento preventivo y se indica para pacientes con al menos 4 ataques de migraña al mes. Además, deben haber probado al menos tres tratamientos previos sin respuesta adecuada durante tres meses. También es necesaria la prescripción por parte de un especialista.
Su principio activo es rigemepant, este medicamento pertenece a un grupo farmacológico específico para la migraña, los gepantes (antagonistas del receptor del péptido relacionado con el gen de la calcitonina). Se administra en forma de un comprimido oral cada 48h.
Avances en el tratamiento de la migraña
El principal tratamiento agudo que se administra actualmente para las crisis de migraña son los triptanes, pero entre el 30 y el 40% de los pacientes no responde adecuadamente. En un metanálisis se encontró que sólo 3 de cada 10 pacientes experimentaban ausencia del dolor a las dos horas de la dosis de sumatriptán. Además, están contraindicados en personas con hipertensión y antecedentes de ictus o infarto.
La aparición de rigemepant aporta una ventaja terapéutica, dado que su perfil de seguridad es bueno y los efectos secundarios no son destacables: náuseas y molestias gastrointestinales en algunos casos. Es una buena opción en pacientes con factores de riesgo cardiovascular.
Impacto de la migraña en la sociedad
La migraña se caracteriza por episodios repetidos de dolor de cabeza que pueden ser invalidantes. El dolor se extiende a toda la cabeza, suele ser pulsátil (como si se notara el latido del corazón), empeora con luz, ruidos, olores... y puede ir acompañado de náuseas y vómitos. En el 80% de pacientes este problema tiene una base genética y sobre esta predisposición actúan varios desencadenantes: estrés, alteración del ritmo de sueño, cambios hormonales, entre otros motivos.
La migraña tiene una prevalencia del 12,6% en la población española y, afecta tres veces más a las mujeres respecto a los hombres. Según la OMS, es la segunda enfermedad más discapacitante (días de vida saludable perdidos por la enfermedad) y la primera por debajo de los 50 años. Afecta a los años de mayor productividad, así como a la vida personal y familiar de la persona que la padece.
Por ello, los nuevos tratamientos disponibles son una fuente de esperanza para las personas afectadas, ya que podría mejorar significativamente su calidad de vida.