La COVID-19 puede dar síntomas como tos, pérdida de olfato y gusto o dificultad para respirar, que, en ocasiones, pueden confundirse con síntomas de alergia. Por ejemplo, en el caso del asma alérgica se presenta tos y dificultad para respirar, que es uno de los síntomas más comunes de la COVID-19.
Afortunadamente, hay ciertos síntomas que permiten diferenciar una afección de otra. Por ejemplo, en los casos de alergia no se desarrolla fiebre, con la COVID-19, en cambio, se suele presentar fiebre alta que dura varios días. Además, los casos de alergia presentan una mejora de los síntomas al administrar antihistamínicos, mientras que los pacientes de COVID no.
Recientemente se ha publicado en relación con este tema el documento de la EAACI (European Academy of Allergy and Clinica Immunology), con la participación del Dr. Joaquim Mullol, otorrinolaringólogo del Hospital Clínic y jefe del Equipo de Investigación IRCE (Immunoal·lèrgia Respiratòria Clínica i Experimental) del IDIBAPS. En este artículo se discute sobre cómo organizar la nueva práctica clínica en alergología mientras dure la pandemia.
Las recomendaciones se han basado en información internacional sobre la COVID‐19 y en las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la EAACI y de otras organizaciones internacionales. Así como en la experiencia de expertos médicos, psicólogos y científicos básicos.
Estas recomendaciones tratan diferentes aspectos relevantes para la atención de pacientes con alergias. Algunos de estos aspectos son el curso clínico de la COVID-19 en paciente alérgico y el triaje de pacientes, ya que, las infecciones virales, incluidas las infecciones por coronavirus, están asociadas con el agravamiento de las alergias, como las exacerbaciones del asma. Por este motivo, las medidas habituales de organización de los pacientes se pueden utilizar para priorizar y clasificar a los pacientes alérgicos en función de la gravedad de la enfermedad alérgica.
Aun así, el conocimiento sobre las diferencias en el curso de la infección por COVID-19 en pacientes alérgicos en comparación con pacientes no alérgicos es limitado y se necesita más evidencia clínica para demostrarlo.
Por otro lado, se recomiendan ciertas prácticas en cuanto a las soluciones digitales de salud, especialmente el uso de la telemedicina. Las visitas a distancia son útiles para cuando la presencia física es imposible o debe limitarse al mínimo, como en la actual pandemia de COVID-19. Sin embargo, para las visitas que requieran presencia física del paciente deben considerarse ciertos cambios en la práctica habitual. Por ejemplo, minimizar cualquier contacto físico con el paciente durante las visitas y tomar medidas preventivas específicas en los procedimientos de diagnóstico en alergia. Estos procedimientos incluyen exámenes por endoscopia nasal, broncoscopia, olfatometría y gustometría, pruebas de provocación de alérgenos nasales o bronquiales o pruebas de función pulmonar.
Por último, se debe tener en cuenta también el aspecto sociopsicológico en los pacientes alérgicos, ya que estos mecanismos juegan un papel importante en el desarrollo y la exacerbación de los síntomas de la alergia. Además, durante la pandemia de la COVID-19, la población general ha sido muy sensible a las personas que han mostrado síntomas respiratorios. Esto aumenta el riesgo de estigmatización de estos pacientes, lo que les puede producir estrés. Por lo tanto, la atención médica y psicológica óptima para pacientes con alergias durante la pandemia de COVID-19 es esencial.
En resumen, este documento internacional proporciona recomendaciones sobre procedimientos operativos para mantener la mejor calidad posible en la atención clínica diaria de pacientes con alergia, al tiempo que garantiza la seguridad necesaria en la pandemia actual de la COVID-19.
Autores: Dra. Paula Ribó, Sección Alergología, Servicio Pneumología y Alergia, Instituto Clínic Respiratorio, Dr. Joaquim Mullol, Servicio Otorrinolaringología, Instituto Clínic de Especialidades Médicas y Quirúrgicas