Para las personas con diabetes es importante mantener un buen control de sus niveles de glucosa en sangre. De hecho, se ha demostrado que la medición y control de la glucosa a través de diversas dosis de insulina diaria, reduce la incidencia de complicaciones tanto microvasculares, que son aquellas que causan problemas oculares y renales, como macrovasculares, que causan enfermedades como el ictus y el infarto.
Aunque el control del nivel de glucemia con múltiples dosis de insulina prevenía todos estos eventos vasculares, se observó que también multiplicaba por tres el riesgo de tener una hipoglucemia grave (aquella que el propio paciente no puede resolver y necesita de la ayuda de otra persona).
El marcador que se usó para demostrar esta relación fue la Hemoglobina glucosilada (HbA1c). La HbA1c es el resultado de la unión de la hemoglobina con glucosa u otros carbohidratos libres. Normalmente se encuentra en bajas cantidades en sangre, pero en enfermedades como la diabetes se ve aumentada. En los estudios citados, se observó una relación inversa entre Hemoglobina glucosilada y hipoglucemia grave. Es decir, cuánto más bajos eran los niveles de HbA1c, a causa del control de la glucosa con la inyección de insulina, mayor era el riesgo de hipoglucemia.
Estos estudios se llevaron a cabo en los años noventa y después de muchos avances en el tratamiento y control de la diabetes, no se había confirmado si sus conclusiones seguían vigentes. Para demostrar si este riesgo de hipoglucemia grave seguía existiendo, se realizó una nueva investigación liderada por la Dra. Marga Giménez de la Unidad de Diabetes del Clínic, en colaboración con el equipo del Dr. Nick Oliver del Imperial College de Londres.
Se analizaron los datos de 448 pacientes con diabetes tipo 1, tanto niños como adultos. Durante 26 semanas se compararon los niveles de glucosa de estos pacientes, separándolos en dos grupos. En la mitad de los pacientes analizaron los niveles de glucemia capilar con el método tradicional: un pinchazo en el dedo. En la otra mitad, en cambio, se analizaba la glucemia a través de la Monitorización Continua de la Glucosa (MCG), un nuevo sistema que utiliza un dispositivo subcutáneo.
Se demostró que, usando la MCG, se minimiza la frecuencia y el tiempo en hipoglucemia (con valores de glucosa en sangre inferiores a 70mg/dl o a 54 mg/dl). Por lo tanto, cambia la relación que se había establecido entre HbA1c e hipoglucemia. Este nuevo sistema de medición facilita que se consigan mejores valores de HbA1 en sangre (es decir, más bajos) sin que esto signifique un mayor riesgo de hipoglucemia.
Autora: Marga Jansà, Infermera experta en Educació Terapèutica de la Diabetes