Una de las opciones que más está “de moda” en el campo de la medicina sexual es el plasma rico en plaquetas. Es una estrategia que está tomando fuerza sobre todo en Estado Unidos. Consiste en realizar una extracción de sangre del paciente, que se somete a centrifugación para separar las células sanguíneas del plasma. Ese plasma puede tratarse posteriormente con distintos métodos y se reinyecta en el pene de los pacientes con el objetivo de mejorar la vascularización, entre otras cosas.
Existe mucha experiencia en las terapias con plasma en especialidades como la traumatología, la medicina deportiva, la medicina estética, el tratamiento de la alopecia, etc. En el caso de emplear este tratamiento para la disfunción eréctil, nada hace pensar que pueda ser un tratamiento peligroso si lo administra un profesional de la urología, pero en cuanto a la efectividad hay que ser muy precavidos.
Existen datos de investigación en ratones en los que se observa una cierta mejoría al inyectar plasma en el pene después de sufrir una lesión mecánica. Sin embargo, no existen estudios controlados en humanos. Sí que disponemos, en cambio, de datos que documentan la gran cantidad de centros que ofrecen este tratamiento a sus pacientes en todo el mundo, especialmente en Norteamérica. En Europa el plasma debería ser considerado un tratamiento seguro pero experimental y los pacientes deberían firmar un consentimiento informado conforme se someten a un procedimiento del que no se conoce el beneficio.
Por el contrario, muchas clínicas usan slogans de venta muy atrevidos para sus tratamientos con plasma, que describen unos efectos que se podrían llamar milagrosos. Además, en las descripciones no se suele mencionar ningún efecto secundario, pero con resultados extraordinarios, incluso prometen en algunos casos aumentar el tamaño del pene. Uno de estos tratamientos de plasma se comercializa en EEUU bajo el nombre de Priapus Shot, que hace referencia al dios Priapo. Se trata de una antigua divinidad grecoromana que se representaba como un pequeño hombre barbudo con un pene desproporcionadamente grande.
A pesar de que el enfoque de estas terapias es prometedor, aún queda mucho por investigar para poder afirmar que este producto, el plasma rico en plaquetas, puede ser una opción válida y comparable a los tratamientos aprobados y reconocidos para la disfunción eréctil.
Autor: Eduardo García Cruz, Urólogo del Servicio de Urología del Hospital Clínic