Este estudio clínico inicialmente se hará en el Clínic y Can Ruti y se ampliará a otros hospitales de Cataluña y del resto de España cuando se disponga de los datos de los primeros pacientes.
Esta iniciativa ha sido posible gracias al apoyo recibido por un gran número de particulares, empresas y entidades de la sociedad civil. También ha contado con el apoyo del Servicio Catalán de la Salud, que ha propiciado la incorporación de empresas y ha apoyado a los centros para encontrar este tipo de soluciones.
El tercer dispositivo para hacer frente a la COVID-19 validado por estos centros
Este nuevo equipamiento cuenta con partes de origen industrial, una parte neumática y de instrumentación, otra eléctrica y electrónica, así como software de control de variables de proceso, monitorización en pantalla y alarmas visuales y sonoras. Es un dispositivo ligeramente más sofisticado que los dos anteriores autorizados para pruebas clínicas. Con él se podrá controlar la frecuencia respiratoria y otros parámetros de forma constante y objetiva, proporcionando al paciente un soporte vital que de otra manera no tendría, siempre en ausencia de un respirador convencional disponible.
El equipo que ha supervisado las simulaciones lo han formado el Dr. Josep M. Nicolás, especialista en medicina intensiva del Clínic y profesor de la UB, el Dr. Ramón Farré, Catedrático de Fisiología de la UB y jefe del grupo Biofísica respiratoria y bioingeniería del IDIBAPS, y el Dr. Manel Puig, del Instituto de Investigación y Hospital Germans Trias i Pujol.
Ahora, el equipo de producción está preparado para comenzar su fabricación en el momento en que la AEMPS homologue el dispositivo. GASN2 calcula que inicialmente se podrán producir 100 equipos diarios, que puede incrementar si la abre a otros países.