La crioterapia capilar es un tratamiento preventivo que ha demostrado ser eficaz en la prevención de la pérdida de cabello debida a la quimioterapia. Esta terapia mejora la calidad de vida de las personas con cáncer, reduciendo su malestar y contribuyendo a una mejor convivencia con la enfermedad y su tratamiento. Este servicio se ofrece actualmente en la sede Plató del Clínic Barcelona y, de momento, solo se cuenta con una única máquina obtenida gracias a la donación de una familia. No se ofrece en todos los tipos de cáncer, solo en un tipo muy concreto de pacientes que son aquellos que indican las guías internacionales. No obstante, la idea es ampliar su uso a medida que se obtenga nueva evidencia científica.
Este tratamiento se empezó a ofrecer en la sede Plató del Clínic el 22 de marzo de 2023 y ya se han beneficiado 22 personas. Para poder evaluar el impacto en los pacientes, se les realiza una encuesta antes y después del tratamiento para valorar expectativas e impacto en su calidad de vida. Actualmente, se ofrece a personas que reciben un tipo concreto de quimioterapia, que generalmente son esquemas que se utilizan en cáncer de mama y de ovario que son aquellos que recomiendan las guías internacionales. Sin embargo, en un futuro se espera poder ampliar la lista de pacientes candidatos, para que más personas se beneficien del tratamiento.
La crioterapia capilar es un tratamiento preventivo en el que se aplica frío al cuero cabelludo, normalmente través de un gorro conectado a una máquina, llamado gorro hipotérmico. Con el frío, los vasos sanguíneos se contraen reduciendo la cantidad de quimioterapia que llega a la raíz del pelo. De esta manera, se atenúa su efecto sobre el cabello y se reduce su caída. Este tratamiento ha demostrado tener resultados satisfactorios en la reducción de la cantidad de cabello caído ‒menos del 50% de caída, en algunos casos‒ y, en consecuencia, reducir el impacto negativo que tiene la quimioterapia en la calidad de vida de las personas que la reciben. No se han descrito efectos secundarios en el uso de este tipo de terapia, salvo en aquellos pacientes que tienen migraña, ya que puede incrementar las crisis, aunque se ha descrito en muy pocos casos.
La crioterapia se realiza el mismo día que se aplica la quimioterapia. Normalmente se coloca el gorro hipotérmico antes, durante y después del tratamiento de quimioterapia, aunque el tiempo de antes y después dependerán del tipo de tratamiento realizado. Al empezar la terapia algunas personas pueden sentir una sensación desagradable o sentir frío corporal. No obstante, los síntomas son soportables y el frío puede minimizarse con mantas o ropa de abrigo.
La caída del cabello inducida por quimioterapia es uno de los efectos secundarios de la misma que puede generar un impacto negativo en la autoestima del paciente y sus relaciones sociales. Ofrecer este tipo de terapias secundarias a los tratamientos de quimioterapia, ayuda a las personas a convivir mejor con la enfermedad y a soportar mejor la quimioterapia.